Se entregó por todos, Todo
nos fue perdonado, en el crucificado, por amor, para amar como él ...
Yo y ella, experimentamos el amor de
Dios. (Juan 8, 1-11)
Ella y el …
descubiertos en adulterio. Amando, entregándonos fuera del amor
correspondiente. ¿Por deseo de la carne?
¿Por carencias afectivas? ¿Por distanciamiento de nuestro esposo? ¿Por andar en búsqueda del Amor? ... ¿Por Amor?
Ella y el …
escuchaban las palabras de condena según la ley: “Este pecado merece la muerte de esta vida, de esta relación o vocación”.
El mal en los jueces y maestros de este mundo, exigen a su dios cumpla sus
leyes de muerte.
Ella y el …
caídos en el suelo, por sus faltas, por ser empujados por los que aplican
la ley. Cabeza gacha, ojos hinchados de llorar, cuerpo con los huesos desunidos,
ropa sucia y rota. Todo por seguir el amor, pero fuera de la ley establecida hoy…
Ella y el …
entre mil voces, y gritos distintos del pueblo que los mira, una sombra los cubre cuando estamos en el suelo. ¿Sera
el juez? ¿Sera el verdugo? Para sorpresa no era ni uno ni otro, era Jesús
en silencio, que busca nuestra mirada, sonriendo, agachado a la altura de ella y el,
con la mano extendida.
Ella y el … lo puedo recordar, nosotros extendidos en el piso, a solas con Jesús. Lo recuerdo cuando nos pusieron en el banco de los acusados, y sentado a nuestro lado, nos pregunta Jesús a todos : - ¿Quién en su juventud no explotó como un volcán en su afectividad? ¿Quién no ha sido arrastrado por sus fragilidades? ¿Quién no se salió del camino buscando amar?
Ella y el ….
hemos experimentado su amor, que es cercanía, comprensión y elevación. Yo, ella
y todos los que quisieron… por nuestro pecado, pudimos palpar el amor de Dios
en Jesús. Que esta sobre las leyes, que se baja de lo alto para elevarnos, sin
imponerse, dándonos la posibilidad de agarrarnos de su mirada, su silencio, su
sonrisa, su mano y ser puesto de pie nuevamente.
Ella, el y nosotr@s … experimentamos que su amor, el cual nos lleva a amar fecundamente. Quien
juzga y condena, fue juzgado y condenado y no conoce el amor de Dios. Nosotros
hemos sido perdonados, hemos sido amados, hemos sido elevados setenta veces
siete. Con él a nuestro lado hemos parido y cuidado mil vidas. Somos testigos
de su entrega en la cruz, testigos y predicadores de su amor.
Ella, el y cada uno de nosotr@s, está en proceso, en tiempos y lugares diferentes. Quizás hoy sea mi día, el tuyo, el nuestro... de escuchar y comenzar a vivir el: - “Yo ni nadie te condena levántate, camina, ama y no peques más” ¿Lo quiero? Si lo quiero. Entonces así juntos podremos vivirlo. Él lo quiso siempre… Hoy comienzo a Amar como el Ama. Todo sirvió para llegar a este día, Todo es camino de aprendizaje, de maduración, de conocer y experimentar su amor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario