Esta semana nos tocaba escuchar y encarnar la Palabra en la misa con las chicas de la Fazenda. (Lucas 19, 1-28) No es fácil la convivencia humana... Su reino no es de este mundo... Pero la vida comunitaria con la Palabra como referencia nos muestra el camino... Y surgió este cuento:
Cuenta una leyenda de sabiduría muy antigua que aun grupo de hermanos les toco ser criados solamente por su mama, ante la ausencia de su padre. La comunidad de hermanos eran bien diversos en edad, genero, pensamiento, habilidades y debilidades
La madre para mantener alimenticiamente a sus hijos, necesito asumir la dura decisión de tomar un trabajo con cama en la población cercana. (El único que se le presento) Es decir que puso toda la confianza en Dios y en sus hijos, ausentándose físicamente de lunes a viernes.
Cada viernes el corazón de los niños y de su madre latía a ritmo emocionado, porque al día siguiente se volverían a rencontrar. Cada sábado cada hermano y hermana, buscaba despertar lo mas temprano posible para salir al camino y ser la primera o el primero en abrazarse con su madre... Pero también para contarle cuanto había sufrido, por el mal comportamiento de sus hermanos.
Cada viernes el corazón de los niños y de su madre latía a ritmo emocionado, porque al día siguiente se volverían a rencontrar. Cada sábado cada hermano y hermana, buscaba despertar lo mas temprano posible para salir al camino y ser la primera o el primero en abrazarse con su madre... Pero también para contarle cuanto había sufrido, por el mal comportamiento de sus hermanos.
La madre todo lo sabia, disfrutaba de cada abrazo dado cada uno a su manera. Escuchaba cada quejido, cada critica, y sentía que se le pedía poner orden, incluso su familia esperaba que se castigara o se expulsara a los responsables de los problemas en la convivencia. Entonces la madre junto a todos sus hijos les dijo:
- Me he enterado que esta semana el burro no puso huevos... y las gallinas cuando las fueron a ordeñar no dieron leche... Los niños se sorprendían de lo que escuchaban y se miraban unos a otros, sabían que tenían que ordeñar la cabra, recoger los huevos del gallinero y enganchar el burro en el molino.
La madre serenamente continuo: - y me dijeron que la cabra no quiso mover el molino... Hasta que uno de los niños preocupado exclamo: - Mama....
y la hija mayor pregunto -¿mama estas bien?
La mama les pregunto: -¿Están bien el burro, las gallinas, y las cabras? ¿Han comido, han crecido? todos los niños con palabras o con el gesto de su cabeza respondieron afirmativamente.
La madre sonriente expreso: - Entonces la pregunta que nos tenemos que hacer sobre nuestros hermanos es ¿Esta bien? ¿Se ha alimentado?¿Esta creciendo?.... si es así hagamos fiesta, porque siempre tendremos la tentación de pedirle al otro que haga lo que yo tengo que hacer...
Cada uno es como es y debe ir descubriendo que puede aportar en bien de todos. Trajo una torta y volvió a exclamar: démonos un abrazo de paz, de perdón de aceptación y hagamos fiestas, estamos vivos y creciendo a ante los ojos de Dios nuestro Padre.... el nos ve , nos acompaña, nos cuida y da la vida.
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