AMAR ES ELEGIR
Que lindo descubrir que hemos sido ELEGIDOS por AMOR para
nacer, (respiro y disfruto agradecidamente) y hoy seguimos elegidos para estar
vivos, (respiro y disfruto agradecidamente). Elegidos por el Dios de la vida, y
por los padres y personas que nos han cuidado.
Al comienzo crecemos en una posesión fetal, necesitados y
reclamando todo para nosotros: alimento, cuidado, compañía, atención,
afectos, juguetes…
Empezamos a madurar cuando empezamos a Amar.
Eligiendo, amando, sirviendo, dándonos, vamos madurando.
Del creerme el centro del universo, del quererlo todo para
mí, comienzo a Amar cuando elijo una, algunas personas, para servirlas, dándome,
ahí, comienzo a Amar y madurar…
Un árbol tiene que madurar para dar buenos frutos. Una
persona que no ha madurado, no puede educar en el amor. Posee, se impone,
porque esta aun centrada en si mismo, y por lo tanto no puede amar en sus
relaciones humanas. Y no puede educar en el amor
Una espiritualidad conectada en un Dios que por
amor me dio y me da la vida, sin pedirme nada a cambio, me hace experimentar el
amor gratuito, desinteresado, que ama siempre en toda circunstancia.
La espiritualidad cristiana es divina y humana, por eso
necesitamos de hacer la experiencia de descubrirnos amados por alguien humano,
así como nos ama Dios. Y descubrir el amor de Dios a través de ese ser humano.
Otros recorren el camino de conectarse con el Dios que es Amor,
y ahí descubren todo el amor que continuamente estamos recibiendo por medio de
seres humanos.
Una espiritualidad cristiana madura, se desarrolla en esas
dos dimensiones, humana y divina o divina y humana, que espontáneamente dilata a
la tercera dimensión que es el amor a los demás… gratuitamente. Llevándonos a
amar los menos amados…
Quizás por no sentirnos elegidos, amados, nos
cuesta elegir y eso nos lleva a “picotear por aquí y por allá”.
Al no amar, todo lo asumo calculando mi bien personal. Si
algo no me gusta, no me agrada, lo descarto. Comienzo a sentirme como Dios,
que define lo que esta bien, que es lo que a mi me gusta, y lo que está mal,
que es lo que a mí no me agrada.
Esa mirada de la vida, actividades y de las relaciones “egocéntrica”,
propio de una etapa adolescente, inmadura, se vive como normal. Al no tener una
referencia fuera de mi o de mis gustos, no hay nada ni nadie que me pueda
cuestionar el no amar gratuitamente.
Incluso puedo tomar de mi familia, de la sociedad, de la
iglesia lo que “me sirve”. Y así también lo vivo en la amistad o en el
noviazgo: Comparto contigo lo “que me gusta de ti y hasta que me guste”.
Por eso es también aceptada la “violencia y el
descarte”. Violencia para imponer lo que YO creo es lo mejor, que siempre
será en la clave “mejor para mí o los míos”. Y descarte cuando ya no “me
gusta” o cuando el otro no quiere ser como YO quiero que sea.
Fácilmente nos “enamoramos”. Rápidamente hacemos
nuevas experiencias. Todo depende si “me hace sentir bien”. Como no es
amor, y simplemente es necesidad de satisfacer mi EGO, por eso dura muy poco.
Todo finalizada cuando “no me hace feliz”. Feliz con minúscula, porque no
es la Felicidad de crear, darse, de Amar.
Ese amor que no es amor, pero que llamamos amor, puede
permanecer un tiempo, en una relación de poder o necesidad. Nos damos cuenta
que no es amor porque no hay libertad, no hay apertura a lo diferente. Me ata
en lo que se llama zona de confort. Determino mi territorio, actividades y
relaciones donde “me siento bien”.
Pero hay esperanza. Hemos nacido y existimos
por amor, por eso siempre y en toda persona esta la posibilidad de comenzar a
Amar.
Nacho - Fraile Muerto - Uruguay
Descubrirse elegido por Dios, o elegir a alguien, para amar,
son dos caminos que se unen si los profundizamos. Hasta “gastarse” como la
mecha, la vela, la leña que encendida da luz y da calor. Lo único que
quedara es el Amor.
Nacho – Fraile Muerto - Uruguay
Saludos a la distancia mi qdo amigo
ResponderEliminarMe encanto querido compa Nacho
ResponderEliminarBendiciones querido Nacho
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