EQUIPO MISIONERO DIOCESANO EN VERGARA.

En el crecimiento personal o grupal :

"todo tiene su tiempo 

y a su tiempo llega, 

hay que saber esperar 

y dar el paso cuando hay que dar.

Como equipo Misionero Diocesano, comenzamos un grupo de sacerdotes, con el obispo Pablo. Luego se sumaron laic@s y una consagrada. Participando parroquianos de Melo, Fraile Muerto , sumándose Tupambaé. Ahora llegó el tiempo de salir de Cerro Largo. Ensanchar la carpa, hasta que podamos integrar a toda la diocesis.

Las puertas se nos abrieron en Vergara y Cruz Altas de Treinta y Tres. Y en Vergara estuvimos este feriado 18 de Julio. En Cruz Alta nos esperan el martes 25 a las 18 hs. Como equipo venimos de acompañar la fiesta patronal de la capilla de Arévalo, perteneciente a la parroquia de Santa Clara. 

ORACIÓN: 

Wilson el párroco nos invitó y convocó a la comunidad. Comenzamos el encuentro poniendo todo en manos de María para que nos guiará al encuentro con Jesús.

Animados por el francisco, nuestro papa, procuramos volver a poner nuestra mirada en Jesús. El cual realizó su misión desde una pequeña comunidad formada por gente diversa. Y sus gestos misioneros fueron encuentros personales o con pequeños grupos de personas. Si, hubo mucha gente en las multiplicaciones de los panes y alguna predicación, pero fueron momentos excepcionales. Por eso estamos felices de ser 9 personas dispuestos a encontrarnos con Jesús: p. Wilson, Manolo, Antuane, Alicia,  Lourdes, Nelson, Jorge, Dora y Nacho.

FORMACIÓN: Teniendo como referencia la Parábola del sembrador, compartimos semillas del reino de Dios.( Amor, Confianza, Limosna, Verdad, Esperanza, Abundancia, Guía, Justicia...) Luego nos preguntamos cuáles de esas semillas hemos visto dar frutos a través de nosotros este último tiempo. Surgieron testimonios muy bonitos: Encuentros en la parroquia, en la calle, en el almacén, en una casa de un vecino, en la ruta, en el trabajo, donde Jesús se expresó a través de nosotros o de otros. También dimos testimonio de la importancia de la oración, la escucha, la solidaridad y servicios como el de la escoba. 

Entonces ahí descubrimos el contenido de este encuentro: Todo bautizado, todo cristiano es impulsado por el espíritu a ser misionero. Quedando claro que la misión no se vive solamente dentro de la iglesia, también estamos llamados a ser misioneros en medio del mundo. No siempre podremos o será necesario hablar de Jesús, pero siempre en toda circunstancia estará la posibilidad de relacionarnos desde los valores del Reino de Dios. Y todo gesto evangélico, realizado con amor nunca será estéril, en algún lugar dará su frutos aunque no lo veamos. 

ACTUAR; El participar en este encuentro de oración, formación y fraternidad, es también  una expresión de la misión de Jesús. Porque nos encontramos con él. Miramos nuestra vida y caminata a la luz de su palabra. Lo contemplamos actuando en nuestra iglesias y en medio del mundo. Rezamos. Y compartimos lo que somos, sabemos y tenemos. Todos dejamos algo para responder al llamado de Jesús en en este encuentro. 

Reafirmamos "el estar atentos" despiertos a la vida cotidiana y parroquial, para ser misioneros a su modo.  Estamos llamados a ser cristianos en todo tiempo y en todo lugar. Unidos a la comunidad. 

Evaluamos este encuentro positivamente y proponemos seguir encontrándonos. Si Dios quiere elegiremos un martes del mes de agosto, Acompañados por alguien del equipo misionero. Queremos ser parte y lo seremos, del equipo misionero diocesano. Para misionar en nuestro territorio parroquial y quizás sumarnos a la misión de diciembre en Charqueada. 

REZAMOS a DIOS PADRE: Recordamos a las misioneras y misioneros que estuvieron en esta parroquia: Las hermanas Dominicas, las hermanitas de Foucauld, los distintos párrocos, las catequistas e integrantes de la comunidad, en las distintas épocas. Rezamos por situaciones dolorosas e injustas que se están dando en nuestro entorno, donde los más empobrecidos no son los mas favorecidos. Rezamos por nuestros proximos encuentro abiertos y deseosos de que otros se sumen al equipo. 

EL AMOR ES CONCRETO. Un gesto muy bonito de la comunidad fue las diferentes tortas y el chocolate calentito. Realmente fue como un fruto del espíritu: la fraternidad que se palpaba, al estar  todos sentados a la vuelta de una misma mesa. Hasta doña Dora que estaba media dormida, resucito.