RETIRO DE CUARESMA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL PILAR (CATEDRAL)

 

Gratamente sorprendidos por la muy buena participación de las distintas comunidades: Buen Pastor, Hipódromo, San Expedito, Santa Teresita, San Antonio, La Casita, Catedral. Además de familiares de Pablo, nuestro obispo, que fue quien nos acompaño en el retiro. 

Ya el hecho de decidir participar: es una practica liberadora movida por el amor de Dios. Dedicar un domingo a un retiro comunitario, siempre será motivo de renuncia, y quizás esta sea una de las practicas cuaresmales que realmente transforman nuestra vida y la de la comunidad.

Todo el retiro fue "guiados por la Palabra", encuentro con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, a través del evangelio de San Marcos. Descubriendo el profundo sentido de la Cruz Cristiana.  

Realizamos la presentación y práctica de la lectura orante "Lectio Divina" con los relatos de encuentro y modo de curación de Jesús, de nuestras cegueras:  

- Marcos 8, 22-26

- Marcos 10, 46-52

Y Pablo nos presento una "mirada global y unificada" de todo el evangelio de San Marcos. Invitados después en la meditación y oracion preguntarnos sobre el significado que tiene este mensaje para nuestra vida, la de la comunidad en relación a la realidad en la que vivimos y tiene sus reacciones ante la Buena Noticia de Dios. 

No falto la fraternidad en todo el encuentro, en el almuerzo, la merienda y la celebración de la eucaristía. Vimos también "un día en la vida de Jesús", que nos presenta las distintas dimensiones de la plena vida humana, al modo de Jesús, con un tiempo personal a solas con el Padre, un tiempo para la vida familiar, otro para la vida en comunidad (incluyendo lo formativo, pastoral, celebrativo y social) y otro en salida al encuentro en actitud de servicio llevando la buena noticia del Reino, a toda la sociedad. El equilibrio y complemento de todas las dimensiones es lo que nos hace estar en el camino de Jesús como "discípulos misioneros"

Todo fue un caminar personalmente y comunitariamente hacia la celebración de la eucaristía, donde la Palabra nos presentaba "La transfiguración de Jesús". Veíamos que de alguna manera hoy vivíamos esa Palabra, teniendo la gracia de ser elegidos para "estar con el de manera resucitada".

 Experiencia que nos envía a bajar de la montaña a la vida cotidiana, a ser levadura en la masa. Sabiendo que toda realidad tiene "dos caras: la luz y oscuridad". El cristiano tiene la misión y la capacidad dada por el espíritu de descubrir y ser luz, en las situaciones mas oscuras de la vida cotidiana y eclesial.