TALLER:
Dentro del 4to. SIMPOSIO Misionero en Uruguay, siendo parte del Equipo Misionero Diocesano de la diócesis de Melo, nos toco animar el taller de MISIÓN EN EL CAMPO Y PEQUEÑAS POBLACIONES. Taller que se anotaron 22 participantes de 8 diócesis de Uruguay. De todas las edades y vocaciones.
UBICACIÓN:
Aclarando al comienzo que todo seria parte del taller, al estar sentados en un salón de manera "para escuchar a alguien que hablaría desde el frente detrás de un escritorio",propusimos ubicarnos de tal manera que la presencia de Jesús, y la realidad de nuestra vida estuviesen en el centro. Haciendo nuestro primer aporte: que el misionero que llega PROPONE, pero NO mueve "los bancos" sin la gente del lugar. Quedamos sentados en circulo, con un altarcito en el medio.
CARISMAS:
El misionero descubre y potencia carismas en las personas del lugar. Preguntamos quien se ofrecía para hacer el trabajo de secretario, escuchando las sugerencias de grupo, pero eligiendo a quien se ofreció.
ORACIÓN:
Imaginándonos que estamos en una misión, y como misioneros proponemos cantar a modo de oración inicial. Invitamos a que eligieran el canto. Siempre en lo posible, el primer canto debe ser un canto que lo cante la gente del lugar. Los que tienen el don del canto nos animaron a cantar, mientras otras personas se ofrecieron para preparar el altarcito en medio del grupo. La misión es hacer participar con libertada, cada uno donde se siente a aportar.
ENCUENTRO:
La misión ante todo es encuentro entre las personas, y con Jesús. Por eso en el altarcito hubieron tres signos:
- El termo y el mate, como símbolo del respeto y aprecio por la cultura del lugar.
- La biblia, como presencia misma de Jesús.
- Un candelabro utilizado en la oración de la mañana, signo de que somos vasijas agujereadas, y que por esos agujeros es que se transmite la luz de Dios si lo dejamos habitar dentro nuestro.
Propusimos la dinámica, de caminar en silencio, encontrándonos con la mirada, con gestos, hasta detenernos frente a alguien y en ese encuentro compartir la misericordia de Dios que nos ha elegido "con nuestros agujeros", límites, errores.
Como aprendimos misionando en el sur argentino de la sabiduría Mapuche: Las colinas en las cumbres se separan y se unen en los valles, las personas pueden caer en la tentación de competir o imponerse en sus saberes, pero siempre se unirán compartiendo sus pobrezas.
CONTENIDO:
El misionero, descubre y recoge "la vida de Dios" que ya está en las personas del lugar, ( hoy tuvimos en cuenta también los aportes del momento de oración, y de los tres testimonios misioneros) también llevamos nuestra propia vida en Dios y saberes para compartir. Presentamos brevemente una hoja, donde hemos ido elaborando en dos años de encuentro, formación, oración y misión, un PERFIL MISIONERO en nuestra diócesis de Melo. Con cuatro momentos:
- Pre Misión: Rezar, formarse, conocer la realidad del lugar a misionar, programar... Coordinar con el obispo, párroco, consejo parroquial del lugar. Aclarar juntos los objetivos principales.
- Tiempo de Misión: El tiempo de misión mejor seria cuando la gente del lugar puede y quiere. Inculturarse escuchando, compartiendo, aprendiendo, Involucrar a las personas del lugar. La Palabra, Jesús, como centro y guia de la Misión para iluminar la vida de la gente del lugar, su realidad, sus alegrías, luchas, problemas. Visitas a las familias e instituciones, haciendo el primer anuncio adecuado a cada realidad. Cuidadosos de no ser juez de situaciones familiares, sociales, políticas, de la gente del lugar, abiertos al dialogo ecumenico. Invitar para encuentros comunitarios con la Palabra como centro, intentando crear un grupo de personas en camino a ser comunidad, creciendo en la fe, recibiendo los sacramentos, transformándose en misioneros al estilo de Jesús, hacia todos.
- Pos Misión: Dejar claro QUIENES (del lugar o de la parroquia) continuarán apoyando a esta comunidad, con la posibilidad de que los misioneros continúen por un tiempo más haciendo algún aporte. El trabajo es a largo plazo, hay que ir valorando los pequeños frutos y descubriendo el soplo del Espíritu en esta realidad, con estas personas.
- Continuidad del Equipo Misionero: Evaluar y rezar cada misión. Seguir formándose, siempre abiertos a integrar a otros, para responder a las necesidades que se nos plantea. Unidos a la vida parroquial y diocesana.
TALLER:
Teniendo claro que era un espacio de Taller, no era el momento de contar nuestra experiencia como misionero, tampoco era un espacio de formación en base a documentos de la iglesia, ni un momento de oración, por eso propusimos la dinámica de juntarse en pequeños grupos por diócesis de pertenencia (algunos se unieron dos diócesis), para ir leyendo el aporte del Perfil Misionero de Melo, interpelado, cuestionando o aportando algo nuevo. La idea era que cada persona, cada diócesis pudiera recoger algunos elementos para la misión, según su propia realidad.
COORDINACIÓN:
Subrayamos como aporte, la figura del coordinador de la misión, que promueve la participación de TODOS, invitando a los que tienen más facilidad para la palabra, a animar a que los demás expresen su propia palabra.
En este caso la coordinación animaba a no irse el objetivo que no era contar mis experiencias de misión, o hacer una revisión de mi vida pastoral o sentimental que siempre aparecen... para si enfocarnos en el objetivo de hacer un taller de enriquecimiento para la misión en nuestras realidades pequeñas y apartadas de los grandes centros poblados.
En un buen taller hay distintos aportes, distintos pareceres, y el coordinador debe promover la escucha de todos , buscando un dialogo que pueda llevar a posibles consensos.
OFRENDA:
También fue parte del taller, crear el espacio de diálogo, de discernimiento para la elección de la ofrenda que transmitiría algo del contenido del taller. Muchos aportes, que poco a poco se fueron tejiendo en un termo y un mate vacíos. representando al misionero que va en una actitud de "necesitado" de los del lugar. No es el mesías que llega, ni coloniza, ni impone. Llega a encontrarse con los que están, para juntos descubrir el modo de presencia de Dios en ese lugar, su buena noticia para todos. Fue muy simbólico que quienes se ofreciera para la ofrenda fuera un misionero Congoleño en nuestro país y una mujer de tierra adentro frontera con Brasil.
PROPUESTA:
Se escucho la necesidad de comunicación, formación, apoyo y encuentros entre los que sentimos el llamado a la misión en las Galileas, de las pequeñas poblaciones en el interior del País.
- Comunicación para apoyarnos y compartir experiencias.
- Formación para volver al modo misionero de Jesús, según la sabiduría que va elaborando nuestra iglesia.
- Apoyo, porque no en todas diócesis, parroquia, grupos, se ve realmente que la Misión es ser iglesia, y si no somos misioneros no somos iglesia según la espiritualidad cristiana.
- Encuentros, como este realmente son de fortalecimiento de nuestra fe, persona, y misión. Por eso se propone la formación de equipos de encuentro de misioneros en cada diócesis. El equipo de la diócesis de Melo está disponible para el apoyo a otras diócesis.
Espectacular!!! Que hayan encuentros para seguir fortaleciendo los.
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