domingo, 2 de junio de 2024

CUERPO DE CRISTO COMO ALIMENTO

Misa capilla San Pablo y Pedro,
barrio Hipódromo de Melo
El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?» (Marcos 14, 12...)

 Jesús que tuvo una misión itinerante por los lugares periféricos de Galilea, acercándose a los alejados y excluidos... Ese mismo Jesús que tuvo celebraciones multitudinarias como las multiplicaciones de los panes, la proclamación de las bienaventuranzas, curaciones de endemoniados y enfermos, y la entrada triunfal a Jerusalén... Llega el momento de la principal celebración religiosa de su pueblo Judío, y Jesús decide celebrarla en una casa de un desconocido, con su grupo intimó de seguidores. 

Varón
cargando un cántaro de agua
Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: «Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?» Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.

En la cultura de la época de Jesús, los roles de los trabajos estaban bien definidos, entre los que hacían solamente las mujeres y los que hacían solamente los varones. Ir al pozo a buscar agua era trabajo de las mujeres, madres, esposas, hijas, hermanas, esclavas. Jesús conocía su pueblo y sabia que había un varón que tenía que hacer ese trabajo. 

En la reflexión de la Palabra nos preguntamos porque seria asi. Quizás porque era viudo, no tenía hijas mujeres en su casa, ni sirvientas... O su esposa estaba enferma, imposibilitada, o no se había casado. Fuera por lo que fuera, no tenia una familia "bendecida por Dios" con todos los miembros necesarios. El hombre seguro era causa de "comentarios y exclusión". Recordemos que la familia, el matrimonio, los hijos, los sirvientes, la salud, todo era bendicion de Dios. La soledad, la viudez, la infertilidad, enfermedad y pobreza era causa de castigo de Dios.

Jesús que tendría muchas invitaciones y posibilidades de celebra la fiesta pascual, elige esa casa. ¿Como se habrán sentido los discípulos? Los cuales era deseos de los primeros lugares y gozaban de el éxito multitudinario. ¿Como se habrá sentido ese hombre? al ser elegido por Jesús que era reconocido como un gran profeta y futuro liberador de la opresión romana?
Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.

 En la fiesta de la Eucaristía, no podemos olvidar  el gesto profético que se transformó en modo de vida para todo aquel que quisiera ser discípulo de Jesús: el lavatorio de los pies. El elegir el lugar de los últimos en una actitud de servicio. 

Y después Jesús entre tantos alimentos de la mesa festiva, eligió el pan, que lo reconocemos como el elemento más sencillo, cotidiano, el cual no puede faltar en ninguna mesa. Lo bendijo con las mismas palabras que en su nombre mencionamos hoy en cada misa. Lo partió a ese único pan que era para todos, dándole a cada uno de los presentes. Queriendo quedar sacramentalmente en ese gesto. Lo mismo hizo con la copa de vino, que identificó con su sangre que seria derramada para el perdón de los pecados. 
El lavatorio de los pies identifica a Jesús con aquellos que hacen los trabajos mas sencillos, por eso todo discípulo tiene que hacer algunos de esos trabajos. Cuando los realizamos nos ponemos en comunión con los que lo realizan, los valorizamos. Lo que también nos llevará a pagar un salario justo a quienes lo hacen.  Lavar, cocinar, barrer, hacer leña....

En la capillita del barrio Hipódromo celebramos la misa cinco personas, casi fue una misa personalizada. Nos conocíamos por el nombre y todos pudimos vivir su palabra: comer su cuerpo y beber su sangre. De fondo teníamos a los jóvenes con su gritos jugando al futbol. Gran oportunidad fue, encontrarnos con ellos a la salida de misa, y ser nosotros "cuerpo de cristo" que en cada encuentro ofrece la misericordia, comprensión, el Amor de Dios. 
Hay un mundo de fueguitos encendidos, con pequeñas comunidades que se encuentran a la luz de su Palabra. Hay muchas personas adultas, y jóvenes que son servidores de su amor en los mas pequeños, que pueden ser niños, enfermos, o personas de la tercera edad. Estos que aportan su tiempo, su vida, su amor, sus bienes gratuitamente.... son también "cuerpo de cristo amando"
En la capilla San Expedito nos encontramos a reflexionar su Palabra y alguien pregunto: ¿Se puede comulgar con la barriga vacía? Lo que nos llevó a la reflexión, que si en una misa sabemos de alguien que no ha comido en ese día, por lo menos tenemos que acercarle pan para que se alimente. No estamos en comunión con Dios, si sabiendo que un hermano pasa hambre, no compartimos nuestro pan.

Por eso es muy bueno que después de un momento de reflexión, oración, o misa, se comparta la mesa. En esta comunidad se multiplicó el té, los refrescos, las pizzas, tortas, pascualinas... Sumándose el gesto de entregar las ropas donadas, para el grupo de jóvenes que había hecho visitas en uno de los barrios y querían responder a la necesidad de abrigo, especialmente para los niños.  
Que lindo ser iglesia de Jesús, nos regala el Padre mas misericordioso existente, el Espíritu mas sabio y compañero.... nos da la posibilidad de alimentarnos de su mismo cuerpo y sangre, para poder amar como él Ama. La iglesia es un mar de fueguitos diferentes...

Mi cuerpo es comida

Mis manos, estas manos y tus manos
hacemos este gesto, compartido
La mesa y el destino como hermanos
Vive en tu muerte y en tu vida.

Unidos por muchos granos de pan,
Aprenderemos a estar unidos
Ciudad de Dios, ciudad del hombre.
Comiéndote, sabremos cómo ser comidos.

El vino en tus venas nos provoca
El pan que ellos no tienen nos llama
estar contigo el pan nuestro de cada día.

Llamado por la luz de tu memoria
marchamos hacia el reino haciendo historia,
Eucaristía fraternal y subversiva.

Pedro Casaldáliga
Por nuestro uruguay profundo se celebra la Eucaristía, se celebra la vida "cumpleaño de Teresa" La mesa se hace altar y el altar se hace mesa. Por allá por la Micaela.
Jesús también a otras mesas por el olimar, donde se celebra la vida "cumpleaños" donde se recuerda a los seres queridos como una abuela de manera " Pascual"  ... El sigue compartiendo su Amor de comunión de espíritu de Pan compartido... aunque no mencionamos su nombre...Donde hay Amor esta Dios...

No hay comentarios:

Publicar un comentario