sábado, 14 de septiembre de 2024

DEVOLUCIÓN 2do. ENCUENTRO TALLER MISIONERO

Soplo el Espíritu, nos dejamos guiar y se dio la multiplicación de personas, vida y merienda. Hicimos el 2do Taller Misionero juntos, sin faltar jóvenes y niños, madres y abuelas.

A Julia se le inspiró proponer a la comunidad que pertenece, San Expedito, ir a visitar la comunidad de San Pablo en el barrio del Hipódromo; la cual quedó feliz de recibir comunitariamente. 

Llegamos a la hora fijada, y había la propuesta de esperar la llegada de una vecinas. La espera es también encuentro. Doña Selma agradecía haber tenido 11 hijos, tener 30 nietos y el reciente nacimiento de bisnieto 14.
En el 1er. taller vimos la genealogía, antepasados y nacimiento de Jesús y nuestro. Hoy veríamos nuestras andanzas, relaciones familiares, comunitarias y con Dios. A la luz de la vida de Jesús. 

En la presentación la abuela recordó a su "viejo" fallecido, y cada uno fue nombrando a seres queridos que se nos adelantaron en el camino. Con lágrimas y voces temblorosas se recordó a abuelos, padres, esposos, hijos, ahijados, amigos, vecinos. El recipiente con arena simbolizaban el desierto, de muerte, pérdidas, soledad... 
En el grupo del salón del patio trasero de la catedral, alguien compartió su actual quebrada relación con su hijo. Otra persona puso sobre la mesa: el no poder superar la muerte de uno de sus hijos. Recibiendo una mano que le dijo mirándolo a los ojos: te comprendo porque me paso lo mismo. Después de dar lugar al necesario silencio, un hombre aportó: gracias a la fe en Jesús muerto y resucitado, puedo vivir con alegría y esperanza, habiendo despedido a mis dos únicos hijos
MATEO capítulos 3 Y 4
Ayer y hoy escuchábamos a un Jesús que sin tener pecado eligió acercarse a las personas que se reconocían pecadores y buscaban el bautismo de conversión dado por Juan. 
Dios está en todos lados pero la mejor manera de conectarnos con él es reconociéndonos necesitados de perdón. El busca al perdido, que pide ayuda para volver al camino.
Vimos que el mal se manifiesta particularmente en "nuestros desiertos" y nos propone transformar las piedras en pan: ser nosotros el salvador de alguna situación o persona. Cuando nos creemos Dios, nos transformamos en hacedores individualistas, no escuchamos la voz de Dios y nos separamos de lo comunitario. 
Jesús viviendo el dolor de la muerte de su primo, amigo, Juan que lo bautizó, venció la tentación de intentar salvarlo, de ser el caudillo que da pan y sintió la necesidad, eligiendo el camino de tener una vida comunitaria, invitando a los pescadores y otros considerados pecadores, para formar una comunidad para escuchar a Dios y ayudarse unos a otros.
Soplo el espíritu en la presencia de los niños que andaban en la vuelta. En dos jóvenes enamorados que pasaron a saludar. Supimos escuchar el soplo del Espíritu en ellos, les dimos lugar y culminamos rezando juntos entendiendo que cuando se ama: todo es bendecido por Dios, tanto en el encuentro, como a la distancia física.

OTROS APORTES AL TALLER 
de distintas partes del País 
La vida de Jesús me propone ser valiente y apasionado, abierto al encuentro con todos, con sanos y con los enfermos. A unos simplemente para encontrarnos y a otros para ayudarlos si quieren ser ayudados. Esto lo podemos poner en práctica en cualquier vocación, en la vida corriente de trabajo, de vecino, laico. 

Mis tentaciones creo es poner referentes por encima mió, y seguir la voluntad de lo que ellos me proponen, sin preguntarme si es lo que yo realmente quiero. Jesús buscaba escuchar la voluntad de Dios. Jesús tendría que ser el máximo referente. Cuando niño se aprende obedeciendo, pero después hay que madurar y animarse a tomar las propias decisiones. Hay muchos jóvenes que no asumen su vida y obedecen lo que el mundo les impone, y así andan esclavos de adiciones. 

¿Que pasos tengo que dar? Creo que los estoy dando, desde la partida de mis padres, he tomado mis propias decisiones en estudio y trabajo. He decidido estudiar algo que me sirviera para el trabajo y me vine de la ciudad al campo. He decidido vivir y trabajar en el campo y creo que es lo que Dios me pide hoy. 
Si Jesús fue tentado haciéndose uno de nosotros, todos nosotros somos tentados y a veces caemos en la tentación, pero siempre está el perdón. Jesús eligió el bautismo de Juan por humildad, acercándose a los que se reconocen pecadores, necesitados del amor de Dios que él nos puede hacer llegar. 

Este taller nos hace bien por que nos hace escuchar, reflexionar y compartir sobre la Palabra en nuestras vidas.
Cuando estamos en buen camino, a veces somos tentados a trabajar más, para tener más, diciendo que es para compartir con los demás... y dejamos de tener tiempo para compartir nuestra vida con los demás, con nosotros mismos, con Dios.

El taller, su palabra, nos ayuda a ver que no es lo central lo material, que tenemos que ser solidarios, compartiendo nuestra vida y tiempo. Jesús ante todo nos dio la cercanía del Dios con sus palabras y gestos. 
Los desiertos son parte de la vida, tienen que existir para que podamos discernir cómo saciarnos y para dónde dirigirnos.

La comunidad es una referencia importante en mi vida, son el sostén y el oído cuando estamos desorientados ante un mundo que nos ofrece demasiadas tentaciones.
 
Con respecto a la Palabra, la escucho todos los días, e incluso en el grupo de jóvenes la leemos siempre, pero me cuesta la interpretación.
 
Agradezco esta instancia de mirar nuestra vida a la luz de la palabra. Juan el Bautista un testimonio verdadero, no solo por el anuncio sino por su estilo de vida, tan distante al que vivimos hoy.
En cada desierto que se nos presenta en nuestras vidas, llevando a Jesús, encontraremos un oasis. Referente a su bautismo pensamos que Jesús se puso a nuestra altura, (a la de los que se reconocían y nos reconocemos, necesitados de perdón) para llevarnos a la conversión. 

En cuanto a los primeros discípulos vemos que buscó gente sencilla, humilde, que no dudó en dejar sus bienes materiales y familia para seguirlo, tomando un tiempo para estar con él y servirlo. (como lo estamos haciendo ahora nosotros) El taller nos pareció instructivo, con la Palabra y testimonios que nos nutre y une en comunidad. Es ameno.
Vimos que como Jesús también nosotros nos encontramos con dificultades en el camino de la vida y de nuestro caminar como cristianos. Buscando con la fé tenemos poder llegar a los que estan perdidos sin encontrar caminos. Muchos están silenciosos y no encuentran el oasis.
  
Es muy bueno sentir esa fé para ayudar a encontrarlo a ÉL y salir adelante. Tener  paciencia y de apoco llegar a los demás con la palabra de  Jesús quien  también tubo dificultades y las superó.

 Él, hoy nos pide cosas diferentes y fuerza para caminar. Se acerca y nos invita a una relación con Dios y con los demas que sea humana. Asi seremos  Misioneros como él, que nunca dejo de volver a recomenzar.
La fe cristiana se vive en comunidad y la comunidad tiene que alimentarse de momentos de convivencia. Cuando algo se hace en nombre de Dios, puede faltar vasos, cubiertos, mayonesa... pero hay deseos de estar juntos y se hace fiesta con lo que hay. 
La iglesia al comienzo era así: en pequeñas comunidades se reunían en las casas a compartir las enseñanzas de Jesús, se recordaba sus palabras, se veía como ponerlas en prácticas y ninguno pasaba necesidad espiritual y material. 
En una casita de campaña una madre y una hija adolescente están realizando el taller y comentan lo bien que les hace en su relación encontrarse y dialogar siendo tres con Jesús, sabiendo que están unidas a muchas personas más en este taller.
Este miércoles 18 
enviamos el 3er. encuentro, 
a los anotados, 
para continuar con el taller, 
Si alguien se quiere sumar, 
Clarita sigue anotando: 
093 884 360

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