El inicio de este viaje se remonta al año pasado, donde si
bien fuimos en caravana en varios vehículos, en el “rojito” este año fuimos los
mismos integrantes del año pasado, Abigail,
Jessica, Erik y yo… señal de que se disfrutó mucho y se generó una confianza
tal que quedaron ganas de repetir el viaje y por eso este año arrancamos el 29
de agosto tipo a las 6 AM nuevamente rumbo a Fraile Muerto con una neblina
importante, calculando llegar a mediodía.
Como al final íbamos con tiempo decidimos pasar por el “Salto
de Agua” que queda a unos 2 KM de Cerro Chato en el Departamento de Treinta y
Tres para conocer un poco más de nuestro querido paisito que tantos rincones de
paz tiene para ofrecer y muchas veces no conocemos.
Cuando llegamos a la Parroquia nos estaban esperando para
almorzar con Jacinta que el día antes había festejado su cumpleaños y se le
notaba en la alegría que transmitía que estaba muy contenta y quería compartir
esa fiesta que siguió en estos días con nosotros.
Mientras Julio se dedicaba a hacer un arroz
que quedó buenaso y se asaban unas presas de pollo en la estufa ya empezamos
con la compartida del viaje y cómo estaban las cosas por allá…y por suerte esta
vez Dorita se olvidó de reclamarme que le había subido la factura de UTE, jajaja!!!
Como a las 15 hs arrancamos para Toledo donde tuvimos celebración
con la comunidad donde los que llegamos nos presentamos y varios de la
comunidad nos compartieron cómo venían trabajando y cómo les habían afectado
estos tiempos de “pandemia” además de
cómo vivían su día a día.
Luego de la celebración compartimos una merienda y un rato
de juegos con toda la comunidad donde hubo espacio y actividades inclusivas para
todos y mientras algunos jugaban a la conga otros jugábamos al truco y otros
más osados ya jugaban al ping pong, al futbolito y al volley…
A las 19 más o menos tuvimos un encuentro muy sentido y
profundo con el grupo de jóvenes de Toledo – Fraile Muerto en Toledo donde nos
hicieron un resumen a los visitantes de lo que han estado trabajando en el año
para ponernos a tiro con la reunión que habían preparado Analía y Fernando que
la verdad estuvo muy linda y me transportó a mis épocas de Pastoral Juvenil en
Carmelo donde teníamos también un matrimonio de referencia como ellos y donde
ahora prácticamente no quedan jóvenes que se acerquen a la parroquia porque no
hay propuestas ni proyectos interesantes que los convoquen ni asesores o
animadores como acá que se preocupan y permanentemente están convocando a los
gurises para que participen, sin darse cuenta tal vez de la dimensión de lo que
hacen y la vigencia que le dan a una propuesta tan importante para los jóvenes
que necesitan la contención, el apoyo y la posibilidad de crecimiento
espiritual que se les brinda, por lo que no me quedan más que palabras de
agradecimiento para ellos por su trabajo, su alegría y su entrega a pesar de las dificultades y a los jóvenes
por apostar a esta propuesta de crecimiento personal que aunque a ellos no les parezca
o no se den cuenta se nota mucho que han crecido en este año y poco que no los
veíamos.
En la dinámica nos dividimos en tres grupos donde cada uno tenía una
canción para escuchar con 2 preguntas personales para compartir en el grupo y
una pregunta general que era “Cómo se ven los jóvenes hoy?” y a la que cada
grupo representó ante todos con sketches, teatro o canciones, de la forma que
mejor se nos ocurrió.
Realmente la compartida en los grupos chicos estuvo muy
linda y muy vivenciada por la profundidad de las preguntas y creo que hablo por
todos cuando digo que a los visitantes no nos costó integrarnos, compartir, ni
aprender de otras experiencias.
Luego de la reunión aparecieron los porotos que se
preparaban en la cocina mientras dialogábamos en los grupos para la cena
también en comunión con los jóvenes en mesa grande y después seguimos con
juegos, guitarreada e integración hasta cerca de la 1 AM.
Después como buenos visitantes
nos desparramamos como semillas para quedarnos en casas de distintos parroquianos, Erik se
quedó En lo de Julio, Jessica y Abigail se quedaron en lo de Lucía y yo me
quedé en lo de Analía, Francisco, Joaquín (que me cedió su cuarto) y Clarita, donde
tuvimos lindas charlas de las viejas épocas de la PJ también con Analía y
Fernando. De mi parte estoy muy agradecido por la confianza, el cariño y la
acogida que me brindaron en su cálido hogar.
El Domingo a almorzamos un rico y variado asado hecho por
Joaquín en su casa acompañado con arroz con una compartida general de lo que
habíamos vivido y a las 15 más o menos arrancamos para la Parroquia de Fraile
Muerto para aprovechar la soleada tarde jugando al volley...
A las 17 hs tuvimos la misa donde compartimos con toda la comunidad de Fraile Muerto se
compartieron experiencias, cantos y vivencias al estilo especial de Nacho que
siempre se le ocurren formas originales de celebrar la vida en comunidad, como
dar el saludo de la paz con la mirada para mantener la distancia y cuidar la
salud en esta época tan especial en que seguimos celebrando la vida en las voces de Abigail y Jessica que nos regalaron esta hermosa canción de la que comparto un fragmento:
Al finalizar la misa nos despedimos sin nada de ganas de
irnos, pero tuvimos que arrancar de vuelta para Montevideo porque al otro día
había que trabajar…sabiendo que siempre hay una comunidad abierta para
recibirnos cuando podamos!!!
Un millón de gracias y bendiciones a todos los que
participaron, compartieron y crecieron con nosotros y especialmente a quienes
nos abrieron sus niditos colibrí para instalarnos!!!
Un fuerte abrazo colibrí para esta gran comunidad!!!
Leo
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