Del Jueves al Domingo pasado anduve de visita por Ombúes visitando a la Pocha (y cuando digo la Pocha es por poner un nombre, porque se visita a toda la familia) y enseguida me hizo acordar mucho al espíritu de los guaraní que descubrí en el viaje a Bolivia en el 2014 en el sentido de que ponen todo lo mejor de sí a disposición de la visita y te hacen sentir parte de la familia desde que te esperan para acompañarte en el viaje desde Carmelo a Ombúes como hizo Abigail que se quedó un rato más en Carmelo después de salir de clases para ir juntos (porque a mí me cuesta mucho arrancar solo).
El mismo Jueves tuvimos la reunión de la comunidad familiar en lo de la Pocha (que además la cambiaron de día para que yo pudiera estar) en que me sentí acogido como uno más de la familia y en la dedicación que le ponen a la preparación de la dinámica y en el sentimiento de lo compartido. La verdad era algo quería vivir desde que me enteré que existía y lo sentí como una vivencia muy linda y enriquecedora ya que no es fácil que en una familia con sus ocupaciones, preocupaciones, estudios y trabajos propios se tomen además un tiempo para compartir la cotidianidad desde la espiritualidad y la fe.
Qué lindo sería que hubiera más comunidades familiares de este tipo con la suficiente capacidad de dejar de lado las diferencias que siempre tenemos por ser seres humanos únicos e irrepetibles para compartir la palabra como creo hacían las primeras comunidades en comunión con el espíritu de Jesús que se siente presente en las reuniones donde desde los niños a los más grandes escuchamos y somos escuchados por igual con atención y respeto.
El viernes fue un día de charlas y mates compartidos hasta el ensayo de la murga “De Arco a Arco” en lo de Nelly, Salpicho y flia. donde también fui incluido aunque hacía bastante que no cantaba en murga y a pesar de conocer poco y nada a varios de los integrantes también me aceptaron como uno más y repasamos mucho del repertorio con una fluidez como si nos conociéramos desde siempre y sobre todo en un ambiente de alegría, diversión, compañerismo y goce, cosa que no me pasó ni siquiera en mi época de muga joven donde ensayábamos mucho más seguido pero el espíritu de competencia de algunos influía negativamente en los demás.
La lluvia del viernes de noche fue una aliada importante a la hora de la compartida nocturna después del ensayo, donde estuvimos hasta altas horas de la madrugada compartiendo la vida también con Jessica que se quedó en lo de la Pocha y hasta incluimos a Erik por videollamada (que era el único que a esa hora calculamos podía estar despierto, jaja!!).
El sábado en la mañana y la tarde tuvimos recreación y en la noche por iniciativa de Dahiano terminamos jugando al volley y compartiendo una chorizada en Paso Antolín, donde me encontré sin querer también con Loren y a Nico (otra hija de Pocha y el marido que viven en Tarariras) de lo cual estoy también muy agradecido no solo por el encuentro sino también porque hacía mucho que no jugaba al volley y por la disposición de todos para que uno que va de visita pase realmente espectacular!!!
No alcanzan las palabras para agradecer a todos y cada uno por todo lo compartido y vivido en estos días!!!
Lindo haberlo vivido, pa poderlo contar!!!
Leo
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