EXPERIENCIA DE MISIÓN EN LA AMAZONIA BOLIVIANA – NAHIR CURBELO
(Laica Franciscana - Colibrí, de San José)
La misión se realizó en la comunidad T'simane Misión Fátima del municipio de San Borja, Beni, Bolivia, convocada por REIBA (Red de educación intercultural bilingüe amazónica) entre febrero y diciembre del 2022.
Las Misioneras Lauritas presentes en el lugar se ofrecieron para
recibir misioneros y colaborar con la Red.
REIBA realizó la capacitación
(modo virtual) un año antes a los voluntarios con la participación de diferentes
exponentes que trataron documentos de la Iglesia, especialmente Laudato Si,
Querida Amazonía, Fratelli Tutti, testimonios de misión, pastoral indígena,
derechos…
Luego de saber el lugar de
destino hubo encuentros virtuales con la comunidad de hnas que nos iba a
recibir para conocer más concretamente la realidad del pueblo t'simane y la
misión.
Los objetivos de la misión son
(porque aún continúa) fortalecer una educación comunitaria con la propuesta de
la Educación intercultural bilingüe integrando a la comunidad indígena,
educativa y de agentes pastorales.
MISION
En la misión participan las hermanas Lauritas y la voluntaria, intentando integrar a los maestros (algunos nativos y otros de afuera) y a ministros de la Palabra del lugar.
Los recursos económicos son
principalmente de las hermanas misioneras con apoyo del Vicariato. Reiba
colabora para el mantenimiento de la voluntaria. Para llegar al lugar de misión
desde el su país, cada voluntario asumió el costo.
Los niños y los jóvenes fueron a quienes se les pudo
acompañar más.
La dificultad del idioma, el
poco interés de los docentes y del corregidor (autoridad comunal) no permitieron
avanzar más en los objetivos planteados. Especialmente recuperar saberes con
los adultos para trasmitir en la escuela e integrarlos en las celebraciones
dominicales.
Se coordinó con la Distrital de
educación, Alcaldía, Gran Consejo T´simane y el Instituto de Lengua T´simane
para realizar talleres a la comunidad educativa.
También se participó en la
Pastoral indígena
Para llevar adelante la misión
se realizaron reuniones con las autoridades comunales, equipo de docentes,
agentes pastorales, talleres, visitas a las familias y entrevistas
especialmente a los mayores de la comunidad.
Acompañamos especialmente en
actividades en la escuela y en apoyo escolar en la casa de las hermanas y en la
de alguna familia.
Las visitas a las familias
fueron muy enriquecedoras, lamentablemente no pudimos llegar a todas por las
distancias y a veces por el río. Las casas están dispersas a lo largo del río y
arroyos, ya que es su principal fuente de vida. Las más lejanas están a unas 4
horas caminando por senderos entre la selva.
Se aprovecharon las fiestas
comunitarias y encuentros de la organización T´simane, como así también
actividades organizadas por la ONG que se encuentra en territorio
Se llevaron adelante misiones puntuales en otras comunidades aprovechando las fiestas patronales o litúrgicas, cuando el río permitió el traslado.
El interés de los niños, la
confianza que fueron teniendo, el esfuerzo de caminar a veces más de una hora
cruzando el río para llegar con una sonrisa a clase, o los jóvenes a los encuentros, la abuela que
comparte sus pescaditos asados (su única comida dejada por la familia al irse a
trabajar el chaco), son signos innegables del Reino.
POST MISION
La evaluación fue permanente ya
que era la primera experiencia Reiba en el lugar, se realizo durante la visita
del coordinador y al finalizar con el equipo y la comunidad de hermanas.
Durante el tiempo de misión se
fue revisando a medida que se realizaban las actividades y se veían las
dificultades para ir adaptándose al lugar.
Se vio la importancia de seguir
con el apoyo escolar y el acompañamiento a los maestros. Apoyar el aprendizaje
de la lengua por parte de los docentes que vienen de afuera.
Continuar con el rescate de
mitos, leyendas y tradiciones que se puedan incorporar a las celebraciones dominicales
y a la currícula escolar.
Ya se encuentra en misión un
nuevo voluntario con el que se fue compartiendo mientras seguíamos en la
comunidad y seguimos apoyando.
La oración personal y
comunitaria ha sido uno de los pilares importantes, durante la formación y en
la misión.
Como viví con una comunidad religiosa compartí con ella todos los momentos de oración (liturgia de las horas, retiros mensuales, celebraciones). La Naturaleza fue una constante oración.
Actualmente mantenemos una reunión mensual por zoom con los voluntarios que ya regresamos a nuestras casas. Y con Nery (voluntario paraguayo en Misión Fátima), semanalmente o cuando le es posible conectarse seguimos compartiendo.
Agradezco a Dios, a quienes me
invitaron a participar y me han acompañado por esta experiencia única de
conocer otro pueblo, otra cultura, otra forma de manifestación del Amor.
Un Dios que como dicen los T´simanes, no le ponen nombre, no necesitan nombrarlo, porque está en todo, en el río, en la selva, en los animales, en los acontecimientos.
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