FIESTA DIOCESANA

Participamos como parroquia de Fraile y su comunidades en la Fiesta Diocesana. Siempre una delegación parroquial representa a todos.

Fue un momento de encuentro, reflexión, oración, fiesta, de poner en práctica el deseo de Dios: reconocerlo como Padre Madre de todo ser viviente, procurando vivir como hermanos.

Deseo de Dios, que es propuesta de la iglesia sinodal: caminar juntos como hermanos, con lugar para tod@s

Los jóvenes que fueron a la jornada mundial de la juventud nos agrandaron el corazón con sus testimonios. Alimentaron nuestra fe y esperanza en un mundo mejor. Hay mucha gente en el mundo haciendo gestos de amor, aportando al Reino de Dios.

 Francisco, el Papa, nos recuerda que: en la iglesia hay lugar para todos... 

Y cuando en ella hay un verdadero encuentro con Jesús, nos encontramos con la fuente de la misericordia, de la vida y el amor verdadero. 

En la misa recibió el ministerio de la catequesis Carla. Francisco va abriendo puertas... Va dejando entrar a la mujer a lugares que eran para unos pocos varones... Va dejando la puerta abierta para tod@s los que tengan ese carisma.... Los lugares en la iglesia son para servir...

Carla dentro de su testimonio dijo: veo mucha gente buscando a Dios, no puedo entender un encuentro verdadero con el Dios de Jesús, sin vida en comunidad... Da pena ver qué hay gente que busca solitaria mente la realización humana y el encuentro con Dios...

La palabra, anunciada por Pablo nuestro obispo, nos recordaba que el encuentro con el Dios de Jesús es en clave de fiesta. Con invitación a los considerados buenos y malos... Y en el encuentro comunitario con Jesús a cada uno se le ofrece gratuitamente una túnica nueva... que es la gracia.

Para Dios no hay persona descartable o irrecuperable. Lo difícil para Dios es que muchas veces el nos ofrece su gracia para ser mejores y nosotros creemos que los que necesitan cambiar son solamente los otros ... Los invitados a su fiesta somos nosotros y es a cada uno que se nos ofrece una túnica nueva...

Y cuando cambiamos, cuando cambia nuestra iglesia, nos descentramos de nosotros mismos. El amor de Dios nos impulsa a amar a los menos amados. La solidaridad es el termómetro de la fe. 

Por eso fue muy evangélica la propuesta de equipo organizador de hacer el gesto de un ofertorio dónde cada parroquia trajo: alimentos, ropa, artículos de limpieza... Para compartir con los que sufrieron las inundaciones. 

Y la vida en cada comunidad continúa... Y es lindo cuando sentimos al otro como familiar... Es una gracias especial de la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

Hoy hicimos fiesta, festejando los 71 años de Palmira. Y en las fiestas también aparece la posibilidad del servicio y del regalo de cada presencia ....

La Palabra de Jesús de este lunes, es muy clara para los que siguen esperando o añorando un mesías: estuve con ustedes de tal manera y de tal otra y nadie les sirve....

Palmira es una persona que se ha mantenido en la comunidad con curas bien diferentes... Porque busca, necesita y sirve a Jesús... Quien está en medio de la iglesia a pesar de nuestros errores y horrores....

Y como para finalizar el día... Fuimos a Galilea.... Al encuentro con las chicas que se reconocen necesitadas del abrazo misericordioso y sanador de Jesús... Fuimos también buscando ese abrazo...

Con la palabra en el centro que nos decía: al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.... Con una dinámica periodística, entrevistamos a Ester y Ivo que venían del encuentro de la familia de la Fazenda con Francisco el Papa.

Realmente fue lindooo.... escuchar los testimonios ... Y recojer cada uno lo que lo conmovió... A la luz de Jesús en distintos encuentros... Que nos da la gracia de distinguir lo que es del César y lo que es de Dios en nuestra Iglesia, en nuestros grupos de referencia y en nuestra propia persona ...