- Te veo contento, pero también nervioso. Me dijo mi madre que bien me conoce.
Es que hoy comenzamos con el primer grupo de niños a celebrar el sacramento de la reconciliación - confecion.
Feliz por tener el encargo de la iglesia de acompañar a vivir este sacramento que cuando lo viví por primera ves en mi juventud, sentí que nacía de nuevo...
Nervioso porque se que para estos niños es su primera vez, y los va a marcar. Quisiera que experimentaran el encuentro con Jesús que tuve la gracia de tenerlo (p. César fue mi primer confesor) y se me sigue regalando ( p. Pochelu hace unos días me acompaño en mi reconciliación con Dios, con mis hermanos y conmigo mismo).
Lo primero fue dar tiempo a que todos nos tranquilizaramos un poco. Encontrándonos al rededor de una mesa como altar con algunos signos. A mí me sirvió de mucho ser parte mareando en silencio.
Creo que fue muy bien vivido... Fue una muy buena idea de celebrarlo en pequeños grupos. Seguiremos con 4 grupitos más. Y fue lindo hacerlo como celebración comunitaria: se acompañaron unos a otros y después de la reconciliación personal un rato de fiesta.
Quizás lo que nos falta es que sea una celebración también con la comunidad y familiares que quieran vivirlo y acompañar.
Para escuchar a los que participaron del encuentro de formación en Montevideo y para ver la posibilidad de un encuentro con el tema de "salud mental".
Realmente lindo el escucharnos y planificar juntos. Este modo de hacer las cosas ya es "saludable y cristiano".
Feliz de entender y vivir que la misa es para poner todo en manos de Dios. Feliz de ver qué la celebramos de manera misericordiosa, acojiendo a cada uno así como viene... Y de manera solidaria.
El encuentro con Jesús nos limpia y agranda el corazón. Nos libera del egocentrismo. Nos hace ver que somos parte de un tejido mucho mayor.
Es lindo, lindo, sentir con la iglesia que junto al PIT - CNT busca algo mejor para el mundo del laburo...
Lindo lindo, también recibir noticias de hermanos sacerdotes y laicos que están de misioneros en África, Angola... 
Lindo lindo, tener hermanas y hermanos en las luchas sociales... A favor de la mejor vida para todos...
Lindo lindo, sentir, saber que hay hermanos rezando por nosotros. Luis celebrando sus 70 años de sacerdocio y Yola y sus hermanas de retiro estos días...
Toda guerra comienza con sentir a alguien como nuestro enemigo... Y eso puede pasar cuando no le damos lugar en nuestro corazón, cuando no lo aceptamos diferente a nosotros.... Cuando nos creemos el centro del universo....
Cuánto para rezar esta noche y mañana en la fiesta Diocesana.... Sumándole a lo que cada uno lleve... Es hermoso sentirse parte de un gran pueblo que camina hacia la liberación acompañado del señor...
El poner todo en manos de Dios nos aliviana la mochila... Y nos hace humildes ante lo bueno que nos toca vivir. Ante Dios descubrimos que todo lo bueno viene de el.
Y el alivianar la mochila junto a la humildad ante lo bueno que vivimos, nos hace ver el bien que otros hacen y sentirnos parte.
Linda linda propuesta de la vicaría pastoral de que las ofrendas de la misa de mañana sea aportando un granito a los que sufrieron las inundaciones. A nosotros nos tocó "elementos de limpieza" a otras parroquias les tocó ropa, a otros comestibles..
Es lindo saber que hay otros fueguitos encendidos. Que hay jóvenes y adultos preparando otra parte de la fiesta...
Es lindo sentirse iglesia y cultivar esas relaciones. Es lindo difrutar de que hay otras y otros que nos representan en el encuentro misionero en Argentina.
Como dice la Palabra: hay una gran fiesta donde todos somos invitados.... El nos ofrece el vestido del perdón, la humildad que nos hace sentirnos hermanos....
Que nadie quedé sin ser invitado... Descubramosnos como elegidos para animar la fiesta desde ya ...
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