La celebración de la eucaristía comienza con la acogida y ponernos en su presencia que es encuentro misericordioso.
El mismo sábado después de la merienda, con las caras pintadas de la tierra de los otros, celebramos el perdón.
Hubo música de guitarra, acordeón y tamboritas para recibir la Palabra que es otro modo de presencia de Jesús, traída por Pocha y los niños bailando.
Recordamos que somos creados a imagen y semejanza de Dios, somos Amor... por lo tanto lo que hay de malo en nosotros es adquirido desde fuera, que se reproduce dentro nuestro y sale hacia el otro haciéndole mal.
Al único que podemos cambiar es a nosotros mismo. Y el camino fue propuesto por los niños: crear una manualidad que represente algo de lo que queramos sacar de nuestra interioridad, porque no es Amor y nos lleva a relacionarnos de manera equivocada.
Apagamos las luces, alguien invocó el espíritu que es viento... nos erizó el canto de Noelia y la música de Emanuel. Estábamos a la luz de una vela encendida. Y con otro canto de Amor y perdón cada uno fue quemando aquello que representó en la manualidad, que era algo a ser "carpido" de nuestra tierra interior.
En un largo silencio, brotaron lágrimas y diversos sentimientos. Para unos cuantos de los participantes, este fue el momento más profundo del retiro. Es hermoso estar en un lugar donde pueda mostrarme con "mi barro" y aún más bellos el sentirme limpiado.
Se encendió la luz, y Jorge Techera invocó una bendición de misericordia. Se compartieron testimonios de esta experiencia de perdón y le ofrecimos nuestro cuerpo a Jesús para transmitirle la paz de Dios a nuestros hermanos, por medio de abrazos.
Y las sacerdotisas y sacerdotes se fueron a la cocina a preparar la cena. Y se armó truco y mate. Otros preparan los cuartos que serían comunitarios. Como Colibríes, distintos a los horneros, la prioridad no es hacer un buen nido y si que en la sencillez de la casa "quepan todos".
También hicimos presente a los que están desde la distancia física, mencionamos sus nombres y acompañamos la oración con un "presente". Desde el cielo entre otros recordamos a "el pequeño Gustavito de la familia de la casa", a Muchi guaraní iniciador de este grupo, a Valdir de Río Branco, a Víctor que partió cuando estábamos aquí mismo en el encuentro anterior...
Hicimos presente los saludos de: la familia vecina, que quedaron aislados por los 90 milímetros de lluvia, son parte de esta comunidad, saludos de Julio el padrino desde Suiza, Ana María colibrí en Barcelona festejando el cumple de un sacerdote Filipino, Nelda parte de esta familia desde Córdoba Argentina y Jorge el monje Benedictino, Ivo desde Paraguay, Myriam desde la Rioja, Teresa y la Chiqui desde Corrientes Argentina, Juan el ciclista desde Italia que recordaba ser alojado por aquí cuando la Vuelta ciclista del Uruguay, Lucy desde Puerto Rico, Nilo desde Brasil...
La hermana Jola llegando desde Polonia, Chiquita desde Durazno, Pablo y Romina desde la costa de oro, Nahir desde su compromiso presentándonos a todos con la lucha por el agua, Doris, Viviana y Cristian desde el Olimar, Stella, Sylvia y Carmen desde Río Branco, Noelia desde Colonia, Marta desde Dolores, Graciela desde Tupambaé, Dora, Ana, Virginia, Mery, Mabel, Federico... desde Melo y muchos otros nombres mencionados que estuvieron Presente.
Cena, música y las fotos del día. El tiempo pasa igual para todos. Unos tienen la sensación que se les va la vida rápidamente. Otros buscamos contemplar y recordar "las fotos del día" los momentos donde vivimos en Amor. El recordar y compartir es volverlo a vivir, para caminar hacia adelante ... Alimenta y se puede dar testimonio de la presencia del Amor de Dios entre nosotros... y ya comenzaba a nacer el domingo....
El domingo a la mañana, después del milagro de haberse multiplicado el espacio y colchas para dormir... cada uno a su hora se fue levantando. Espontáneamente alguien hace leña, otro enciende la estufa, otro barre, un grupo prepara el desayuno, alguien calienta el agua...Se afinan guitarras, comienzan los mates a compartirse... en aquel salón que fue: cocina, comedor, lugar de reflexión y oración, confesionario para el perdón, hospital de campaña de sanación y también dormitorio. Nadie quedó afuera, ni se rechazó a nadie por capacidad colmada... hubo lugar para José y María.
Cada uno que vuelve a un encuentro colibri y cada uno que viene a participar por primera vez "dice algo de lo que hay cuando nos encontramos" . Algo que no hemos podido definir, pero sin duda que viene desde bien adentro y atrae... El modo de encuentro colibrí lo creemos: "uno de los soplo del Espíritu Santo para estos tiempos presentes..".
Hermoso ese don narrativo que tienes Nacho,nos hace revivir cada momento.Gracias por tenerme presente!!
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