sábado, 18 de junio de 2022

EN LA FIESTA DE TRES ISLASE MULTILICARON LOS PANES

En está comunidad perteneciente a la parroquia de Fraile Muerto, celebramos a San Antonio, que es su patrono, y la fiesta de la presencia de Jesús en la eucaristía.

 Cuando llegamos al lugar, los colores de la ambientación de la capilla, revelaban que hubo un muy buen trabajo previo.


La fiesta comenzó con la misa, a la cual fue invitado Pablo nuestro Obispo. En la homilía nos invitó a compartir el cuando y porque se invoca a San Antonio. Cuando algo se pierde... incluso en el Amor... fueron los aportes.
 Luego nos contó el camino de santidad  de San Antonio, y la gran importancia que tubo su Amor a la Palabra. Y después con el encuentro con San Francisco, el desarrollo de una vida contemplativa. 
Entonces la manera mejor para crecer en el Amor es: - "alimentarse personalmente y comunitariamente de la PALABRA de Dios en la escritura bíblica y en la vida cotidiana, en la creación, en las relaciones humanas, dando mucha importancia a los encuentros, especialmente con los más pequeños.
En el ofertorio la hermana Syrley, siendo franciscana, nos compartió el sentido profundo de los "panes" ofrecidos a San Antonio.
 Recordando aquella mujer que sufría la pérdida de su hijo pequeño, y le prometió hacer panes, según el peso de su hijo para compartirlo con los más necesitados, si Dios por la intercepción de San Antonio le devolvía la vida. Y así fue.
También Pablo nos alegro a todos haciéndonos tomar conciencia de que la Palabra de hoy, se hacía vida en la comunidad de Tres Islas, por el largo camino recorrido comunitariamente compartiendo dones y bienes, para que se de el milagro de calmar el hambre de lo material y lo que tiene que ver con el Amor, con lo espiritual.
Alicia resaltaba el beneficio organizado por la alcaldía, que unió al pueblo, en bien de dos escuelas, la policlinica, y la capilla.
Pablo culminó resaltando que todas esas actividades, es soplo del Espíritu Santo, enviado por Jesús, y presente en la comunidad y ahora de manera real en su cuerpo y su sangre, en la Eucaristía.
Y después siguió la fiesta,
 con la presencia franciscana de los diferentes bailarines que incluyeron en la fiesta a la creacion.
También la comunidad, acogió a una brujita, que no recordaba su nombre....
Y una ada que escuchaba los sueños de los niños y los hacia realidad...

 tranformandolos en aquello que ellos querían. 
Ojala cada uno de nosotros podamos dar lugar a Jesús en nuestro corazón y escuchar cual es el "sueño que Dios tiene para nuestra vida".
Y bajo la caricia de Dios, que nos regalo una tarde de sol, se armó un picadito.
 El obispo animando a los más chiquitos, y el párroco a los más grande. 
El resultado fue una histórica Goleada de 6 a 0. Sin duda... Dios estuvo de parte de los que siempre está: los más pequeños.
No faltó la torta, el café, los refrescos, el agradecimiento a quienes han apoyado el camino, los beneficios.

Fue una verdadera fiesta con Jesús. El que se entregó por nosotros, y se sigue entregando en cada gesto, servicio, en cada compartir realizado con Amor y por Amor. 
En la unión está la fuerza, alguien recordaba. La Palabra y la Eucaristía hace posible esa unión con nuestras diferencias.

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