¿ Qué son los colibríes?
- La foto del primer dia a la noche dice mucho... Personas de distintos lugares, distintas edades, en familia, o volviendo a comenzar una relación de amor. Siendo laico, o presbítero ejerciendo o no. Los rostros de unos y otros viviendo la alegría del encuentro, dicen lo que somos los colibríes y aun no podemos definir.
No todos llegamos a la convocatoria de comienzo a las 15 hs del día sábado , algunos trabajaban y se fueron sumando según sus posibilidades. Tanto fue asi que un hoven sacerdote llego el domingo al mediodia despues de su trabajo pastoral de fin de semana y bendijo la mesa y quedo encargado de averiguar un lugar para el proximo campamento. A los Colibries nadie llega tarde...
Somos brotes y frutos
de otros encuentros...
de otras personas...
La nostalgia nos pone la mirada atrás: el pasado fue mejor... Recordar es volver a dejar pasar por el corazón lo vivido, para creer que es posible ... descubriendo que las semillas del reino están sembradas y que tenemos buenas raices. Para dar lugar a una mejor vida en el presente aquí y ahora...
EN CAMINO
El camino del caminante,
el vuelo del colibrí,
comienza antes del primer paso,
antes del primer aleteo.
comienza en el corazón...
Las distancias son creadas:
puedo estar lejos de alguien a mi lado,
puedo estar cerca de alguien a km.
Que lindo es
sentir el deseo de reencontrarse...
Que lindo ya estar en camino
sin aun haber dado un sólo paso.
Que lindo disfrutar de participar
en este nuevo encuentro:
presencialmente o
por medio de la conexión de corazones.
gozando de la mirada,
la sonrisa, el abrazo, el mate...
dejándonos encontrar
por la persona de Jesús,
su palabra que ilumina, sana,
y da alas liberadoras.
Caminar es despedirse, es dejar,
por eso nos cuesta volar...
nos atamos a estructuras y personas
y poco a poco el amor se muere.
Cuando las relaciones son en libertad,
porque uno lo creemos todo de Dios,
es más fácil partir...
Cuando uno lo siente todo como un regalo
no poseo y no soy poseído
se estar y a partir
se disfrutar del otro y se dejarlo ir
Cuando se ama se deja
pero se lleva...
quien queda atrás va...
es fuerza para el vuelo
Mamá quedó en buenas manos
de Ana, María, Ester y de Dios
y van en el corazón...
El descubrirnos Amados
nos da alas el corazón
desea ensancharse
de nuevos nombres,
desea darse
y quedar en nuevos corazones
Este fin de semana estamos viviendo el Temporal de Santa Rosa. |
El Amor nos relaciona en libertad
y nos ayuda a discernir si
nos toca: quedar, partir, recibir.
Superando miedos y normas...
La fuerza del mal hace su trabajo,
para atarnos
y no responder a su llamado...
CUANDO NOS TOCA VOLAR
El camino ya es encuentro
con los compañeros de viaje,
con el paisaje,
y con los que nos reciben
en el camino,
alentando nuestro vuelo...
y los llevamos en el corazón.
Nosotros: partimos con Soña desde Melo, se sumo Martin en fraile Muerto, celebramos la misa con los chicos de la Fazenda en Cerro Chato. A la noche nos recibió con abrazos, ñoquis y cama tendida, la Chiquita en Durazno. Los de Casabó montevideo, trayendo a Jorge Techera, pasaron a visitar a Edgardo en Rosario. Roberto hizo de taxi de Gonzalo de Bella Unión, Josefina y Magdalena de Durazno.
El Amor no es una meta
no es que este en algún lugar,
el Amor es un tipo de relación en libertad,
que se alimenta en cada momento,
por eso quien ama : lleva amor
Y en el encuentro
encuentra y da amor...
Algunos desde el otro retiro
en el Centro de Espiritualidad
La pascua - Canelones
ya nos esperan
y preparan juntos el corazón amando.
Otros piden dias libres en su trabajo,
dejan otras invitaciones, recorren km.
Todos y Todas superan obstáculos,
por amor... con fe en Él.
Y al llegar nos reciben en el salón, con varios baldes para las goteras y estufa a leña encendida. Salón (que fue almacén) que ahora es cocina, será comedor, lugar de encuentro, oración canto y baile.... Nos integramos pelando papá o jugar al pin pon. Y cada uno va llegando a su hora y: los amigos de los amigos
se hacen amigos entre Si,
tejiéndonos en una gran familia,
con lugar para todas y todos.
Y sucedió algo muy importante para un buen comienzo: al mediodía estábamos comiendo. No siempre hemos podido descubrir la importancia de ser cocineros y cuando no se ama lo que se hace: no se renuncia a otros quehaceres más divertidos.
El salón cocina se transformó en comedor. La mesa de pin pon en mesa de comida. Como buenos colibríes la comida es un jardín, de elementos diferentes con posibilidad de agradar a los vegetarianos y a los que no lo son. Todo casero en sencillez.
Y a la hora prevista con los que estamos.. unos 15 comenzamos con el canto de comienzo. El salón cocina, comedor, ahora es sala de encuentro... El lugar y el modo de hacer el retiro habla de nuestra espiritualidad.
Al final del canto ya habían llegado otros y se sumaron los sacerdotes y sacerdotisas que al estilo de Jesús estaban lavando platos y ya pensando la cena. Alguien nos movió el desde el corazón y éramos el número bíblico 40, para comenzar la reflexión.
Recordando que el Espíritu Santo sopla cuando quiere y de donde quiere, por lo tanto el encuentro amoroso, sanador y liberador con el Dios de Jesús se puede dar escuchandonos, en la Palabra, en un abrazo, en un servicio, en el descanso, en un canto, en la eucaristía, en el perdón, en la naturaleza, en los sueños. Hay que estar atentos, abiertos, despiertos.
El contenido inicial fue recogido del almuerzo donde tres mujeres madres compartían experiencias y sabiduría sobre el amamantar. Ellas fueron nuestras teólogas, para trasmitirnos el saber de Dios.
Dios nos habla en los lugares de vida. Aprendimos que: los niños pequeños son capaces de pedir la leche que necesitan. Para crecer, para protegerse, para curarse. Y la madre escucha y es capaz de crear y dar la leche que el niño necesita y pide.
Así estamos invitados a participar: de corazón abierto para hablarle a Dios de nuestras necesidades y deseos. El lo sabe, pero no se impone, espera nuestro pedido. Nos dará lo que realmente sea bueno.
El Dios de Jesús se hizo humano, manifestando el Amor de Dios en las relaciones y sigue presente en el prójimo, por eso el esta en cada presencia para ofrecernos algo. Y nuestra presencia es una invitación de Jesús que quería ofrecer algo de lo que somos a alguien que lo necesita.
Nuestro Dios es creador del arcoiris, que nos señala la importancia de encontrarnos en grupos de personas con colores diversos, con lugar para todos. necesita La presencia juvenil en un espacio de iglesia, haciendo un retiro con adultos... nos reafirma que está propuesta de encuentro es "soplo de su espiritu".
Nuestro altar central, que fue mesa de picar la verdura, mesa para el almuerzo, sostiene: tierra con agua, cerámicas hechas de barro, semillas, y la presencia de Jesús en su Palabra.
Después los niños sumarían elementos para hacer manualidades y los murguistas pinturas de colores. Más una vela para cuando se apaguen las luces.
Recordamos que la primera biblia, la primera Palabra de Dios es la creación. Y en el relato bíblico de la creación del ser humano, se dice que fue desde la tierra. La naturaleza es nuestra casa común, que tiene que ser cuidada para nuestro mejor vivir.
NOS PRESENTAMOS
DESDE NUESTRO NIÑO INTERIOR:
Cada uno tomo un poco de barro y creando una artesanía que nos represente. Ej: guitarra, corazon, cáliz, dado, alas, muñeco, vasija, árbol... Y con su artesanía fue al encuentro de los demás, para conversar sobre como nos presentamos hoy aquí y ahora.
Tomando parte del barro de lo que nos representa, unos a otros nos vamos pintando la cara con esa tierra de Dios y nuestra.
Para los pueblos originarios, las comunidades indígenas la tierra es madre. El pintarse no es solamente para la guerra, también es para hacer fiesta. La tierra y la pintura nos hace perteneciente a Dios en un nosotros. Sin uniformarnos, siendo cada uno lo que es, nos transformamos en una misma tribu, comunidad.
Volvimos a formar una rueda circular, felices de que vamos bien, porque los niños presentes y nuestro niño interior están felices. Alguien invitó a cantar. Compartimos como nos sentimos. Valorando que en este modo de encuentro colibri, al estilo de Jesús, no hay que esconder nuestro barro. Nos podemos encontrar con nuestras fragilidades, heridas, diferencias y enriquecernos unos a otros con los dones. En la puesta en común de algunos, se compartió experiencias muy profundas... algunos con las palabras entrecortadas y otros con lágrimas.
Llegó la hora de la Merienda, donde ya se vive en familia y los pequeños reconocen como abuelos a los mayores presentes; y se encontraban en la misma rueda: pies calzados con tenis, zapatos, alpargatas, botas de lluvia, de campo y de tambo.
Para después continuar con la "carpida" de nuestra tierra interior. Que será compartido en el 2do. Comunicado. Recordamos que también es parte del retiro "lo gratuito" que se vive en la merienda.
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