lunes, 23 de enero de 2017

VI Campamento de Encuentro Teológico en Lago Merín (OCTAVO DÍA- SÁBADO 21)

MISA DE CLAUSURA Y ENVIÓ
Luego de caminar una semana de encuentro tejiendo la sorpresa de anidar a la luz del evangelio y con los testimonios de vida  que se fueron compartiendo en cada jornada.
Tomamos lugar una vez mas  en el gran “ARETE GUAZÚ” (La fiesta grande) donde los abá se reúnen para la gran ceremonia en que  se manifiesta Dios, así con el ser dispuesto volvimos a pasar por el corazón los recuerdos y sentires que han poblado nuestro campamento.
Es por eso que los guaraníes se hacen presentes en la búsqueda de los alimentos y abrigos como remedios para su familia así como los jóvenes, hombres y mujeres con los anhelos de progresar y transformar la realidad hacia esa felicidad que el mundo de hoy nos vende y con esta preocupación hace entrada

el yaguareté el hombre que se alejo del teko á (la forma de vida de los guaraníes)  atenta contra   sus propios hermanos, acechándolos con sus  temores y miedos mas grandes  asustándolos hasta el hecho de dejarlos paralizados e incapaces de levantar la mirada o despertar la voluntad para continuar caminando.
Pero el Maynumby (Colibrí en Guaraní) aliento  del creador se hace presente e irrumpe con la palabra de vida que puede trasformar nuestra existencia  y danza en torno a aquel que aunque más grande y feroz no puede con la ligereza del mensajero eterno … y la palabra resuena trayendo consigo la luz al alma de cada uno de los que participamos de esta celebración y con ella ingresa la vida que estalla en ese vientre maduro de la mujer que es  tierra sin mal y junto a los niños puede espantar con los colores de sus sueños cualquier tristeza o desanimo… ya que la vida solo sabe ser eso VIDA.
Entonces los hombres se ponen en camino para compartir el mate que convoca, pueden formar  la familia que es solidaria, hacer presente la primavera que nos acerco María con su SI,  y los niños desde la inocencia levantar el tejido de colores que el emblema wiphala significa con esa cosmovisión que  nutre nuestra forma de ser y estar en comunidad, donde se comparte el pan y el vino.
 Así la fiesta llega a su momento más alto todos en torno al agradecimiento de cada corazón que late a la velocidad del colibrí y se puebla la ronda con aquel pueblo que fue….los que nos precedieron, y en esa bendita tierra celebraron otros años cada campamento y cada una de las vidas de quienes somos convocados  a este anidar.
Solo así en comunidad nuestros caciques se hacen presente junto al Maynumby que aletea esa voz  HAGAN ESTO EN MEMORIA MÍA… el servidor descalzo una vez mas invocando al Espiritu presente en medio de la comunidad, hace presente ese milagro del alimento que nos abraza en el encuentro del pan y vino para  ser testigos de que el reino esta entre nosotros y esta tierra sin mal la abrazamos en cada uno de aquellos que saben juntar los pedazos  de nuestra tierra para acrisolarnos  en los colores  que irradia la esperanza.
Maria Teresa Gomez

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