domingo, 5 de noviembre de 2017

ENAMORADOS…

 ENAMORADOS…
EL AMOR que nos invita a darnos totalmente nos puede sorprender a toda edad y en situaciones inesperadas. Ese amor que se concretiza en una amistad profunda o una relación de pareja para caminar juntos y dar vida. Pero no siempre que nos encontramos en esta relación tan deseada, de tener Amigos con mayúscula o una pareja soñada, no siempre cuando se nos da la posibilidad, la podemos concretar, porque el amor es exigente…

OCURRIÓ que dos personas se conocieron y se enamoraron  profundamente… Ella vivía en un caStillo de reyes, señores y maestros. El era un varón que había hecho un proceso de desprendimiento buscando ser un hombre libre para amar, para relacionarse. Se encontraron y después de un tiempo de encuentros, de actividades juntos, se descubrieron enamorados con deseo de entrega total uno al otro y juntos entregándose a los demás.

Entonces ella le hizo la propuesta: 
    - Ven a vivir a mi castillo.
El con tono triste le respondió: 
    - ¿Cómo podría vivir en el cortando mis alas?

Y con esperanza que el amor se concretizara, 
él le  propuso a ella:
     - Sal y busquemos juntos en libertad.
Ella con la voz entrecortada le respondió:
     - ¿Cómo me podría sostener en el aire?
EN TIEMPOS DE JESÚS, el poder político, religioso y la estructura familiar eran totalmente jerárquicos. Con señores y sirvientes, con maestros y alumnos, con personas dueñas de la palabra y los demás obedientes…

JESÚS, (Mateo 23, 1-12) por su manera cercana, justa, fraterna, misericordiosa y verdadera, logra muchas relaciones humanas con gente bien diversa. Muchos lo siguen y esperan que el sea el nuevo rey. 

Pero Jesús les sigue diciendo con su vida y con palabras: 
- no los quiero como siervos, y si como amigos. 
No me llamen señor, ni maestro ni padre, 
porque hay uno solo señor, 
un solo maestro, 
un solo padre Dios de todos. 
No se relacionen como señores, 
como maestros, 
como padre, 
porque Dios nos quiere viviendo como lo que realmente somos: 
hermanos.

MUCHOS lo almiararon con palabras, POCOS quisieron vivir esta propuesta de vida. Exigía ser libre y relacionarse en libertad. Y sin duda traían como consecuencia el enojo de los que se consideraban señores, maestros, y padres del pueblo…

Además, esta práctica del amor que nos hace hermano, se concretiza en el servicio. No mandando, ni dependiendo, y si discerniendo juntos, decidiendo y concretando comunitariamente. Algo muy difícil para quien vive en una situación de relaciones piramidal. Difícil para quien este en el sillón de mando, este trabajando de manera dependiente y interesada o este de rodillas de manera servil.

EL AMOR VERDADERO ES EXIGENTE, exige desprendimiento de cosas, lugares, pero sobre todo de una manera dependiente de relacionarse. Tan dependiente es el que manda como señor, como maestro, como padre, al igual dependiente es quien obedece como siervo, como alumno, considerándose inferior…

La propuesta de Jesús es para todos, pero son pocos los que se animan a dejar sus castillos de reinado o de servidumbre. Vivir como Jesús propone es vivir confiado en el padre Dios…


Nacho

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