jueves, 22 de mayo de 2025

LOS LAICOS EN UNA IGLESIA SINODAL

 

Encuentro diócesis de frontera Mayo 2025

Queridos hermanos y hermanas, hablar de los laicos en una Iglesia sinodal no es solo una reflexión teórica, sino una urgencia pastoral y una invitación profética. Porque una Iglesia sinodal no se puede construir sin el protagonismo de los laicos. No estamos en tiempos de espectadores, sino de discípulos misioneros que caminan juntos.

1. ¿Qué es la sinodalidad?

La sinodalidad es el modo de ser Iglesia en comunión, participación y misión.
El Papa Francisco lo dice con fuerza:

“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Discurso, 17/10/2015).

No es un evento, ni una moda. Es una forma de vivir la fe como Pueblo de Dios en camino, donde todos —pastores, consagrados y laicos— escuchamos al Espíritu y nos escuchamos mutuamente.

En este modelo, todos tenemos algo que aportar y todos somos corresponsables.

2. ¿Quiénes son los laicos en esta Iglesia?

Según el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium 31), los laicos son:

“Todos los fieles cristianos, a excepción de los que han recibido el orden sagrado y los que están en estado religioso reconocido por la Iglesia”.

Pero esto no es solo una definición. Es una vocación bautismal. Los laicos:

· Están llamados a santificar el mundo desde dentro.

· Actúan en medio de las realidades temporales (familia, trabajo, cultura, política).

· Son Iglesia, no colaboradores externos de los curas.  (Evangelii Gaudium 102).

3. ¿Cómo viven los laicos la sinodalidad?

a) Escuchando y siendo escuchados

La sinodalidad comienza en lo cotidiano: en nuestras parroquias, movimientos, diócesis. ¿Escuchamos la voz de todos? ¿Damos lugar a los jóvenes, a las mujeres, a los descartados?

b) Participando activamente

Los laicos tienen que estar donde se toman decisiones. No solo en lo pastoral, sino en lo económico, en lo formativo, en los consejos. Hay que superar el clericalismo, que a veces no viene solo de los curas...

c) Discerniendo juntos

La sinodalidad implica preguntarnos juntos:
¿Qué nos está diciendo el Espíritu en este tiempo?
El laico tiene olfato de pueblo, experiencia de calle, y eso es vital para el discernimiento eclesial.

d) Misionando en comunidad

El laico no es un “francotirador espiritual”. Camina en comunidad. Evangeliza en red. La sinodalidad nos hace pasar de “mi grupo” a “nuestro camino común”.

4. Desafíos concretos para los laicos

· Formación sólida: bíblica, teológica, pastoral.

· Espiritualidad laical: no copiar modelos clericales, sino vivir la fe desde lo cotidiano.

· Compromiso público: política, economía, medios, educación... ¡todo es lugar de misión!

· Cultura del encuentro y del diálogo: con los diferentes, con los alejados, con otras religiones.

Conclusión: Un sueño compartido

Soñamos con una Iglesia donde:

· Nadie camine solo.

· Todos podamos hablar y ser escuchados.

· El laico no sea un ayudante, sino un protagonista.

· El Espíritu Santo nos siga sorprendiendo.

Como dijo el Papa Francisco en el Sínodo:

“Todos somos Pueblo de Dios, y juntos, caminando, descubrimos el rostro de Cristo en cada hermano”.

 Un abrazo, Marcela

lunes, 19 de mayo de 2025

EL AMOR Y SUS DOS MIRADAS

EL AMOR es el combustible, la energía, lo que mueve la vida. Todo ser humano busca ser Amado y se realiza Amando. ¿Por qué estando tan clara la centralidad del Amor para vivir, muchas veces nos sentimos sin amor?
EL AMOR nos une. Toda palabra, gesto de Amor, dado y recibido nos hace uno. Es una experiencia única, que se puede vivir en la familia, en la amistad, en la comunidad, en la sociedad.
Con las chicas de la Fazenda, con visita de familiares, representamos "el problema del amor mal vivido". Invitamos a caminar juntos a una pareja de jóvenes. Con la consigna de que uno de ellos (en este caso el varón) caminará de espalda, mirando hacia atrás. Representando estar mirando, atado a una experiencia de amor ya pasada... Viendo esa experiencia, la interpretamos, escuchamos los sentimientos. En todos hubo un sentimiento de "miedo". Miedo a que cayera, miedo a que rompiera algo, miedo a que nos pisara... Tuvimos que correr algunas cosas de la capilla, para que no las pechara. La compañera de camino lo tenía que agarrar y guiar. Él caminaba con dificultad. 
Queda bien claro el problema de la falta de amor, de los problemas de relaciones humanas, de relaciones de dependencia, de transformarse en un problema para los demás... cuando alguien quedó "atado" a una experiencia positiva o negativa de amor vivida tiempo atrás. Parte de su corazón está "atrás" en algo que ya fue, y no puede mirar bien, sentir el Amor presente.
Cuando tenemos un verdadero encuentro con Jesús, experimentamos su Amor, aquí y ahora. Y su Palabra nos ofrece la LIBERACIÓN del ayer. Invitamos a él joven a que se diera vuelta. Le preguntamos ¿que veía? Su respuesta, sonriendo fue: a todos ustedes. Su mirada cambió, nos incluyó a todos los presentes en ese momento y sus sentimientos pasaron del miedo a la alegría. También nosotros al ver su rostro sonriente, nos despertó una sonrisa, y la tranquilidad de que no nos pesaría, ni rompería nada. 
Los abrazos de paz fueron muy sentidos, entendiendo que aquí y ahora Jesús nos presentaba la oportunidad de dejarnos amar y amar. y ese Amor se podía experimentar en relación con los prójimos, próximos, presentes.  
Al pasado, solo es bueno volver en un momento, en una charla, para sanar, perdonar, entender... Hay veces que es necesario, porque si no sano, no perdono, no me perdono, estaré impulsado a repetir la historia. Hay que buscar un buen peluquero, para que nos ayude a cortar lo que está de más, y peinar lo que queda. El mejor peluquero es el que escucha, escucha, y nos mira y dice algo desde la infinita misericordia de Dios. Hay veces que el peluquero es bueno, por que experimentó la experiencia de haber sido sanado, perdonado. Por eso es muy importante tener una relación personal y comunitaria con "el gran peluquero", llamado Jesús. Toda relación se cultiva, lleva tiempo, y tiene que ser opción entre otras posibilidades. Hay tantas personas queriendo ayudar, pero no se dan tiempo para ser ayudadas, para buscar la ayuda de Jesús... Dejándome peinar, doy el ejemplo que hay un "peluquero" que nos puede cambiar la vida...
Personalmente en la noche en Fraile Muerto, se me dio la posibilidad de visitar a una familia amiga, él había cumplido años el día anterior. Los años que estuve en fraile, nunca había ido a su casa. Y fue anoche, que se planteó la posibilidad de saludarlos, porque se nos olvidó cantarle el que los cumpla feliz en la misa. Al llegar, nos invitó a un café, servido por él. Realmente fue un momento muy lindo vivido en familia. Un momento de Amor de Dios. Lo pudimos vivir porque estuvimos atentos, unos y otros a VIVIR EL PRESENTE. Ojalá esta semana que comienza, nos conectemos con Jesús, con su Espíritu, con su Amor, que nos LIBERA del ayer, y se nos presenta en el prójimo, próximo, aquí y ahora. 
La búsqueda de los desaparecidos, NO es mirar hacia atrás, ES PRESENTE, hay HOY personas sufriendo no saber qué pasó con sus seres queridos, son nuestros compatriotas. Hay HOY otros amordazados por el miedo o su ideología y alguno que goza sádicamente del sufrimiento de otros o se beneficia con la verdad secuestrada. Hay HOY una verdad escondida. Apoyar la búsqueda de la verdad y el cumplimiento de la justicia, es expresión del Amor del Dios de Jesús.

Nacho