Bienvenidos a la fiesta, del sur y del norte, del este y oeste, de muchos lugares... estuvimos los que "el señor quiso invitar y le respondimos que sí"; de 7 departamentos: Soriano, Colonia, Cerro Largo, Treinta y Tres, Minas, Montevideo y Canelones.
Nos encontramos en el Centro Diocesano de Espiritualidad "La Pascua". Con la gracia de Dios, del regalo de un fin de semana de sol, cuando en otros lugares del país llovió.
COMPARTIR SOBRE EL
REINO DE DIOS
Las semillas del Reino de Dios
ya están sembradas en nuestra realidad:
personal, social y eclesial…
descubramos esos brotes
juntos con Jesús.
(Marcos 4, 26 – 34 / Ezequiel 17, 22 –
24)
Comenzamos al aire libre, en roda con la bienvenida dada por José Lima, Carolina y una vecina llamada Mabel y su perrito Pacha. Haciendo memoria a los Estevan, Antonio y Jorge, los tres monjes benedictinos que construyeron este lugar, recibiendo a muchas personas que vinimos a compartir la búsqueda del Dios de Jesús, para dar un Paso a una Vida mejor en bien de los demás.
Pablo Quinta nos hizo presente al Pepe Guerra, recientemente fallecido, con su canto desde el Olimar, regalándonos también el silbido que nos hizo palpar que la muerte es un pasaje a un nuevo modo de vida donde no nos separa las distancias ni el tiempo, al estar con Dios se puede estar donde nos invoquen.
Roberto Flores nos descubrió como invitados vivir el canto "Presente del Recuerdo" donde cada uno llega con lo que Es, sin tener que hacer de otro, y en el encuentro tejido por el tejedor se manifiesta un nuevo signo del Reino.
José había dejado claro, que en la vida podemos recorrer diferentes caminos, e incluso realizar cambios.... lo importante es tener claro el horizonte del Reino de Dios.
También desde el comienzo hicimos presente al Padre Cacho con sus búsquedas y encuentros; a hermano Mauricio, barrendero, uno más de los tantos y tantas secuestrados y desaparecidos uruguayos en tiempos de dictaduras; Beto amigo obispo del lugar que estaba de cumpleaños ese dia y Pablo Bonavia teólogo de la liberacion, amigo que el domingo cumplía 50 años de sacerdocio.
Sin olvidar a las y los que están rezando para que nos vaya bien, desde la la Patria Grande, desde la tierra Sin Mal junto al monje Esteban. Y al tenerlos presente también nosotros les hacemos llegar el amor recibido a ellos y a todos los que están en nuestro pensamiento y corazón.
Nacho presentó la hojita del "esqueleto" del retiro resaltando la prioridad que tendrá "la carne", la presencia de cada uno, lo que nos pueda decir Dios en este tiempo de vida comunitaria, donde también habla a través de la naturaleza. El Espíritu Santo es libre y sopla cuando quiere y de donde quiere.
Dejándonos llevar por el Espíritu, la presencia de Martín nos condujo a presentarnos cada uno desde alguna DISCAPACIDAD, porque las montañas se separan en las alturas, al igual que los hombres y se unen en sus valles, en nuestras pobrezas, de la sabiduría Mapuche. Vinimos a encontrarnos sin mascarás desde las pobrezas que llevamos dentro, para encontrarnos con su misteriosa presencia ahí: donde parecería que nada bueno puede salir de ahí.
LA REALIDAD, es el punto de encuentro con el Dios de Jesús, y es el punto de partida para el encuentro transformador con el Dios viviente. También se sumó Gustavo Gutiérrez padre de la Teología de la liberación. Quien acompaña un retiro lo hace desde un lugar y con un acento de Dios. Nosotros desde la realidad en que somos, para liberarnos de lo que no es del Reino de Dios y aportar a ese Reino de vida, justicia, Amor.
Por eso le pedimos a Pablo Guerra, que desde su mirada como sociólogo nos presentará 3 problemáticas actuales y 3 tres signos de esperanzas, en nuestro país.
Los tres problemas identificados fueron:
a) Situación de calle. A pesar de muchas mejoras en ciertos indicadores, las personas en situación de calle no han dejado de crecer en los últimos años.
b) El rostro infantil de la pobreza. Dados los niveles de ingreso del Uruguay, no es posible que el sector más vulnerable por la pobreza sean nuestros niños y niñas. Su tasa de pobreza duplica la de la población en general.
c) La violencia intrafamiliar, que pega más fuerte en las mujeres y los niños y niñas.
Signos positivos:
a) sectores populares que se organizan para llevar adelante iniciativas solidarias que les permitan satisfacer sus necesidades (economías solidarias),
b) la mayor riqueza cultural que implican los cambios migratorios de los últimos años, con el ingreso de miles de personas de países como Cuba, Venezuela, República Dominicana, Colombia, etc.
(c) La cultura política de Uruguay, que contrasta con el avance de los populismos de extrema derecha que han caracterizado a algunos países de la región y que se han plasmado en las recientes elecciones del Parlamento de la Unión Europea. A pesar de las diferencias, Uruguay sigue mostrando una madurez de su sistema política y de su cultura democrática que hay que seguir cuidando día a día.
Acompañados por la voz y guitarra de Pablo Quintas cantamos "Yo quiero ser un vaso nuevo", mientras cada uno moldea una plastilinas intentando conectarse y dejar salir su REALIDAD INTERIOR con la que llegamos hoy.
- ¿Qué
alegrías y dolores, que encuentros y pérdidas, que errores y aciertos, que
preguntas y búsquedas, que muerte y que vida?
Acompañados de la oración del Padre Cacho " siento la imperiosa necesidad de ir a vivir a un barrio pobre..." cada un buscó encontrarse con sus POBREZAS, con la fe de que : "para encontrarlo de nuevo a Dios, porque se que vive ahí... el que puede cambia la muerte en vida, la negación en esperanza".
AL ATARDECER, cuando ya hubo mucho movimiento sanador y liberador interior... nos encontramos en la capilla del Lugar, en rueda con el calor de una salamandra encendida, a ofrecer NUESTRA REALIDAD INTERIOR, dejarla transformar por la PALABRA DE DIOS.
El papel con nuestras faltas, errores, lo quemamos en el cirio que es signo de Jesús resucitado en medio nuestro, lo sumamos a nuestra masilla junto a unos granos de maíz que representaban los brotes de vida que vamos descubriendo en nuestra caminata. Dándole forma nueva a la masilla.
El silencio, acompañado de signos y gestos, fue uno de "los parteros" para que el señor nos haga vasija nueva. Cada uno encendió su velita en el cirio pascual y tomo su celular para enviar un mensaje a alguien que lo pudiera necesitar. Entendemos el encuentro con Dios es verdadero cuando nos lleva a encontrarnos con los próximos y con los que están en alguna Galilea geográfica o existencial... Sin faltar el saludo de la paz muy sentido transmitido en fraternos abrazos.
Y llego el momento central de llevar la comunión de vida a la comunión con Jesús alimentándonos de su cuerpo y sangre según la fe que se nos ha transmitido por medio del Espíritu Santo en la Iglesia, para alimentarnos con su amor, y ser enviados a amar los menos amados.
La acción de gracias la hicieron los que regresaría a su cotidianeidad. Escuchándolos confirmamos que cada presencia fue querida por Dios, para bien de sí mismo y bien de todos. Testimonios de amor, de vida, de esperanza, de servicio, de vuelta a la fe, que surgen de experiencias de pobrezas que Dios las transforma en tierra fértil, mostrándonos que para Él todo es posible. Juanita y Nano se fueron embarazados de un posible retiro con su comunidad en San Jacinto abierto a todos.
Despedidas, preparación de la cena, arreglo de cuartos, mate junto a la estufa a leña y gratuidad del encuentro. Quizás para alguien con otra manera de rezar, vería "una pérdida de tiempo" o algo fuera de un retiro, para nosotros la cotidianeidad fue también parte del encuentro con Dios, que transforma nuestra vida, el encuentro con los prójimos.
La cena, la mesa familiar, con un clima de alegría, fue cercana a la media noche. Se vivía el presente, no había que estar en otra parte , con otras personas. Donde hay amor surge espontáneamente el servicio y el diálogo.
La oración de recoger agradecidamente los frutos de lo que va del retiro fue con la dinámica de "las fotos" del dia. Misteriosamente coincidente en la transformación de Ernesto que después sería el Che y la propuesta de San Ignacio para unir en lo esencial a los religiosos con ritos diferentes.
Cuando todo parecía conocido, Shamir nos sorprendió abriendo su corazón y expresando con lágrimas su proceso interior animando fuego del encuentro. Confirmándose que si bien vinimos a dejarnos sacar piedras para que la semilla del Reino crezca en cada uno, también fuimos invitados para ser "parteros" con nuestra presencia y escucha, de una vida nueva en los otros.
DOMINGO: Solo Dios sabe lo que se movió en cada uno el primer dia, lo que estaba en el pensamiento y en sentimientos al cerrar los ojos. El descanso es también importante y la hora de encuentro seria a las 9 de la mañana con mate o cafe. Recomenzamos integrando el ser guaraní que le da mucha importancia a los sueños y a la memoria.
Dimos espacio para el silencio y escuchar lo que resuena dentro nuestro del camino ya recorrido y que permaneció vivo en las horas de descanso y al despertar.
La Pocha desde "sus indios de Ombúes" fue la primera en aportar. Compartiendo el "embarazo" de una necesidad, una invitación a dar vida a un próximo encuentro retiro en tierra de su tribu. Se aprobó comunitariamente y desde la organización a la oración, todos somos "parteros" de este nuevo espacio de vida.
Luego vino la propuesta de Nacho, de volver al silencio, con la realidad vivida, plasmada en la plastilina, con la la luz de la Palabra (Ezequiel 17, 22 – 24) para ir preparando la vuelta a casa. Unos caminaron, otros se recostaron bajo un árbol, en la capilla o junto a la estufa a leña. Quizás es uno de los momentos mas difícil: mirar y transformar mi realidad. Normalmente nos acomodamos o evadimos de ella.
TAREA:
a) ¿Qué me espera en casa en mi cotidianeidad? Familia, Trabajo, Pastoral, Relaciones humanas.
b) En este tiempo de Retiro que es lo ¿que creo me pide Dios en cada una de esas realidades?
c) ¿Qué dificultades voy a tener para ponerlo en práctica?
La campana de la capilla nos convocó al encuentro comunitario. Pablo nos recibió con el canto "A Don José", haciendo presente la Utopía de Gervasio Artigas, de que TODOS fueran protagonista de su libertad: indios, afros, gauchos, españoles...
Utopía que creemos es soplo del espíritu en nuestra bandada colibrí, que cada vez que nos encontramos, convocamos a personas y grupos diversos, y el signo de que vamos bien es la presencia de alguien nuevo, que sea distinto y encuentre su lugar. Para que los amigos de los amigos se hagan amigos entre sí.
CELEBRACIÓN: Aldana proclamó la Palabra.
Esto dice el Señor Dios: «También yo había escogido una rama de la cima del alto cedro y la había plantado; de las más altas y jóvenes ramas arrancaré una tierna y la plantaré en la cumbre de un monte elevado; la plantaré en una montaña alta de Israel, echará brotes y dará fruto.
Se hará un cedro magnífico. Aves de todas clases anidarán en él, anidarán al abrigo de sus ramas. Y reconocerán todos los árboles del campo que yo soy el Señor, que humillo al árbol elevado y exalto al humilde, hago secarse el árbol verde y florecer el árbol seco. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré».
La hermana Jola, desde su peregrinar por el mundo, compartió testimonios de mujeres que desde en situaciones de "pobreza y dolor" fueron elevadas a lo alto, para dar frutos y acoger en sus ramas a otros.
Paola desde su pertenecía "viva" a la iglesia, nos aportó una mirada teológica de lo que está: de moda y que amontona gente (con elemento pre conciliares) y la propuesta comunitaria, fraterna de Reino inclusivo que nos sigue inspirando el Espíritu enviado desde el Padre por Jesús. Experiencia de iglesia de reino que el papa Francisco promueve con lugar para TODOS y de alguna manera aquí y ahora lo estamos viviendo.
Juana tomó la Palabra e invoco una bendición a los alimentos de la mesa: Pan casero y Vino de almacén Faizan, sobre un repasador de la cocina del lugar.
Los cuales Viviana y Marta prepararon y compartieron con todos. Doris invoco la bendición final.
La mañana de este domingo, como aquel primero de la resurrección, las mujeres fueron elegidas para transmitir y hacernos vivir la Pascua de Jesús. No podían faltar el saludo de la Paz, los abrazos del alma.
Un equipo se fue a la cocina a servirnos (otros nos colamos para la foto) Otros tomaron las escobas en la capilla... otros a ordenar la casa... todo entre mates, silencios de encuentros, sonrisas de adentro, dialogos de hermanos... El servicio con amor a todos es el verdadero termómetro de la espiritualidad cristiana.
Al mediodía estábamos todos en la misma mesa, donde le cantamos que los cumpla feliz a Viviana. Si alguien llegara en este momento y nos viera diría (que encarnamos aquello que se decía de las primeras comunidades cristianas): se ve como se aman, como comparten bienes y servicio, alimentados por la oración.
LOS 26 CONVOCADOS POR EL SEÑOR:
Erik (Casabó) Marta (Dolore) Pablo Guerra (Pinamar) Romina (Pinamar) Doris (Olimar) Viviana (Olimar) Nacho
(Melo) Pepe (Malvin Norte) Nano (San Jacinto) Juanita (San Jacinto) Pablo Quintas (Marindia) Diego (Casabó) Paola (Belvedere) Ricardo (Prado) Juana (Barra de Carrasco) Pocha (Ombúes) María (Ombúes) Jola (Pocito) Julio (Fraile Muerto) Aldana (Carmelo) Shamir (Carmelo) Fabricio (Peñarol) Martín (Cerro) Carolina (Las Piedras) Roberto (Cerro) Gabriel (Minas) Mabel y su perrito Pachamama (vecina del lugar).
DE REGRESO A CASA hacia el sur y norte, hacia el este y oeste, se nos presentó un arcoiris, que es signo de PAZ y alguien dijo: Esa es la razón de nuestra Paz interior, que cada uno en el encuentro con el Dios de Jesús en comunidad de diversos, cada uno descubrió su color y juntos brillamos como un arcoiris. Con ese propósito regresamos a nuestra cotidianeidad: ser el color que somos y apoyar a otros que sean lo que realmente son impulsados por el Espíritu Santo, dejándonos guiar por El.
Nacho