jueves, 2 de diciembre de 2021

18 AÑOS DE VUELO COLIBRI - ZOOM 1/12/2003 - 2021 -


COMENZAMOS LOS FESTEJOS EN UN ENCUENTRO ZOOM

CON LIBERTAD

Si hay algo central de nuestra espiritualidad, es LA LIBERTAD, de participación. Andrea desde Colonia Uruguay, por ejemplo, hace todo el trabajo previo de invitación, y después no se conecta. Así mismo cada invitado, se siente libre de participar el tiempo que puede, e invitar a otros. Siempre será prioritario el compromiso local, en la realidad de cada uno. Ayer Cacho desde una comunidad Guarani de Bolivia, subido a un árbol para lograr mejor señal, invito a Juan Luis, siendo uno de los que participo de la primera Mboupara-Visita misionera, a las comunidades más alejadas de la parroquia de Gutierrez para celebrar la navidad 2003. También intento conectarse Yasmani, en aquel tiempo seminarista y hoy sacerdote. Quizás estaba en el cumple de la hermana Zita, la cual es reconocida por la bandada como la mujer que nos recibe con todo cariño, junto a sus hermanas. La hermana Graciela estaría de delantal en la fiesta y por eso no participo, ya que siempre se conecta.

SOMOS LOS QUE SOMOS

Desde Casabó, Montevideo Uruguay, con mate y torta frita, en comunidad familiar, semejante a la santísima trinidad, la madre Olga, el hijo Diego y el espíritu servidor de Erik, animaron el encuentro sin faltar el canto popular. El primero en conectarse, por primera vez, fue Juan Luis que participo desde Cochabamba- Bolivia. Reconociendo que la participación en el equipo misionero, lo ayudo a discernir su vocación y valorar su cultura guarani. Recordando agradecidamente haber podido participar en el intercambio y haber conocido uruguay. Después se conectó Nelda desde Cordova- Argentina, siendo otra del grupo inicial, resalto el presente puente a través de la PALABRA, de modo académico, entre Argentina Bolivia y Uruguay. Y así se fueron sumando: Pablo desde Montevideo y más tarde Valentina, ambos subrayaron que ser parte de la bandada, transformo su experiencia de fe y libero de estructuras religiosas, que no son evangélicas. Camila, Argentina egresada de la Fazenda y hoy viviendo en Treinta y Tres, también experimenta, que la participación en los dos campamentos colibríes, le fueron desarrollando la fe adquirida en la Fazenda, según la Palabra, que nos ofrece la propuesta verdadera de Jesus centrada en el amor a uno mismo, al prójimo, valorando el encuentro entre diversos con mutuo respecto.

Maria Eugenia y Fabricio, desde el barrio Peñarol de Montevideo, hicieron memoria que como familia con niños se puede ir a misionar a Bolivia, que ellos lo hicieron, y fueron a aportar sobre la salud y se enriquecieron con la espiritualidad guarani del MBOYAO- compartir. Por allá también se festejaba con milanesa arroz blanco la compañía en nuestro vuelo del hermano Carlos de Foucaul… la semilla que muere en el surco da muchos frutos. También haciendo presente esa espiritualidad indígena que nos acompaña desde el nacimiento, le pasamos la palabra a los abuelos: Marta y Victor desde dolores uruguay. Ambos agradecidos por haber sido integrados a la bandada, que los transformo en jubilados misioneros, yendo varias veces a Bolivia y participando fiel mente de seis campamentos y muchos encuentros colibríes. Tuvimos presente a la hermana de Victor que vivió la pascua en estos días y hoy seguro participo desde el cielo, como le gustaba sumarse.

LA PALABRA COMO BRUJULA (Mateo15, 29-37)

En todo encuentro colibri, siempre hay un momento de oración con la escucha de la Palabra del día. Es algo que nos une a la Fazenda, y la palabra fue proclamada desde Guatemala por Ana. La cual aporto su agradecimiento de ser parte del vuelo colibri, sintiendo que nos une la BUSQUEDA.  Si bien nos vamos encontrando, y vamos logrando algunas cosas, ahora más que nunca con la mayoría de edad, a los 18 años, es un buen tiempo para estar abiertos a inéditas búsquedas, de tesoros que nos tiene preparado Jesus, que nos seguirán transformando el sentido profundo de nuestra vida. Cacho otro de los iniciadores como seminarista y hoy esposo padre de dos hijos y maestro comprometido con su trabajo y gremio, nos encarnaba la palabra a la cultura guarani, donde sanar es P+ANO Y compartir MBOYAO. Ir a las comunidades alejadas, a las galileas de hoy, es ir a un lugar seguro para encontrase con Jesus resucitado, quien nos sana y hace el milagro de la multiplicación de los panes y abrazos. Especialmente quedan en nuestro corazón las sonrisas agradecidas por la Mboupara- visita, sin otro interés que el encuentro, dándonos gratuitamente porque gratuitamente se nos da lo que somos y tenemos. Nacho compartió como el envió a bolivia, en tiempos de fragilidad vocacional y la expulsión con heridas psicológicas, fueron sanadas por Dios, por intermedio de los vuelos colibríes.

NIDOS

Gran alegría nos dio Henry, participando desde Gutierrez, el pesebre donde nacimos y su hermana Jennifer desde la comunidad vecina Los Pozos. Ambos mencionaban, lo valioso que es para su crecimiento como persona, y crecimiento de plumas, el que en los encuentros colibríes, se valorice lo cultural, los idiomas indígenas, las costumbres y a la misma bolivia. Sylvina desde Florida uruguay, dio testimonio de que el espíritu colibri, nos toca de tal manera, impulsándonos a vivir sueños, que para otros pueden ser un poco loco, como en el caso de ella con Joaquín del viaje por Asia. Cuando se busca una experiencia espiritual, en los encuentros, campamentos e incluso en estos por zoom, la diversidad de personas, la vida compartida a la luz de la palabra, la libertada de participación, en un clima de continua búsqueda alimenta el alma, nos conecta con nuestra interioridad y nos va mostrando nuevos pasos a dar o vuelos a realizar. Otro nido se nos ofreció desde Humahuaca en el norte argentino por parte de Marisa. Estuvo todo el encuentro con la cámara apagada, escuchando. Según nos contaba al final, se integró a la bandada en un viaje a Chile invitada por Herminia, y participa de la rueda violeta, lo que la llevo a conocer uruguay. Hoy no conocía a ninguno de los participantes, pero como el espíritu es uno, ofreció su casa como un nuevo nido colibri. Y si Dios quiere participara en enero en el XI campamento en lago Merin.

SOMOS TAMBIEN OTROS

Cada uno de los presentes, hace presente a otros, recordamos a Muchi uno de los fundadores que nos acompaña desde la Tierra Sin Mal. Al p. Cesar internado en el CTI por covid, como nos recordaba Melvin desde Colonia, que este bichito ya se llevó al p. Desiderio.  Estuvieron presente con dificultad en la conexión Nahir, desde San José Uruguay, preparándose para ser enviada a la misión en el Amazona. Federico, Nico y Margarita Bejeres, desde Melo hicieron presencia con sus rostros, pero la conexión no les permitió aportar.

Maribel participo desde Santa Cruz Bolivia por Wassa, ya que estaba de exámenes. Rosita en clase en México. Carolina en clase en Camiri. Chiquita en misión en Durazno. Rosa en charlas por Bautismo de Samuel en Paraguay, estando dispuestos a la misión en familia con su esposo. Lucy y Nelson mandaron saludos desde su trabajo en Puerto Rico. Pablo y Romina desde la costa de oro y Doris en el olimar, brindaron por los 18 años. Mercedes Acevedo se unió en oración desde Republica Dominicana. Ana Maria desde sus dulces sueños por la diferencia horaria desde Barceló España. Erik de Brasil se le paso la hora del zoom. Los Scaut de Melo; la barra brava de Fraile Muerto; la pandilla de la Pocha en ombúes; la Mabel y las indias arachanas; más Raquel y familia desde Nueva Helvecia; las rio blanqueces y laguneros, están preparando las mochilas para el cumple presencial en el XI Campamento de Encuentro Teológico Colibri en Lago Merin.  Campamento que ya cuenta con dos cabañas y la casa común reservada. HAY LUGAR… seguramente volveremos a ser sorprendidos al ser un espacio de encuentro entre diversos, sanación del alma y panes y abrazos multiplicados por ese tal Jesus el Nazareno.

SOMOS NECESITADOS DE SER BUSCADOS

Roberto desde el cerro de Montevideo, nos contó una experiencia que puede ser la tuya o la mía. De camino a Bolivia a celebrar los 15 años de vuelo colibri, yo tenía un deseo –nos cuenta Roberto-. El deseo era ir al Alto Parapetí, donde las comunidades indígenas estuvieron esclavas, y la bandada de colibri fue parte de la lucha por la liberación. Al pasar por Gutierrez, Tarsicio me puso el ojo, me descubrió como obrero manual, y me pidió unos variados trabajos, siempre acompañado por jóvenes indígenas de Tekove, para que ellos aprendieran el oficio. Quizás a ustedes también les ha pasado, que nos proponemos un objetivó, y en un momento aparece alguna persona que nos pide un servicio y nos detenemos como el buen samaritano. También ocurre, que no siempre nos va bien al disponernos a servir. Ese fue mi caso ese día.

Me pidieron arreglar un tanque de agua, una parte lo hicimos con los muchachos, después ellos tenían otras tareas y quede solo haciendo los remiendos dentro del tanque. Al terminar empezó a entrar el agua, y me dispuse a salir. El piso quedo mojado y la tabla que me hacía de escalera se refalaba. Intente varias veces y cada vez era menos posible con mas agua. Las horas se hicieron interminables, y cayo la noche, acompañada de un enjambre de mosquitos. Son momentos que ni se te inspira rezar, simplemente sobrevivir en medio de una angustia. Apareció la luna llena, pasaron como tres horas que parecían días.

Hasta que cuando estaba con el agua por la cintura, esperando solamente que el tanque se llenara y poder salir flotando, sentí unos pasos afuera. Eran los muchachos que me buscaban. Es cultural reunirse alrededor del fuego a la noche y cuando falta alguien hay que salirlo a buscar. Me ayudaron a salir y aquí estoy para contarlo. Quizás a ustedes les ha pasado, que buscando hacer el bien, en momentos uno se encuentra encerrado en un pozo. Es algo en relación a una situación concreta, a una relación o simplemente algo que ocurre en nuestra mente o en el mundo de nuestros sentimientos. Intentamos salir solos y no podemos, y se nos viene una noche interminable. En esa situación somos necesitados de que se acerque a nosotros, que nos busquen, que alguien esté dispuesto a escucharnos y darnos una mano. En otros momentos tenemos que preguntarnos personalmente y como bandada, si la ausencia de alguna persona junto al fuego del encuentro, no será una voz silenciosa que nos llama a que vayamos a buscarlo… 

Te esperamos
 

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