AMAR COMO DIOS NOS AMA
La primavera
ha llegado, hay un despertar de la naturaleza, el clima es mas cálido, la luz extiende
los días…
Sin embargo,
aquel pueblo, aquella comunidad, estaba envuelta en un sentimiento de angustia
y desconcierto. Estaban viviendo un duro invierno en el corazón. Suicidio,
droga, corrupción, violencia, divorcio, abusos…había distintos motivos para
estar desilusionados y deprimidos.
Escuchamos
la Palabra de Jesús, en los relatos bíblicos, que nos habla de: perdonar siempre y de no esperar
reconocimiento por el bien realizado. Lucas 17,3 – 10
La palabra
de Dios siempre tiene algo para decir a nuestra realidad. La palabra es el
mismo Jesus resucitado, que nos presenta el camino de resurrección.
Hoy en la comunidad, cada uno estaba pensando y envuelto en su problemática. Con muchas preguntas sin respuestas:
- ¿Por qué?
La razón no tiene explicaciones lógicas, y
la tristeza envuelve a las personas.
Entonces una
mujer anciana se puso de pie, y comenzó a caminar rengueando. Esto despertó la atención
de todos. ¿Se le habrá dormido el pie? Se
preguntaban. Y ella hizo como que se iba a caer, y alguien se levantó y la
sostuvo.
¿Cuál es el problema pregunto ella?...
Ellos se miraron y respondieron:
– Que casi te caes.
Ella sonrió y dijo:
- Es que se me durmió un pie.
Todos sonrieron y afirmaron
con distintos gestos.
Y nos enseño la abuela:
- Hemos nacido para amar. Y el amor tiene dos pies. El amor a lo que nos toca hacer y tener a nuestro lado, y el amor gratuito voluntario, a otros, con fragilidades que no son las nuestras.
Hay personas
en la vida que no logran amar el presente, porque sus sentimientos andan en el
pasado o en ilusiones futuras. Son personas que no se sienten amadas, no se
aman, y no pueden amar.
Hay otras
personas que aparentemente andan bien. Que no tienen grandes problemas. Que
tienen relaciones familiares y de amistades en el amor. Que les esta yendo bien
en la vida… Y en un momento nos sorprenden con una decisión o enfermedad que
daña la vida.
Hay personas
que viven el amor dentro de su círculo de relaciones familiares y laborales. Y
tienen adormecida la expresión GRATUITA del amor.
Todos
necesitamos amar lo que nos toca vivir hoy, y a nuestros prójimos, pero también
necesitamos buscar un espacio de ENTREGA, voluntaria, totalmente gratuita,
donde participar sin esperar ninguna retribución. Ni material ni de
reconocimiento.
La mayoría de
las personas andan “rengas”, y por eso vivir se les dificulta, o nos dan sorpresas
con caídas que tienen…
El camino del amor, es descubrir el amor gratuito que nos da Dios, la vida, el perdón, el abrigo en los inviernos, y la primavera… Cuando me descubro amado, así como soy hoy, siento la necesidad de buscar amar gratuitamente a alguien con fragilidades. Y esa entrega, esas situaciones, esas personas, son las que le dan un sentido pleno a mi vida, son el otro pie que complementa y dilata el amor a los próximos.
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