Algunos creen que los humanos evolucionamos de los monos. Otros dicen que nuestros antepasados eran peces del mar...
Se dice que la especie humana está en continua transformación. Hoy no somos los mismos hombres que habitaron por siglos en las cavernas. Mañana no seremos exactamente lo que hoy somos...
Hay un mito de la selva que se refiere a la evolución humana. Dice así:
Nadie puede explicar el porque algunos seres vivos nacen como ñandu y otros como monos. Tan diferentes y tan iguales.
Las diferencia todos las conocemos. La igualdad es que ambos son seres vivientes, sin las capacidades que tiene el otro. Ambos son limitados andar por tierra o sobre los árboles. Ambos caen y mueren...
Es de imaginar que de una familia de ñandues, surjan seres semejantes, hacedores de nidos, que se mueven en bandada, en su habita la tierra.
A los monos vemos que les ocurre igualmente la procreación de otros monos. Capaces de llegar casi al cielo trepando árboles. De moverse saltando de rama en rama sin tocar la tierra.
Los abuelos nos cuentan, que en un momento de la historia apareció un ave pequeña, con plumas semejante a los ñadues. Creció y vivió en un nido, aprendió a caminar sobre la tierra. Hasta que un día voló hasta las copas de los árboles donde nunca llegó ningún ñandú y solo lo pueden hacer los monos más ágiles.
Y cuentan los abuelos que este ser viviente fue llamado pájaro. Y logra volar aun más arriba que cualquier mono. Es capaz de ponerse de pie y caminar sobre la tierra. Es capaz de sostenerse en una rama. Y es capaz de hacer los que ni el ñandú, ni el mono pueden hacer: sostenerse en vuelo en el aire por un buen tiempo.
Estos pajaritos se han multiplicado. Nadie sabe bien si evolucionaron del ñandú o del mono. Quizás hay pájaros nacidos en nidos como los ñandú pegados a la tierra y otros en nidos sobre los árboles donde habitan los monos.
Los pájaros que andan entre nosotros, no son muy queridos por qué han elegido vivir como ñanduces. Tampoco son comprendidos por los que eligen vivir como mono.
Pero ellos realizan su vuelo con la esperanza de que un ñandú joven o adulto se de cuenta que tiene alas para volar. Y que algún mono descubra que tiene pies para caminar.
Cada tanto evoluciona un ñandú y un mono a ser pájaro... Acompañado de otros pájaros.... Acompañado del testimonio, el Espíritu de aquel primer pájaro llamado Jesús.
Las discípulas y discípulos de Jesús, fueron y somos convocados por El, sabiendo la verdad de cada uno. No se escandaliza de nada, siendo cada uno lo que es, nos invita a estar con Él.
Hoy la Palabra de Dios nos presenta a Jesús eligiendo a Pedro, Santiago y Juan, a subir a lo alto y ser testigos de la transfiguración de Jesús. Para verlo resplandeciente elevado sobre lo humano conocido hasta ese momento. Siendo de la tierra puede estar junto a Moisés y Elías que están el cielo.
Hoy también cada uno de nosotros, con una vida semejante al ñandú o a los monos, estamos llamados a escuchar la invitación de Jesús a estar con Él, quien es capaz de elevarnos humanamente y transformarnos en pájaros de tierra y cielo.
El experimentar la verdad, el camino, la vida de Jesús en comunidad, nos lleva a experimentar su amor que es superior al de cualquier ñandú o mono que amemos. Y ese amor nos libera de los apegos de la tierra y de las ramas, sosteniendo nos en el aire, para encontrar nuestro propio vuelo... Para despertar el vuelo a los demás.
(Mateo 17, 1-9)
- Cómo distinguir a un pájaro entre tantos ñanduses y monos ?
- Seas lo que tú seas hoy, cuando te encuentres con alguien que realmente se encontró con Jesús y sigue sus pasos y vuelo, esa persona te amara así como eres. Pero también verás que ama de la misma manera a quien ese diferente a ti.
El pájaro porque es amado por Jesús, ama al ñandú y al mono, sabiendo que dentro de cada uno de ellos hay un pájaro que puede llegar a ser ... Y el único camino es el amor.
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