Este domingo
primero de noviembre,tuvimos una misa diferente. Muchas personas se acercaron
para recordar a sus seres queridos fallecidos. En el día que como iglesia
recordamos a todos los santos. Con la grata visita de Rafael Fernández y su mama, con fotos de la laguna Merín y del dia que compartimos.
ENCUENTROS: Fue un
domingo con profundos encuentros. Entre ellos con alguien que se acercó a la
parroquia a pedir una imagen de san Cono. Tenía que ser de treinta centímetros. Le pregunté para que la quería y me contó, que la agencia de quiniela había
informado que una persona en Melo había comprado una imagen de san Cono de
treinta centímetros de alto y le puso la jugada de quiniela debajo y a la tarde ganó cinco mil dólares. Hizo lo mismo a la noche y ganó diez mil dólares...
Le respondí: "al César lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios". Al juego lo que es del
juego y a Dios lo que es de Dios. Entonces me preguntó qué era lo de Dios. Y le
compartí las bienaventuranzas. Mateo 5, 1-12
LO QUE DIOS NOS OFRECE COMO REGALO A TODOS
Con ese
hecho de vida comenzó la homilía de la misa. Donde pusimos el acento en pedir a
Dios lo que nos ofrece: humildad, misericordia, corazón limpio, paz… Y en
especial el compromiso con la verdad y la justicia. Que tanta necesidad tienen
nuestras familias y nuestro pueblo.
Porque cuando uno va escuchando la historia
de las personas, en especial de las mujeres, escucha que fueron abusadas por
los más grandes... abusadas sexualmente, económicamente, laboralmente. Dentro del
ámbito familiar, en el vecindario, en los centros de estudios, en los lugares
de trabajos, en las fiestas, y en las instituciones, incluso en las iglesias.
LA MUERTE HA SIDO VENCIDA
Vencer la
muerte, vencer las pequeñas pérdidas que vamos teniendo, es desde ya ponernos en manos de Jesús, quien ya la venció. Es aceptar
y asumir, lo que nos ofrece como estilo de vida: las bienaventuranzas. Incluso
con sus consecuencias de persecución.
DIOS DE LA VIDA
Hoy dos de noviembre, es un día donde el mate mañanero fue en un clima de silencio.
Recordamos algunas personas queridas, fallecidas. La calle está desierta. El
sol brilla primaveralmente para todo el que quiera disfrutarlo.
Un día para
preguntarnos sobre la VIDA, la que hemos vivido y la que estamos viviendo. Preguntarnos
si la estamos viviendo para que sea larga o si la estamos viviendo en el amor,
como entrega. Morir moriremos todos, en el momento menos esperado. La
diferencia será si llegamos a ese momento encerrados en nosotros mismos o
después de habernos dado totalmente.
DE DIOS VENIMOS Y A DIOS VOLVEMOS
Cómo nos
ilumina aquel relato del anciano reconocido como santo. Cuentan que un periodista
fue a entrevistarlo. Llegó y quedó sorprendido de la sencillez de vida que
había en su casa. Tenía solamente lo imprescindible, lo necesario para vivir. Y
el periodista le preguntó, si ¿poseía solamente esas pocas cosas? A lo que el
abuelo le respondió. Que las demás las tenía en su casa.
Sorprendida la visita
le preguntó si ahí no era su casa. Y el anciano le dijo, que estaba solamente
de paso; preguntandole a el periodista si solamente tenía para vivir lo que
llevaba puesto.
Y este dijo la misma respuesta: "No, todas mis cosas las he
dejado en mi casa en la ciudad, acá solamente ando trabajando, ando de paso.
El
sabio abuelo sonrió, lo miró tiernamente a los ojos, y le dijo: "también yo ando
solamente de paso por esta tierra, de Dios he venido y hacia Dios voy, por eso
ando ligero de equipaje".
LIBERÉMONOS:
Hoy es un
buen día para alivianar, nuestros roperos, nuestra alma de POSESIONES, de hechos
ya acontecidos, de preocupaciones futuras, y de personas que nos encadenan o que
nos creemos dueños.
Solo estamos de paso… vivamos más que un fin de semana
largo de descanso, vivamos la vida dando pasos de libertad, de desprendimiento,
de solidaridad…
Ahí donde está nuestro corazón, ahí es donde esta nuestro tesoro. Es muy distinto tenerlo en cosas materiales, en personas que hoy
están y mañana no, a tenerlo puesto en la casa de dónde venimos y seguramente
en cualquier momento estamos a su puerta…
El apego nos encierra en algo o en
alguien, encegueciéndonos al resto de la realidad. El poner el corazón en Dios
nos hace mirar la vida y comprometernos con la vida, así como lo hace Dios: sin
poseer, sin imponerse, amando… que es darse y sabiendo recibir agradecidamente.
NECESITAMOS SIGNOS
En algunos espacio andamos en dos patas, con la razón o con los afectos. A veces nos lleva uno y en otras circunstancia nos empuja la otras... Creo que necesitamos signos realmente significativos, que nos den la unidad de lo que sentimos, creemos, pensamos y queremos sobre lo que estamos viviendo. Hoy retomando una tradición indígena, recordamos a la abuela, a mi papa, y a los tíos con un matecito con bizcochos.... algo que con gusto compartimos en vida con ellos.
Para otros sera encender una velita, ir a un lugar, escuchar una canción... Ojala nos demos tiempo para significar, expresar lo que estamos viviendo, personalmente y comunitariamente.
Había una
vez, en la selva, un pájaro que se había llevado un gran golpe. Tan afectado
quedo, que perdió todo sentido para vivir. Estaba desplumado totalmente.Para este
pájaro, la tristeza era su nido. La pereza su ritmo. La angustia su sentir. La
rabia su arma de defensa. El pesimismo su mirada. Y una adición su única
compañía.
Muchas veces,
este pájaro, había escuchado de la existencia de un Rey Bueno, en medio de la
selva. Este pájaro, envuelto en su pesimismo, negaba su existencia. ¿Cómo
podría existir algo bueno, en esta selva tan llena de injusticia? Se decía y
decía.
Un día
inesperado se encuentra el pájaro, con una golondrina amiga. Llegó, anunciando
una nueva primavera; que llega, igualmente si estamos de pie o caídos.
Para el
pájaro desplumado, en su nido de tristeza, recibió unos rayos de alegría dados por
la visita de su amiga. Su mirada, la de la golondrina, por un instante le diluyó su angustia, la rabia, y el pesimismo. Preguntándose en el abrazo
afectuoso compartido: - ¿esto no será un momento de amor?
Al
despedirse, la golondrina con una sonrisa y voz tierna le dijo: - “El gran rey
de la selva te busca”. El pájaro quedó desconcertado. Sintiendo el deseo de
encontrarse con él. Pero a su vez, no se sentía digno de estar con él Rey.
Todo tiene
su tiempo, hasta que llegó el día en que el pájaro después de días oscuros en
la compañía de su adicción, decidió buscar al gran rey de la selva. Entre
tantos caminos que en algún momento le habían ofertado, el pájaro eligió seguir
el vuelo de su amiga.
Invitado por
la golondrina, una tarde se encontró en una reunión de distintas aves. Todo era
muy simple. La alegría y la libertad, eran el aire que se respiraba. Todo
parecía de todos. El trabajo, la fiesta, la reflexión, el juego, la oración
danzaban en círculo.
En medio de
ellos se le revelo el gran rey. Él era esas miradas de aceptación. Esas
palabras de aliento. Esos abrazos que une los huesos. Esa mesa familiar. Esos
trabajos sin patrón. Esos pájaros diferentes que hacen un mágico tejido
multicolor.
Todo tiene
su tiempo, y llegó el momento de despedirse, de aquel lugar donde como pájaro
se sintió emplumado. Se sintió en vuelo, aportando gratuitamente su canto, en
un coro bello con otros cantos. Su alma estaba en paz.
Tenía miedo
de volver a su nido, y caer nuevamente en la tristeza. Donde lo esperaba aquella adición, que había
elegido como amiga. La cual, lo aislaba, alimentándole la rabia y el pesimismo.
Entonces
ocurrió algo inesperado. Algo que le cambió la vida para siempre a este pájaro.
Se le acercó el rey bueno, ofreciéndole sus propias plumas. Todas eran muy
bellas. Mezclando sus colores vestían maravillosamente al rey. Se le daba la
posibilidad de emprender un nuevo vuelo, con plumas nuevas, las del mismísimo
rey.
De
apariencia a los ojos del mundo, ninguna de ellas parecía hermosa. Más bien
parecía plumas pesadas, a ser cargadas. El pájaro necesito creer, que el rey
bueno le ofrecía algo muy valioso. Y creyó. Atreviéndose a preguntar si podía
tomar más de una. A lo que el rey feliz respondió: -Todas las que quieras.
Cuenta la
leyenda que cada pluma tiene su nombre. Y al comienzo se siente solamente su peso.
Cuando se aprende a valorarla, como lo enseña el rey bueno, se transforma cada
una de ellas, en fuente del amor a la humanidad, así mismo, y al rey bueno.
El nombre de
esos tesoros los proclamó Jesús en las bienaventuranzas: libertad, sufrimiento,
humildad, justicia, misericordia, bondad, paz, verdad, denuncia, esperanza,
alegría.
ILUMINAR:
Mateo 5, 1 - 12
Cuando Jesús
vio a las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se
acercaron a Él. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
"Bienaventurados (Felices) los pobres en
espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
"Bienaventurados
los que lloran, pues ellos serán consolados.
"Bienaventurados
los humildes, pues ellos heredarán la tierra.
"Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.
"Bienaventurados
los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.
"Bienaventurados
los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.
"Bienaventurados
los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.
"Bienaventurados
aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el
reino de los cielos.
"Bienaventurados
serán cuando los insulten y persigan, y digan acusaciones falsas contra ustedes,
por causa de Mí. "Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes
en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron
antes que ustedes.
ACTUAR:
Toda persona
que quiera caminar humanizándose, amando, debe elegir “emplumarse” y vivir
alguna de estas bienaventuranzas, sin negar ninguna de ellas. Esto es seguir a
Jesús.
Dar pasos de
libertad, que exige desprendimientos. Asumir el sufrimiento, físico o
sentimental, descubriendo un sentido de amor.Todo con humildad, reconociendo que todo lo bueno viene de Dios.
Comprometiéndonos con la justicia, que generalmente nos lleva a ponernos de
parte de los más frágiles y enfrentar a los más poderosos. Con misericordia, a
todo el que reconozca sus faltas, y desee comenzar una vida nueva. Cultivando
la bondad, que limpia el corazón. Por el camino de la paz, nunca imponiéndose
con violencia. La verdad, es el arma más poderosa. Que denuncia, y enfada a los
fariseos y poderosos que reaccionan con violencia. Tengamos esperanza, en
tiempos de persecución. Con la alegría, de creer la buena nueva, que la semilla
que muere en el suco resucita y da muchos frutos.
No
olvidemos, que Dios anda buscando al caído. Como buen pastor, busca sus ovejas
perdidas. Siendo el padre bueno, nos espera con un anillo y sandalias nuevas
para hacer fiesta.
Él nos
invita a las comunidades, que se reúnen en su nombre. Él nos envía golondrinas
amigas. Él nos envía como golondrinas al encuentro con los pájaros desplumados,
caídos, para que vuelvan a encontrar el sentido verdadero de la vida.