Le respondí: "al César lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios". Al juego lo que es del
juego y a Dios lo que es de Dios. Entonces me preguntó qué era lo de Dios. Y le
compartí las bienaventuranzas. Mateo 5, 1-12
LO QUE DIOS NOS OFRECE COMO REGALO A TODOS
Con ese hecho de vida comenzó la homilía de la misa. Donde pusimos el acento en pedir a Dios lo que nos ofrece: humildad, misericordia, corazón limpio, paz… Y en especial el compromiso con la verdad y la justicia. Que tanta necesidad tienen nuestras familias y nuestro pueblo.
Porque cuando uno va escuchando la historia de las personas, en especial de las mujeres, escucha que fueron abusadas por los más grandes... abusadas sexualmente, económicamente, laboralmente. Dentro del ámbito familiar, en el vecindario, en los centros de estudios, en los lugares de trabajos, en las fiestas, y en las instituciones, incluso en las iglesias.
LA MUERTE HA SIDO VENCIDA
Vencer la muerte, vencer las pequeñas pérdidas que vamos teniendo, es desde ya ponernos en manos de Jesús, quien ya la venció. Es aceptar y asumir, lo que nos ofrece como estilo de vida: las bienaventuranzas. Incluso con sus consecuencias de persecución.DIOS DE LA VIDA
Hoy dos de noviembre, es un día donde el mate mañanero fue en un clima de silencio.
Recordamos algunas personas queridas, fallecidas. La calle está desierta. El
sol brilla primaveralmente para todo el que quiera disfrutarlo.
Un día para
preguntarnos sobre la VIDA, la que hemos vivido y la que estamos viviendo. Preguntarnos
si la estamos viviendo para que sea larga o si la estamos viviendo en el amor,
como entrega. Morir moriremos todos, en el momento menos esperado. La
diferencia será si llegamos a ese momento encerrados en nosotros mismos o
después de habernos dado totalmente.
Cómo nos ilumina aquel relato del anciano reconocido como santo. Cuentan que un periodista fue a entrevistarlo. Llegó y quedó sorprendido de la sencillez de vida que había en su casa. Tenía solamente lo imprescindible, lo necesario para vivir. Y el periodista le preguntó, si ¿poseía solamente esas pocas cosas? A lo que el abuelo le respondió. Que las demás las tenía en su casa.
Sorprendida la visita le preguntó si ahí no era su casa. Y el anciano le dijo, que estaba solamente de paso; preguntandole a el periodista si solamente tenía para vivir lo que llevaba puesto.
Y este dijo la misma respuesta: "No, todas mis cosas las he dejado en mi casa en la ciudad, acá solamente ando trabajando, ando de paso.
El sabio abuelo sonrió, lo miró tiernamente a los ojos, y le dijo: "también yo ando solamente de paso por esta tierra, de Dios he venido y hacia Dios voy, por eso ando ligero de equipaje".
LIBERÉMONOS:
Hoy es un buen día para alivianar, nuestros roperos, nuestra alma de POSESIONES, de hechos ya acontecidos, de preocupaciones futuras, y de personas que nos encadenan o que nos creemos dueños.
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