para que el encuentro sea real y verdadero, en la convencia, en los momentos de estar a solas, en los servicios, en las celebraciones, en la eucaristia, en la economia, en la fiesta y baile....
para que estos encuentros sean soplo del Espíritu, en la huella de Jesús y sean de agrado de Dios Padre, deben ser LIBERADORES Fraternos, sanadores, potenciando los dones y transformando nuestros errores.
Hoy el equipo de liturgia nos invitó a tomar conciencia se nuestras experiencias personales, familiares, sociales, ideológicas, Eclesiales, económicas... que nos esclavizan. 
Y compartimos la buena noticia, en aquellas experiencia de liberación que hemos visto, oido o vivido. Iluminada por la Palabra de hoy.
Donde Jesus pone en el centro de la convivencia humana y de la oración a un hombre paralizado y su confianza en Jesús lo libera. Para escándalo de aquellos que priorizar las normas y presentos antes que al ser humano.
La celebración misma y la cotidianeidad han sido encuentros, relaciones, sanadoras y liberadora.
Encuentros con Jesús presente en los jóvenes, en los niños, en las personas adultas mayores, en los quehaceres de cocinar, limpiar, en una economía solidaria, fraternalmente vivida donde no hay pase de entrada, y donde se crean actividades según los carisma...
Actividades como ir a la Playa a guitarrear, fútbol, conga, bicho, truco, la escondida, marcadas, caminatas, guitarreadas, ruedas de mujeres, tesoros indígenas, miradas políticas, testimonios evangélicos....
También el paseo de una tarde cruzando el puente hacia Brasil.. .. también eso es parte de nuestra teología de encuentro con Jesús en la cotidianeidad.
La cocina que exige renunciar al descanso a la Playa, estando junto al horno... la lavada de piso y baños... son un lugar visible de si lo hacemos libremente y por amor. Cada día se forman los equipos voluntariamente.
El amor y la alegría con la que se realizan los servicios más humildes son la verdadera Palabra de si en este modo de convivencia sopla el Espíritu, si es voluntad de Jesús y su Padre o no....
No es donde solamente se menciona su nombre, pero los pequeños en edad, y los golpeados no encuentran lugar... ahí no está Dios.
Desde otras formaciones religiosas, a algunos les cuesta entender está manera de encontrarnos y celebrar... tampoco nosotros mismos podemos definir claramente que son los encuentros colibries... si podemos ver que niños, jóvenes, adultos ... familias, heridos, locatarios de lejos... dejan otras cosas para venir a vivir está experiencia... Algo hay acá... Alguien que atraía y atrae a el pueblo diverso está acá.. .
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