La pandemia que se nos impone desde hace mucho tiempo, que “aplaude
el éxito y descarta culpabilizándolos a los derrotados”, corre por
nuestra sangre. Y es un bicho cultural muy contagioso, promovido por la cultura
de la competencia individual de unos contra otros.
Para los creyentes, creemos en un Dios presente en la
Historia. Un padre – madre, que tiene algo para deciros para el cuidado, y para superar esta pandemia destructora de la “competitividad”.
Nos habla este fin de semana en la parábola de “los
talentos”, presentando el “miedo” como el arma fundamental del
mal espíritu, para hacer estéril a las personas, evitando que aporten al bien
común. Dios nunca espera de nosotros, algo que el mismo no nos haya dado. Y lo
dado por Dios es para compartir en bien de todos, y así habrá abundancia para
todos.
La pregunta que nos planteamos fue:
- 1) ¿Cuál es el miedo que Dios hoy me
quiere impulsar a superar para aportar algo en bien de algunos necesitados?
Dios también nos habla por otros medios, como puede ser por
algo tan popular en nuestra sociedad como es el futbol. El maestro Tabárez,
hablándonos del proceso de la selección, nos aporta elementos claves para
nuestra vida personal y comunitaria.
Después del triunfo histórico en Colombia frente a los
locatarios el maestro dijo ante los periodistas que lo quería poner en el
cielo:
“somos los mismos
los que hoy ganamos,
los mismos que perdimos
el
partido anterior”.
El camino es eso, con diferentes resultados, pero
hay que tener y confiar en un proyecto de juego, a largo plazo, que se tiene
que moldear en cada circunstancia diferentes.
Y a esas mismas personas que ahora lo “aplaudían” y en la
derrota anterior lo quería “descartar”, les recordó que:
“los partidos perdidos
son la
gran oportunidad
para aprender de los errores,
para ser mejores.
Este
triunfo comenzó
en los vestuarios
después de la derrota anterior”.
El
equipo tiene capacidad de autocrítica y de apoyo grupal a quienes no tuvieron
un buen partido.
- 2) ¿En qué momento sentimos que estamos viviendo, en tiempos de pérdidas o de logros? Las dificultades son posibilidad de aprender
a ser mejores. Y los logros son para reafirmar que es posible que seamos
fecundos, aunque en otros momentos fuéramos estériles.
A nivel continental esta semana el pueblo peruano, hizo
renunciar a un presidente autoproclamado. Semejante a lo que ocurrió en
bolivia, con la presidenta autoproclamada para un tiempo de transición hasta
llamar a las nuevas elecciones.
En lo parroquial, se va desarrollando el mes de Maria, con
la visita de casa en casa de las distintas imágenes para ayudarnos a encontrar
con Jesus. Además de los encuentros comunitarios en la capilla del cerro los
martes, los jueves en Toledo y los viernes en el templo de abajo. Tejido con el
encuentro de los jóvenes los sábados y la misa en fraile los domingos. Además
de la virgencita que anda visitando por Cerro de las Cuentas, este sábado
celebramos una linda misa en tres islas.
Estamos de acuerdo que hay que promover los cuidados en
tiempo de pandemia. Y vemos que es necesario ir reactivando la economía, por
medio de desarrollo de actividades. Pero también creemos que es necesario
mantener encendidos los encuentros familiares y comunitarios, que alimentan las
relaciones humanas y la relación con Dios.
Cuidar la vida es voluntad de Dios. Favorecer una economía
que haga circular los bienes por medio del trabajo, de los intercambios de
bienes y servicios, es también agradable a Dios. Pero creemos es también
fundamental, alimentar el alma, dialogar con Dios para superar los miedos,
aprender de las perdidas y valorar los logros. Jesús es el director técnico que
nos convoca a participar de su estilo de vida.
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