Junto a la imagen de Maria, a la biblia: un pedazo de pan, un vaso de agua, unas llaves de casa, una ropa rota, un medicamento, unas cadenas o rejas.
Cuando oramos por alguien concreto, hacemos presente su
nombre, su rostro, su persona, su situación. Es un buen comienzo para darle una
mano. Creyendo que “pobre” es PRESENCIA REAL DE JESUS, al darle la mano, es con
Dios mismo que nos encontramos.
TENGO HAMBRE
Pensemos en personas concretas de nuestro entorno, que los
hemos visto pidiendo alimento, pidiendo dinero para comer, o requechando de
nuestra basura. Recordemos su presencia física, su rostro, su nombre si lo
sabemos. Hablemos con Dios sobre esas personas.
TENGO SED
Pensemos en personas y situaciones familiares donde le
falta el aseso al agua potable para consumo, o agua para su siembra o animales.
Recordemos esas personas, esas situaciones. Hablemos con Dios, pidamos lluvias.
ME FALTA TECHO
Pensemos en personas, familias, que sobreviven en la calle,
bajo puentes, en casas muy precarias o amontonados bajo un mismo techo. Tengamos presente a las personas que pasan por
una mala situación económica, faltándole lo imprescindible. Recordemos esas
personas, esas familias, hablándolo con Dios.
ESTOY DESNUDO
Pensemos en personas concretas, que por distintas razones
“no visten bien su cuerpo”. O sabemos que no viste bien su corazón. Que tienen
carencias afectivas, sentimentales, de buena compañía en su persona. Hablemos
de ellos con Dios.
ESTOY ENFERMO
Pensemos en personas concretas, que están enfermas en su
casa, internadas en un hospital, en un centro de recuperación. También en las
personas que se sienten solas o con mucho miedo. Hablemos de ellos con
Dios.
ESTOY PRESO
Pensemos en personas
concretas, en sus rostros y nombres, que hayan cometido un delito y estén en la
cárcel. O en personas que estén presas de una situación de opresión familiar,
laboral, social, aditiva, espiritual. Hablemos de ellos con Dios.
RECORDEMOS ESOS ROSTROS
Según la palabra bíblica, ellos son presencia real de Jesus. Intentemos ESCUCHAR que nos dice Dios en relación a ellos.
que personal o comunitariamente
podemos hacer por alguno de ellos?
UN TESTIMONIO COMUNITARIO
Compartir el trabajo, la mesa y la oración con los “pobres” en este caso con los de la Fazenda la Esperanza, que están recuperándose de alguna adición.
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