miércoles, 25 de noviembre de 2020

PRIMER DOMINGO de ADVIENTO 2020

VER

Tuvimos un profundo dialogo por teléfono, con Gonzalo, un amigo Guarani, del Chaco Boliviano. Él me decía de este reciente nuevo tiempo de la vuelta a la democracia en Bolivia:

Teko jei vaere, ñamae kavi

“Hay que estar bien, atentos a las señales de la vida”

Es una bonita propuesta, para el tiempo de adviento. 

- Primero, es bueno preguntarnos:

¿Cómo estamos? 

¿Y que nos puede ayudar a estar bien, con lo que somos y tenemos?

- Segundo, creyendo que:

 “Mbae casata cï – Algo va a pasar” en este tiempo de camino a una nueva navidad, hay que estar “atentos” a las señales de vida que Dios mismo nos dará en la realidad cotidiana y universal.

Comparto una manifestación de Dios:  Con los jóvenes de la parroquia nos fuimos “al Realito” un Belen de campo, cercano a Fraile Muerto. Ahí los animadores propusieron una jornada de ENCUENTRO, con juego, oración, reflexión y merienda compartida. Se comenzó con una cacería que consistía en ir preparando y preparándose para la misa.

Decoraron el altar, con flores, plumas, huesos, hojas del lugar expresando algo de lo que estaban viviendo. El arte será siempre un modo de compartir lo más profundo del ser humano. 

Teatralizaron la Palabra Bíblica sobre el juicio final, encarnándola en la realidad juvenil de la atención, solidaridad con los amigos y familiares caídos, necesitados. Y después del encuentro con Jesus en el pan y vino consagrado, llego la acción de gracias, que fue con una danza africana JERUSALENA, que expresa la alegría del encuentro con Dios aquí y ahora. 

Sin ser menos importante el compartir la merienda de tortas fritas y chocolate, futbol, voleibol y programación del próximo encuentro.

ILUMINAR:

Entonces la primera buena noticia que recogemos de las vivencias y tenemos para compartir es:

-        Que el Espíritu de Dios sigue fecundando entre nosotros, vida de encuentros, al compartir el pan, los saberes y la alegría. Y es posibilidad de ser “tierra Santa- Jerusalén - tierra de Dios” cada corazón, cada encuentro, y cada lugar donde estemos.

Escuchando la Palabra de Jesús, (Marcos 13, 33 -37), que nos advierte que hay que estar prevenidos, atentos porque nadie sabe la hora de la manifestación de Dios entre nosotros o del encuentro definitivo con el después de la muerte, nos surgió una sencilla propuesta para prepararnos para recibir y vivir un nuevo nacimiento de Jesus.

ACTUAR:

Con las Chicas de la Fazenda la Esperanza, se nos inspiró ir poco a poco construyendo un pesebre, un espacio simbólico, exterior, que exprese nuestra interioridad, personal y comunitaria, donde creemos que Jesus quiere nacer.

La propuesta es: ir construyendo una casa, una cueva, un nido, con distintos elementos que simbolicen para cada uno, un lugar de su persona donde “parece que nada bueno puede nacer”. Por ejemplo, algo que simbolice nuestro “carácter incontrolable”, nuestra sexualidad que a veces se descontrola”, “nuestra economía que nos hunde”, nuestros pensamientos pesimistas, nuestros sentimientos de miedo, nuestras actitudes paralizantes, nuestros gestos de falta de amor, nuestra tendencia al egoísmo…

CELEBRAR:

Escuchando la canción “Jerusalena” o otra, hacer silencio y escuchar nuestra interioridad, encontrarnos con esa parte de nuestra vida “que es nuestro tornillo flojo, nuestra herida, nuestra fragilidad humana” ofreciéndola a Dios para que haga nacer a Jesus ahí.

Comunitariamente frente a ese pesebre que vamos construyendo, expresar nuestras oraciones de acción de gracias, de súplica por los presentes, pero también por los que están viviendo realidades dolorosas, deshumanizantes.

Culminar con Maria a Dios, un Ave Maria y un Padre Nuestro…  cantar y bailar. Rezar con todo el cuerpo y el alma, para alimentar la vida y la esperanza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario