domingo, 13 de diciembre de 2009
Nos ponemos en camino
Querida Amiga:
Siempre intente imaginarme ese Jesus que camina por la orilla del Mar ,y llama a sus discípulos.
¿Porque a esa gente ?
¿porque a esa altura de su vida?
La verdad que hay muchos estudios pero para mi sigue siendo un misterio, que lo leo desde mi propio llamado y desde otros...
¿porque ellos lo dejaron todo y lo siguieron?
Sin duda que Jesús no era un extraño, no fue un amor a primera vista.
Tambien esos pastores de navidad y eso reyes magos que lo dejaron todo y cambiaron de camino...
En ningún caso hay poder, ni dinero ,
ni estudio ,ni belleza fisica ,ni promesas de felicidad,
que son las cosas que mas o menos mueven al mundo en todo tiempo, aqui hay un niño pobre en una familia excluida y despues un hombre con un sueño de tierra sin mal ,de reino de dios, medio utopico... a ser construido con otros en relaciones de libertad, de servicio a los demas...
Sin duda que no hay razon explicativa, sin duda que mas ha sido una locura de estos hombres y mujeres,
y asi les fue nada de exito para ninguno. Quizas todo tiene mas que ver con cierta insatisfacción de las cosas que se ven, yesto fue algo que los movio por dentro, en lo mas profundo de su Ser.
¿de donde vengo?
¿para que estoy?
La vida el tiempo va pasando y vamos aprendiendo lo que pasa y lo que permanece...
Quizas es parte de la ESPERA, de un nuevo tiempo el ALIVIANAR el equipaje dejando mas espacio en nuestra casa, alivianar la historia : sintiendonos PERDONADOS y pudiendo expresar los TE QUIERO.
¿De que cosas materiales me debo desprender?
¿Que debo perdonarme o perdonar?
¿ A quien quiero?
Bueno todo esto poniendonos en camino hacia el encuentro de los alejados , los que tambien estan embarazados de ese tal jesús y estan dispuesto a dar la vida por El, hay que encontrarse porque Herodes buscara matarnos, matar la vida nueva... Hay tambien mucho deseo de CONSERVAR y no cambiar... este quizas fue la ola contraria para el mensaje de Jesús entre los suyos... pero El siguio remando mar adentro, con ellos los que creyeron en esa utopia... y murieron pero, VIVEN
Querida Amiga tu te desprendes de un trabajo , por aca nos ponemos en camino ...
Repartir con el que no tiene
3 Adviento (C) Lucas 3, 10-18
La Palabra del Bautista desde el desierto tocó el corazón de las gentes. Su llamada a la conversión y al inicio de una vida más fiel a Dios despertó en muchos de ellos una pregunta concreta: ¿Qué debemos hacer? Es la pregunta que brota siempre en nosotros cuando escuchamos una llamada radical y no sabemos cómo concretar nuestra respuesta.
El Bautista no les propone ritos religiosos ni tampoco normas ni preceptos. No se trata propiamente de hacer cosas ni de asumir deberes, sino de ser de otra manera, vivir de forma más humana, desplegar algo que está ya en nuestro corazón: el deseo de una vida más justa, digna y fraterna.
Lo más decisivo y realista es abrir nuestro corazón a Dios mirando atentamente a las necesidades de los que sufren. El Bautista sabe resumirles su respuesta con una fórmula genial por su simplicidad y verdad: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Así de simple y claro.
¿Qué podemos decir ante estas palabras quienes vivimos en un mundo donde más de un tercio de la humanidad vive en la miseria luchando cada día por sobrevivir, mientras nosotros seguimos llenando nuestros armarios con toda clase de túnicas y tenemos nuestros frigoríficos repletos de comida?
Y ¿qué podemos decir los cristianos ante esta llamada tan sencilla y tan humana? ¿No hemos de empezar a abrir los ojos de nuestro corazón para tomar conciencia más viva de esa insensibilidad y esclavitud que nos mantiene sometidos a un bienestar que nos impide ser más humanos?
Mientras nosotros seguimos preocupados, y con razón, de muchos aspectos del momento actual del cristianismo, no nos damos cuenta de que vivimos "cautivos de una religión burguesa". El cristianismo, tal como nosotros lo vivimos, no parece tener fuerza para transformar la sociedad del bienestar. Al contrario, es ésta la que está desvirtuando lo mejor de la religión de Jesús, vaciando nuestro seguimiento a Cristo de valores tan genuinos como la solidaridad, la defensa de los pobres, la compasión y la justicia.
Por eso, hemos valorar y agradecer mucho más el esfuerzo de tantas personas que se rebelan contra este "cautiverio", comprometiéndose en gestos concretos de solidaridad y cultivando un estilo de vida más sencillo, austero y humano.
JOSÉ ANTONIO PAGOLA
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
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