miércoles, 22 de agosto de 2018

CONCLUSIONES DEL V CONGRESO AMERICANO MISIONERO - BOLIVIA 2018

Con el gran impulso misionero del Papa Francisco la Iglesia Católica en América ha celebrado su V Congreso Americano Misionero (V CAM) en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) del 10 al 14 de julio de 2018. Con el lema «América en Misión: El Evangelio es alegría» se ha llevado a cabo esta asamblea extraordinaria en la que se espera fortalecer el sentido misionero de toda la Iglesia Católica y encontrar vías de renovación y de conversión misionera de la misma en América.
- P. Nacho ¿Cómo fue la participación? 
En total 3.177 participantes inscritos de 25 países. Una experiencia maravillosa, donde las delegaciones no compartían una con otras, ni la alegría estaba en eliminar al otro, sino totalmente a la inversa: la felicidad se vive en «tejerse unos con otros»: Con testimonios de laicos, religiosas y sacerdotes realmente misioneros en realidades muy duras.
- ¿Quiénes participaron de Uruguay?
Animados por el P. Leonardo Rodríguez, (Vicario Pastoral de Canelones) encargado nacional de las misiones, participamos unos 20, en su mayoría laicos, de las diócesis de Canelones, Montevideo, Salto, Maldonado, Florida y Melo. El cardenal Sturla por problemas de vuelo, no pudo participar.

- ¿Cuáles desafíos surgieron?
 Primero vimos la realidad de nuestro continente. Además de todo lo bueno que está aconteciendo, los desafíos son: La crisis de la familia con todos sus problemas derivados, el desprecio y la violencia contra la vida y la dignidad humana; la vulneración de los derechos humanos, el dominio económico de unos pocos que genera desempleo y pobreza, el panorama de injusticia y de falta de solidaridad que deja tras de sí el ser humano en la época del secularismo, la necesidad de cuidar a la Hermana Madre Tierra; la preocupante situación de desigualdad y de violencia a que está sometida la mujer, las migraciones, la población indígena; los aspectos sombríos de la misma Iglesia, golpeada sobre todo por los escándalos de la pederastia, el descenso de las vocaciones sacerdotales; la modernidad débil y relativista así como la negatividad y la inmoralidad inherentes a dicha modernidad.
 - ¿Cuáles fueron las principales conclusiones?
Como Iglesia de américa, tenemos que tener una conversión misionera. Pasar de ser una Iglesia con una pastoral de mantenimiento, conservadora, de espera, a una iglesia en salida, siendo levadura en medio del mundo, con opción por los más pobres y excluidos.
 - ¿Cuáles serían los pasos?
- Educar en la alegría del Resucitado y de las Bienaventuranzas. Es preciso potenciar al máximo entre los servidores de la Palabra de Dios, el conocimiento y la profundización en el misterio central de la fe cristiana, que es el Misterio Pascual de la muerte y resurrección de Jesús y compartir sistemáticamente con nuestro Pueblo de Dios la preeminencia del mensaje de las Bienaventuranzas (IL 236-259), que constituyen la verdadera antología del Evangelio y que resumen la alegría de todo el mensaje cristiano y de los valores del Reino de Dios y su justicia, fomentando la opción preferencial por los pobres y la creación de espacios de atención a los que sufren y a los excluidos.
- ¿Cómo se concretiza?
Saliendo a las periferias del mundo para ir al encuentro de los «otros». Sacando ese muro de ellos y nosotros, porque para el cristiano todos somos hijos del mismo Dios y todos hermanos. Es preciso fomentar espacios de diálogo y de alegría en nuestras comunidades e ir a las periferias del dolor, de la marginación y de la pobreza. Crear medios, métodos e instrumentos para ir a los alejados de la fe y transmitirles la alegría del Evangelio con un corazón abierto a la universalidad, especialmente en medio del sufrimiento. Avivar el sentido Ad Gentes e ir con la alegría del Evangelio al encuentro de las culturas y de la cultura, de la diversidad cultural de nuestros pueblos y del crecimiento cultural de nuestras gentes, con una atención particular al mundo indígena, a los sectores de población de los inmigrantes, de todas las víctimas de la violencia y de la droga. Hacerse presente con los valores del Evangelio en los ambientes culturales y generadores de cultura, en las universidades e instituciones educativas, así como en los medios de comunicación y en las redes sociales de comunicación.
- ¿Desde dónde salir?
Desde una vivencia comunitaria, que fomente el conocimiento de la Biblia y de los Evangelios, promoviendo las comunidades a que sean misioneras. Se propone promover y apoyar al máximo las Comunidades de Vida Misionera, desde las Comunidades Eclesiales de Base como desde otras formas de vida comunitaria eclesial y de movimientos eclesiales, como forma concreta de vivir la dimensión misionera de la Iglesia, inmersa en el mundo y en las realidades humanas, sociales y políticas con el método de la Revisión de Vida, con sus tres pasos funda-mentales (Ver, Juzgar y Actuar), como instrumento de análisis y de transformación personal, eclesial y social desde la fuerza del Espíritu (IL 274).
- ¿Cómo sería el actuar?
Promoviendo la comunión de bienes en la Iglesia y con los pobres. Hay una desigualdad creciente en la sociedad, entre pocos que tienen mucho y muchos que no tienen lo mínimo. Y también es escandalosa y antievangélica la desigualdad dentro de nuestra propia iglesia.
 Por eso hay que crear, fomentar y desarrollar la institución de Cáritas en todas las comunidades cristianas parroquiales y no parroquiales, con el fin de hacerse presente desde la práctica de la caridad y de todas las obras de misericordia de manera organizada y estructurada ante las necesidades materiales y sociales de nuestra población, especial-mente entre los más pobres y necesitados, tanto de cerca como de lejos (IL 275). De este modo se desarrolla la estructura fundamental de la Iglesia para gestionar la comunión de bienes en la Iglesia y con los más pobres y necesitados. Y concretamente se debe apoyar la propuesta emblemática de la institución de la Koinonía Eucarística con los Pobres, para compartir con ellos, con criterio evangélico y evangelizador y con el carácter universal de Ad Gentes, las aportaciones de cada Eucaristía.

-¿Y junto con lo económico?
Hay que promover la Reconciliación en todos los ámbitos de la vida. Sobre todo, se debe consolidar la opción por los pobres como vía de Reconciliación, y, no en último lugar, la re-conciliación ecológica en favor de la creación de Dios, cuidando con responsabilidad nuestra Casa Común, la «Hermana, Madre Tierra» (IL 280-289).
- ¿Qué nos falta?
Fomentar la conciencia de la misión profética y liberadora en todos los ámbitos sociales. Hay que despertar y alimentar la conciencia de la misionariedad de la Iglesia, cultivando la dinámica vocacional de la Iglesia y de sus miembros en el servicio al mundo entero. Asimismo hay que elaborar desde conferencias episcopales un proyecto misionero, que debe impregnar los planes pastorales y renovar nuestras estructuras de evangelización, haciéndonos caminar hacia la misión Ad Gentes, especialmente orientada a todos los ámbitos donde no se conoce a Cristo o no se viven los valores del Evangelio, particularmente las comunidades indígenas y los sectores de población dedicados a la gestión económica, empresarial, social y política de nuestras sociedades. Y hay que hacer también un esfuerzo intenso de conexión con la vida real de la gente, asumiendo y promoviendo la Lectura Creyente de la Realidad como metodología excelente del diálogo con el mundo y de la comunicación del Evangelio, haciéndose presentes en los diversos ambientes con los medios adecuados y saliendo a las periferias existenciales y geográficas del mundo para ir al encuentro de los alejados (IL 290-95). Asimismo se apoya la creación del Observatorio Eclesial Americano de los Derechos Humanos con el objetivo de realizar informes de carácter profético acerca de las situaciones de exclusión, marginación, opresión, injusticia, corrupción y extorsión de los derechos humanos, sociales, políticos y económicos en todos los países de América.
- Partiendo desde la familia
Es urgente consolidar el respeto a la dignidad de la persona en el marco familiar para que ningún miembro de la familia sea maltratado, particularmente las mujeres y los niños. Es también urgente educar en el respeto a la vida como un don de Dios desde el primer momento de la concepción hasta la muerte natural. Es apremiante asimismo educar a los jóvenes desde las familias y desde las parroquias en el sentido y en el valor cristiano de la sexualidad.
-¿Hay mucho Para cambiar como Iglesia?
Sí, hay que desarrollar una Iglesia misionera más ministerial y laical. Potenciar el desarrollo de una «Iglesia en salida» que vaya rompiendo los moldes de una Iglesia demasiado Clerical y abra caminos firmes y decididos hacia una Iglesia más Ministerial y con participación laical que pone su mirada en Cristo y en los hermanos necesitados, desorientados y en los no creyentes. Potenciar una Iglesia en la que los laicos asuman su gran responsabilidad testimonial y misionera orientada desde la alegría del Evangelio al servicio a los otros, a los que sufren y a los pobres.

En esta línea se apoya la propuesta también emblemática de la creación de un ministerio reconocido, laical y femenino, mediante el cual se reconoce a la mujer su extraordinario servicio a la evangelización como una realidad viva y se institucionaliza una participación estructurada en la misionariedad de la Iglesia de nuestro tiempo. Se había propuesto el nombre del «ginacolitado» puesto que el acolitado es un término eclesial vigente para un ministerio laical, pero eso queda como tema abierto a su estudio, análisis y profundización. Sin dejar de promover y cuidar las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.
- ¿Algo más?
El mundo ha cambiado y sigue cambiado, el Espíritu de Dios sigue trabajando en la historia a través de personas de fe, profetas y personas con buena voluntad. Nos sigue faltando a los uruguayos «el polvo de américa», tenemos nuestra mirada en Europa.
Es muy enriquecedor y exigente, conocer experiencias comunitarias misioneras al servicio del bien humano.
Es posible otra humanidad, otra iglesia encarnada, servicial y profética. Todo lo de Dios comienza muy pequeño y amenazado por los poderes que jerarquizan y se sobrepone al pueblo.
Como dice Gandhi: el mal de este mundo no es por el grito de los malos, sino por la indiferencia y silencio de los que se creen buenos. Y como decía un expositor: tenemos que ser como las gallinas, primero poner el huevo y después cacarear, primero nuestra vida tiene que dar testimonio de lo que queremos profetizar en nombre de Dios, en bien de la liberación de los oprimidos. Y después no callar aunque nos cueste esta vida …
Nacho

lunes, 20 de agosto de 2018

Nancy Herrera, misionera salvadoreña: descubriendo el ancho campo de la misión

Sentados delante del fuego en la casa Ain-Karim de los Voluntarios de la Esperanza, en Chacras de Melo, COMUNIÓN entrevista a Nancy Herrera, una joven salvadoreña que ha venido a Melo por tres meses.
- ¿De qué parte de El Salvador vienes, Nancy?
- Vengo de la Diócesis de Sonsonate y estoy aquí haciendo una experiencia misionera o, más bien, un discernimiento vocacional con los «Voluntarios de la Esperanza» que es una asociación de fieles que dirige el P. Mimmo. Estoy viendo si sería la vocación de la misión lo que me corresponde.
- ¿Cómo comenzaste a plantearte esta posible vocación misionera?
- Cuando era mucho más joven, a los 14 años, un sacerdote me invitó a participar de un taller de Obras Misionales Pontificias en la parroquia Santa Lucía en Juayúa, siempre en mi Diócesis. Cuando fui pude escuchar diferentes experiencias de los que ya trabajaban en Obras Misionales Pontificias, específicamente en la Infancia Misionera. De ahí me invitaron a acompañar un grupo de niños y así fue como me fui involucrando un poco más en la misión, por lo menos de forma teórica, porque no participaba en una misión fuera de las fronteras, sino que todo era en mi parroquia.
- Viviste después una experiencia que te abrió un campo muy grande…
- Sí. Pasaron más o menos cuatro años cuando me invitaron al Tercer Congreso Americano Misionero que fue en Ecuador, en 2008. Al ir ahí pude ver, para la poca edad y poca experiencia que yo tenía en las Misiones, un panorama exageradamente grande para mí. Fue sorprendente ver toda esa cantidad de personas con sus diferentes experiencias en el campo de la misión. Cuando cumplí 18 años me surgió como más fuerte la inquietud de ir también yo como ellos, que habían dado ese «sí».
- ¿Encontraste alguien que te acompañara para seguir buscando tu camino?
- Por consejo de mi párroco busqué un director espiritual y así conocí al P. Ricardo Cuestas que siempre ha estado en el ámbito de las Obras Misionales Pontificias y es quien ha venido escuchando las inquietudes que yo tengo. Él fue quien más me impulsó en el camino de la misión, porque a partir de ese año, 2008, él me envió a pequeñas experiencias de 15 días a Guatemala, Honduras. Así, de esta forma fui tratando de discernir, aunque ha pasado bastante tiempo, ya diez años; pero aún sigo con esa inquietud de saber dónde quiere Dios que yo le sirva con mi vida.

 - ¿Qué es lo que has encontrado en este tiempo en Uruguay, qué experiencias de Iglesia te han llamado la atención?
- El Padre Mimmo ya me había hecho como un bosquejo de la situación de la Iglesia acá en Melo. Se ve que son muy pocas personas las que asisten a la Iglesia, pero eso no me sorprendió porque en mi país hay algunas ermitas -aquí les dicen capillas- donde la gente concurre muy poco. También hay Iglesias que se llenan mucho los domingos, pero a la hora de actuar en las diferentes necesidades no aparecen las doscientas personas que van a Misa. Entonces para mí la cantidad de personas que tenga un templo no significa que sean realmente, para empezar, cristianos católicos y luego que apliquen la caridad que Jesús pide.
Entonces cuando yo trato de comparar la realidad de acá, veo, sí, es cierto, muy poca gente en los templos, pero con una entrega que es de corazón, que se les nota, por ejem-plo, donde yo estoy yendo, la catedral, todos los días llegan a rezar el Rosario. No quiero decir que en mi país no se haga, pero esa pequeña acción de que sean pocos pero que sean tan perseverantes creo yo que significa bastante.
- También estuviste en otros lugares, fuera de Melo…
- El Padre Nacho nos invitó a una comunidad en Fraile Muerto- Toledo, donde iba a haber un pequeño envío para los que iban a ir al Congreso Misionero Americano en Bolivia y también para un grupo de jóvenes que iba a estar haciendo una misión local. Fuimos a esa ermita y para mí fue muy impresionante ver que el templo es «multiuso», porque ahí adentro está la cocina, el comedor.
Para algunos quizás puede ser chocante en el aspecto litúrgico o normativo, pero a mí me encantó vivir esa experiencia de que la gente recurre al templo como que fuera su casa y eso creo que falta a veces en muchas iglesias; que no solo las veamos como un lugar donde tendríamos que estar preocupados por no hacer ruido, por no molestar, por no dañar algo, sino que sintamos que es-tamos llegando a nuestra casa, porque cuando uno llega a su casa por lógica cuida el ambiente, cuida todo.

Por eso, ese sentimiento que encontré en esa comunidad para mí significó mucho porque no lo veo frecuentemente, por lo menos en mi comunidad parroquial. No puedo hablar de todo lo que es mi país, porque no lo conozco todo, pero cuando comparo con las situaciones de allá, veo que aquí existe ese sentido más de unidad, de sentirse pertenecientes a la Iglesia y ser como una familia. Eso me marcó ese día y yo se lo comenté al Padre Nacho, porque él nos preguntaba qué nos había llamado más la atención, qué nos había movido el corazón.
Ese gesto de la comunidad me impresionó y también que aquí hay como más diversidad de culturas: estaba presente una señora afrodescendiente y ella nos hizo una bendición con la señal de la cruz en nuestra frente y me gustó ese detalle, porque sentí que era como dignificar a las personas de todas las razas porque es el mismo Dios el que nos ha creado a todos. Esas dos cosas me han llamado la atención en el tiempo de estar acá.
- Tú viste que en nuestras comunidades hay muchas personas mayores, que leyéndote pueden pensar que la misión es sólo para personas jóvenes. ¿Qué les dirías a nuestros adultos mayores para animarlos a vivir la misión que a cada cristiano le toca vivir?
- La misión es lo que nos toca hacer en el lugar donde nos toca estar, independientemente de la edad que tengamos. Todos podemos ser misioneros: primero, orando por todas las misiones del mundo; luego, existe la cooperación material, que es una forma de ser misionero.
Si yo no puedo salir, por mi enfermedad o por mi edad avanzada, tal vez puedo colaborar económicamente para que las misiones en todo el mundo sigan adelante. Entonces les invito a que oremos por todas las misiones del mundo, que colaboremos materialmente también, y si siento alguna inquietud, pues, acercarme a un sacerdote, a mi párroco, a un consejero para que me ayude a un discernimiento vocacional.

viernes, 17 de agosto de 2018

Javier, testimonio sacerdotal.

Hoy, 3 de julio de 2018, celebro en la Santa Misa mis 52 años de ordenación sacerdotal, en Roma, por manos del Papa Pablo VI, que pronto será proclamado Santo.
Conmigo fueron ordenados otros 72 sacerdotes, todos para América Latina. Entre ellos el P. Pierluigi Murgioni, él y yo destinados a la Diócesis de Melo en Uruguay.
Encaminándose a Uruguay
Mons. Roberto Cáceres, en Italia para el Concilio Vaticano II, nos había contactado y ordenado diáconos en mi pueblo natal de Lumezzane el año anterior.
Ya estaba en el Seminario, cuando, en el segundo año de liceo, después de una crisis vocacional, decidí, sí, hacerme sacerdote, pero misionero.
Los últimos dos años de Seminario los pasé en Verona, en el Seminario para América Latina con Pierluigi. Los diáconos de aquel seminario pedimos al Papa que nos ordenara sacerdotes, los primeros después del Concilio Vaticano II. Y así fue.
Antes de partir para Uruguay, Pierluigi y yo pasamos un año en España, donde hice un curso de “promotor social”. Allí conocimos la dictadura del caudillo Francisco Franco. Esta experiencia española, en los años 1967-68, nos enriqueció mucho a nivel humano, social y pastoral.
En agosto de 1968 cruzamos en barco el océano Atlántico y llegamos a Uruguay.

Las orientaciones de Medellín
En aquellos días los Obispos de América La-tina estaban reunidos en Medellín, Colombia, con el Papa Pablo VI, para la II Conferencia General de Obispos latinoamericanos. Entre ellos, Mons. Roberto Cáceres. Con él llegamos juntos a Melo a mediados de agosto, hace 50 años.
Lo primero que el Obispo nos dio fue el Documento de Medellín, que era la aplicación del Concilio Vaticano II a la pastoral latinoamericana. Nos dijo: “Aténganse en su pastoral misionera en esta diócesis a las indicaciones pastorales de este documento”.

Viviendo y trabajando como vecinos
Tomándolo en serio, con ese espíritu, empezamos nuestra labor pastoral en la diócesis de Melo.
Yo opté por acompañar al Padre Carlos Fernández Ordóñez en la parroquia S. José Obre-ro y me fui a vivir en esa misma capilla. El P. Carlos vivía en la capilla Sagrada Familia. El P. Pierluigi se incorporó a la Catedral, viviendo en un barrio cerca de la capilla Santa Cruz. Al principio comíamos juntos en el colegio de las Hermanas de Cristo Rey que tenían un “internado de gurisas” del Consejo del Niño en la capilla San José
Como sugerían los lineamientos de Medellín, en los primeros tiempos ocupábamos la mañana trabajando. El P. Carlos en la curtiembre de Mederos, yo en la talabartería Tacuarembó y Pierluigi de taxista, hasta que la tarea pastoral fue pidiendo todo nuestro tiempo.
Con las nuevas generaciones
Empecé a acompañar un grupo Scout creado por el P. Miguel García en el colegio Dámaso A. Larrañaga. ¡Cuántos grupos se formaron en San José y en la Catedral! ¡Cuántos recuerdos! Las reuniones semanales, las salidas periódicas, los hermosos campamentos de verano en los bosques a la orilla de nuestros ríos…
Aplicando el Evangelio al método educativo del escultismo pude formar una gran cantidad de muchachos y muchachas en los valores humanos y cristianos que le dan auténtico sentido a la vida. Recuerdo en San José la “Alianza Juvenil” para los Jóvenes de los barrios y el Baby Fútbol. Toda esta actividad para las nuevas generaciones tenía una finalidad educativa humana y cristiana.

Las Comunidades Eclesiales de Base
Mirando con ojos de pastor la realidad y es-timulado por los recientes documentos ecle-siales, con las personas un poco más com-prometidas de la Comunidad, se vio la nece-sidad de darle prioridad pastoral a la “Nueva Evangelización” a partir de la formación de catequistas y de grupos de vecinos (empeza-mos con 4 en San José) que se reunían en los varios sectores de los barrios.
Así se empezaron a formar las pequeñas “Comunidades Eclesiales de Base” que paulatinamente se extendieron a toda la ciudad de Melo y progresivamente a toda la diócesis. Había empezado esta experiencia el Padre Hugo Perdomo en Río Branco. Tiempo después comencé a escribir las catequesis semanales que se publicaban en la revista diocesana “Comunión”, tesoneramente llevada adelante por el Obispo Roberto Cáceres. Estas catequesis ayudaban a los integrantes de las comunidades en sus reuniones semanales. Se seguía el método “VER-JUZGAR-ACTUAR” y se empezaba con un “Hecho de vida” que favorecía el comienzo del dialogo catequético. Por largos años el quincenario “Comunión” favoreció el camino formativo de las Comunidades.
En San José, entre pueblo y campaña se pusieron en camino sesenta y seis pequeñas comunidades. Ellas tenían su consejo pastoral comunitario en las capillas cercanas donde se reunían para la Misa dominical: San José, Sagrada Familia, Virgen Milagrosa, San Juan Bautista en barrio Feder y Virgen de los Treinta y Tres en Barrio Ruiz. En la campaña: en las tres capillas de Centurión; en Pueblo Nando la capilla San Francisco Javier y en Chacras de Melo, San Andrés.

La Misión Popular y la Pastoral de Conjunto
Para 1978 se ofreció a la diócesis el pro-yecto de la “MISIÓN POPULAR” que ayuda-ba a las parroquias al inicio del año pastoral a consolidar o a crear nuevas Comunidades. Todo esto, por impulso de Mons. Roberto Cáceres, paulatinamente se extendió a toda la diócesis.
En toda esa labor tuve la dicha de vivir junto a otros hermanos sacerdotes: en San José con los Padres Carlos, Claudio, Renato, Franco y en la Catedral con Asdrúbal, Miguel, César, Ángelo y Thomas. Había que adaptarse a los diferentes caracteres… pero fue una buena oportunidad para ir madurando, no una pastoral individual sino una “Pastoral de Conjunto” y esto, aunque con dificultades, me ayudó muchísimo.

La promoción humana
La promoción humana fue otra de las opciones que caracterizaron la pastoral de aquellos tiempos. Con el curso de “Promotor Social” que hice en Madrid en el año lectivo 1967-68, me había preparado para desarrollar esta misión en las periferias pobres de Melo. En el Barrio Feder, con la construcción de la capilla San Juan Bautista, como en la capilla San José, se promovieron talleres de formación femenina, policlínicas y más adelante en el tiempo con la construcción de la capilla San Juan Evangelista en Cañas (parroquia Catedral) se ofrecieron los mismos servicios ayudados por la gratuita disponibilidad de formadores y médicos voluntarios.
También se crearon Comisiones de promoción de Barrios con proyectos de arreglo de calles y arrime de agua potable en los barrios más alejados. En el barrio del Hipódromo se creó y se pudo llevar a cabo, entre los vecinos más pobres, una cooperativa de seis viviendas con la misma cooperación de los interesados ¡Cuántos proyectos, cuántos sueños!

Anunciar, vivir y hacer vivir en Comunidad el Evangelio crea reacciones
La presencia de la Iglesia entre los más pobres, su concientización, que los llevaba a la decidida denuncia de las graves injusticias que favorecen marginación y pobreza, creó reacciones en algunos sectores sociales y políticos. Se hicieron injustas y, muchas veces, gratuitas denuncias que, en un clima de fuerte tensión social y política, favoreció la intervención del poder militar latente y que después llegó a ser, desde el 27 de junio de 1973, una dictadura.
En mayo de 1972 sacerdotes y laicos comprometidos fuimos detenidos y torturados en los cuarteles.
Esta prueba, que fue dura, me maduró como hombre, como cristiano y como sacerdote. No conservo rencores por lo que me pasó y le doy gracias a Dios porque de esa prueba salí espiritualmente enriquecido. Desde Italia me propusieron volver a mi tierra natal, pero yo decidí quedarme con mi labor misionera en Melo. Mi conciencia no me reprochaba na-da de lo que me habían acusado. Y yo bien sabía que predicar y testimoniar el Evangelio incluía resistencias y persecuciones. ¡Lo había dicho Jesús!
¡Fueron duros los primeros tiempos después de esa triste experiencia! Pero, después, fue todo un despertar y crecer como Iglesia metida en el pueblo, Iglesia que pide JUSTICIA y ofrece PAZ como proponía el Documento de Medellín.
¡Cómo asimiló, cómo vivió y cómo vive el espíritu del Concilio y de Medellín el Papa Francisco! El Papa Latinoamericano, que en su Argentina tuvo que sufrir el duro período de la dictadura y cómo propone hoy ese espíritu, no sin resistencias entre los mismos cristianos, a la Iglesia universal y al mundo entero de nuestros tiempos.

Párroco de la Catedral de Melo
A partir del año 1974 tuvieron fuerte impulso y difusión las Comunidades Eclesiales de Base en nuestro medio. Desde el año 1980 fui nombrado párroco de la Catedral de Melo y estuve hasta fines de agosto de 1988. Entonces la parroquia abarcaba una vasta área. Se aplicó también en esta parroquia la experiencia pastoral vivida en San José. Fueron más de 60 las pequeñas Comunidades que en ella surgieron.
Además de los sacerdotes que sucesivamente me acompañaron, me ayudaron las hermanas Doroteas, que en aquel tiempo vinieron a ubicarse en el “Centro de Promoción Social” donde después, al frente, se hizo la capilla del Buen Pastor y la casa de las mismas hermanas.
Colaboraban con la parroquia también las hermanas Carmelitas de la capilla Santa Cruz, así como las hermanas de María Auxi-liadora y las hermanas que estaban en el hospital. Se atendían las capillas San Pablo en el barrio del Hipódromo, Santa Teresita, San Antonio del Bosque, Arbolito, Bañados de Medina, Santa Catalina en Granja Palleiro, San Francisco en Guazunambí, Santa Teresa en La Micaela, San Pedro en La Pedrera, San Juan Evangelista en Cañas. La última capilla que se hizo fue Madre del Salvador en Villa Betania después de la venida del Papa Juan Pablo II a Melo.
¿Para qué tantas capillas?
Porque la gente, gracias a las numerosas pequeñas comunidades, concurría y participaba activamente. A excepción de San Antonio del Bosque, las demás capillas se pagaron con beneficios, con venta de tortas fritas, carreras de caballos.
Cuántos recuerdos conservo en mi corazón, mientras me pongo a mirar y rezar sobre los años vividos y sobre la muchísima gente con la cual me relacioné en los veinte años de mi estadía en Cerro Largo.

La visita de san Juan Pablo II
Al fin, el 8 de mayo de 1988, hace 30 años, la venida del Papa Juan Pablo II, ahora santo, en aquella que fue por ocho años mi parroquia de la Catedral de Melo. El Papa fue recibido por el pueblo en la explanada de la Concordia entre la Catedral y el Centro de Promoción Social y nos dejó su mensaje al mundo del trabajo.
Para recordar ese gran evento propuse y concreté el proyecto de dejar, en la cumbre del Cerro Largo, aquella Cruz y aquel altar que conserva la memoria de la venida del Papa a Melo.
A menudo, de rodillas, me pongo espiritualmente a los pies de aquella Cruz rezando por la Diócesis que con amor de Pastor serví durante veinte años y que tanto sigo queriendo.
P. Saverio (Javier) Mori

lunes, 13 de agosto de 2018

MATERIAL DE LAS C.E.Bs. Y GRUPOS BÍBLICOS DESDE EL 13 de AGOSTO AL 9 DE SETIEMBRE


MATERIAL DE LAS C.E.Bs. Y GRUPOS BÍBLICOS
  SEMANA DESDE EL 13 al 19 de AGOSTO 
«El cristiano es solidario con Alegría»

1 - AMBIENTACIÓN: Un pan, una copa (vaso) de vino y la biblia abierta delante. Una música suave puede ayudar a enriquecer el ambiente de encuentro
2- ORACIÓN INICIAL: Invocación al Espíritu Santo
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Cada uno toma la copa con vino y comparte una ALEGRÍA de la semana.
   4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD: 
      LECTURA BÍBLICA: Juan 6, 51-59
Aporte para la lectura: La idea de comer carne humana resulta escandalosa para los judíos, que no han entendido las palabras de Jesús. Quien no habla de carne y sangre de su cuerpo físico, sino de la carne y sangre del Hijo del hombre, lo que hace destacar su carácter glorioso y nos remite tanto a la celebración de la Eucaristía como a su muerte en cruz y su resurrección.
Anteriormente habíamos visto que la clave de las palabras de Jesús estaba en «creer en Él». Sin embargo ahora todo se centra en comer su carne y beber su sangre, que son verdadero alimento y verdadera bebida. La celebración de la Eucaristía, el comer la carne y beber la sangre del Hijo del Hombre, produce un doble efecto:
- Vida eterna. Del mismo modo que la fe en Jesús nos daba la vida eterna, la comunión de su cuerpo y de su sangre produce el mismo efecto.
- Y también nos hace permanecer en Cristo. Al invitarnos a permanecer en Él por la comunión de su Cuerpo y de su Sangre, Je-sús nos hace partícipes del misterio de la comunión del Padre y del Hijo.
La eucaristía es viva presencia de Jesús y nos recuerda que al compartir nuestro pan, nuestra vida, nuestros dones, con la alegría del buen vino, estamos aportando al reino de Dios. El cristiano es una persona SOLIDARIA - ALEGRE.
5- DISCERNIR. Nos preguntamos: ¿Nuestras misas nos impulsan a ser solidarios con los más pobres y nos despiertan la alegría de sentirnos amados por Dios como hijos?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Que reunión de hoy sea un encuentro con Cristo. Por eso debemos ser agradecidos a la comunidad, y a Dios. Se pasa la copa de vino de mano en mano y cada uno agradece por esta comunidad. Se puede finalizar cantando y dándonos el saludo de la paz.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)


SEMANA DESDE EL 20 al 26 de AGOSTO
Señor ¿a quién iremos?

1 - AMBIENTACIÓN: La Palabra con la Biblia abierta y una vela. Y un crucifijo.
2- ORACIÓN INICIAL: En presencia del Espíritu Santo, oración o canto.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Se pasa de mano en mano el crucifijo y cada uno comparte UNA CRUZ, que le toca cargar (enfermedad, desacuerdo, perdida) 
4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD: 
      LECTURA BÍBLICA: Juan 6, 60-69
Aporte para la lectura:
1.- Quienes Rechazan a Jesús (Jn 6,60-66):El evangelista Juan habla de «muchos de sus discípulos» (vv. 60.66), es decir que los que lo abandonan son personas que fueron discípulos, que pertenecieron a la comunidad cristiana. Jesús insiste en que «la car-ne» no sirve de nada, es decir, buscar sola-mente una experiencia religiosa que «nos dé mejor salud, mejores relaciones, mejor bienestar» nos lleva al abandono de la fe, cuando algo de esto nos falte. La verdadera fe es la obra del Espíritu, que es el que da la vida. Y vivir en Dios se puede con carencias si se vive según el Espíritu, cuando nos dejamos guiar por Él.
Y reitera que la fe no se impone, ni se consigue, la fe Dios la da a quien él quiere y a su manera, a su tiempo. De nuestra parte podemos pedir: Señor aumenta nuestra fe o la de alguien. Y la profundidad de la fe se manifiesta en los momentos de cruz. 
2.- Quienes Permanecen en Jesús (Jn 6,67-69): Jesús comienza preguntando a los Doce si también ellos quieren marcharse (el 12 es signo de las 12 tribu de Israel, entendamos entonces que Jesús le pregunta a to-dos los pueblos a toda persona que dice creer en el). La respuesta del cristiano  es: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Pedro muestra haber comprendido los dichos de Jesús en el discurso del Pan de Vida. El que cree en Cristo, el que escucha sus palabras, el que come su carne y bebe su carne, es el que tiene la vida eterna. 
Y algo fundamental para esta vida: Jesús da un sentido profundo al sufrimiento en bien de nuestros hermanos. Aunque el mal sea el vencedor, nuestra fe en el resucitado que es verdad, justicia y vida, nos da siempre esperanza. 
Vale la pena transitar por el camino de la hermandad fraterna, en verdad, solidaridad, justicia, desde nuestros hermanos más pequeños. El poder no puede quitarnos la vida eterna. Y si la podemos perder si «queremos salvar nuestra vida, negociando con el mal».
5- DISCERNIR. Nos preguntamos: ¿Somos una Iglesia profética? Que denuncia el mal y desenmascara a los poderosos. ¿Estamos de parte de las víctimas? ¿En qué caso concreto?
6- ACTUAR Y CELEBRAR.  Cada uno toma el crucifijo, en silencio hace su oración de perdón y en voz alta asume el compromiso de cargar con su cruz o enfrentar a un mal.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)
SEMANA DESDE EL 27 de AGOSTO al 2 de SETIEMBRE
«Lo impuro es la falta de Amor»

1 - AMBIENTACIÓN: La palabra abierta. Ante ella ubicamos dos cartulinas, una negra, con la palabra «impuro» escrita con letras blancas grandes; y otra cartulina blanca con la palabra «puro» escrita en letras negras y grandes. 
2- ORACIÓN INICIAL: Invocación al Espíritu Santo.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Compartimos ¿Qué me han enseñado que es impuro según mi religión?
    4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD: 
LECTURA BÍBLICA: Mc 7,1-8.14-15.21-23
Aporte para la lectura: Si prestamos atención a las palabras de Jesús y a los persona-jes, veremos que hay dos partes claramente diferenciadas. En una Jesús discute con los fariseos (vv. 1-8) y en la otra enseña a la gente (vv. 14-15.21-23)
1.- Discusión con los Fariseos (Mc 7,1-8):
Para los Fariseos cumplir la ley es hacer la voluntad de Dios, muchas de ellas son las referidas a la pureza. 
Los profetas, en la historia de Israel, critican duramente la idea de que la pureza sea sólo una cuestión de rituales externos-mágicos. De nada sirve la pureza de las cosas exteriores si el Pueblo no pone su corazón en Dios. Jesús entronca en este pasaje con esta denuncia profética. No puede haber pureza ritual si no hay AMOR. 
A veces por cumplir la ley se olvidan del mandamiento divino en favor de las normas humanas. Están más pendientes de sus rituales que de ser fieles a Dios, que es liberar y servir al prójimo.
2.- Enseñanza de Jesús a la Gente (Mc 7,14-15.21-23):
Jesús abandona la discusión con los judíos y vuelca su atención hacia la gente. Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre. Jesús da vuelta el sentido de la pureza tal como lo entienden los judíos. La verdadera impureza no está en las cosas externas, sino en el corazón del ser humano cuando hace algo sin Amor.
La enseñanza de Jesús culmina con una lista de vicios, que es muy típica del mundo greco-latino. Algunos de nuestra cultura actual.
5- DISCERNIR. Nos preguntamos: ¿Qué normas nos presentan como que por el solo hecho de cumplirla o no, somos dignos o indignos? ¿Qué lugar ocupa el Amor?
6- ACTUAR Y CELEBRAR. Si se pudiera cantar «Si yo no tengo amor, yo nada soy …» Romper la cartulina negra que representa lo impuro. Y darnos el saludo de paz.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)
SEMANA DESDE EL 3 al 9 de SETIEMBRE
«La vida eterna 
o el éxito en este mundo»

1 - AMBIENTACIÓN: Nos encontramos hoy ante uno de los textos-eje del Evangelio de Marcos; un pasaje que nos invita a tomar partido, a asumir una postura que nos compromete ante Jesús. Colocamos la Biblia abierta y unas sandalias de discípulo dada vuelta con un NO y otra como si caminara con un SI, escrito.
2- ORACIÓN INICIAL: Invocación al Espíritu Santo
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: ¿Qué y Quiénes son los que mandan en el mundo de hoy?
      4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD: 
      LECTURA BÍBLICA: Marcos  8, 27-35
Aporte para la lectura: Nos encontramos hoy ante uno de los textos fundamentales del evangelio de Marcos, un texto bisagra que divide al evangelio en dos partes. En la primera Jesús predica sobre todo en Galilea para todos. A partir de ahora, la revelación de Jesús estará más centrada en sus discípulos, y en el camino hacia Jerusalén, enfrentando la tentación Mesiánica triunfalista. 
1.- ¿Quién dicen que Soy? (Mc 8,27-30): No todos comprenden quien es Jesús. ¿Y ustedes? Jesús pregunta a sus discípulos por lo que han visto y oído estando con Él. Pedro toma la palabra para declarar a Jesús «el Cristo» (el Ungido, el Mesías). Por lo tanto no es un juez ni un sanador. Es el Que dará la vida por nosotros para el perdón nuestros pecados. Como veremos, ni los propios discípulos lo comprenden.
2.– Primer Anuncio de la Pasión (Mc 8,31-32a):
Jesús evita usar el término «Mesías» y se refiere a sí mismo como «Hijo del Hombre», un título propio de la literatura apocalíptica que da menos lugar a mal interpretaciones de que lo puedan tomar como un líder, un caudillo. Jesús les explica lo que está por venir. El Hijo del Hombre «debe» sufrir. De este modo Jesús da a entender que su coronación como Mesías sólo tendrá lugar cuando se desarrollen estos acontecimientos. Y lo anuncia con total libertad, y claridad, sin ser en-tendidos por los que cre-en que el camino es el éxito en este mundo.
3.– Incomprensión de Pedro (Mc 8,32b-33): Pedro, No pueden aceptar  a Jesús como Siervo de Dios que entrega su vida, él quiere un líder  victorioso. Aceptar la entrega del Maestro seguirlo significaría entregarse.
Jesús rechaza esta posición de Pedro como tentación, al llamarlo «satanás» (tentador). Tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. Eso es estar endemoniado: salirse del camino del Amor, y entrar en la búsqueda del éxito por cualquier medio.
Jesús le exige a Pedro que se ponga «detrás de él», las mismas palabras que usó cuando lo llamó por primera vez (Mc 1,17), y las que usará a continuación para hablar del verdadero discipulado, que es «ir detrás» de Jesús. Ser discípulo no es decir señor, señor, es vivir según Jesús.
4.– Enseñanza sobre el Seguimiento (Mc 8,34):
La condición es la negación de sí, liberarse del ego, y la disposición a asumir la cruz de Cristo. No es algo espiritualista: se trata de estar dispuestos a compartir el destino del Maestro, tal como él mismo acaba de anunciarlo. 
Ponerse de parte de las víctimas, asumiendo las consecuencias del mal en los poderosos de este mundo. Lo que está en juego es la Verdadera Vida que sólo Jesús puede dar. Sólo quien la entregue por Él, podrá recibirla en plenitud.
5- DISCERNIR. Nos preguntamos: ¿Estamos dispuestos a desobedecer a los que mandan con intereses personales o de su grupo?
6- ACTUAR Y CELEBRAR. Quien quiera seguir a Jesús, incluso dispuesto a ser golpeado por los poderosos… se pone de pie y dice su nombre agregando un compromiso. Unidos se reza un padre nuestro.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)

sábado, 4 de agosto de 2018

Volver a Bolivia, volver a la esencia

Una vez más he vuelto a cruzar las dos fronteras que nos distancian de Bolivia. Esta es mi sexta vez, y probablemente una de las más intensas y movilizadoras. 

Antes y durante el viaje, cargué con la pregunta: ¿Por qué será que vuelvo tanto? ¿Qué es lo que tiene ese lugar que me atrapa tanto? ¿Cuál es mi búsqueda? Aquí estoy tratando de descargar el equipaje y responder. 

No creo que haya algo único, tampoco todo se puede conocer ahora. “Hace falta una vida para saber vivirla”. Pero me animaría a nombrar al menos dos cosas que me cautivaron: la hospitalidad y el silencio.

La hospitalidad

No conozco otro lugar donde la hospitalidad se haga con tanta pasión y cuidado como en Bolivia. Por supuesto que cuanto más humilde es la casa, más se da esa entrega, así como lo hizo la viuda del Evangelio. En Bolivia hay mucho “Dios que recibe”, mucho abrazo fraterno, desde prestar la cama para dormir en el suelo, hasta construir un cuarto totalmente nuevo para recibir a la visita.

 No hay forma de escapar a tal abrazo, el guaraní comparte lo mejor que tiene, no se guarda nada para mañana, porque solamente piensa en el mañana cuando está por recibir las visitas. Después es todo fiesta, casa abierta, puesta en común, generosidad extrema.




El silencio
En las comunidades guaraníes, el silencio es más importante que la palabra. Quizás por mi forma de ser silencioso y callado, siento que me adapto fácil a esa forma de vivir. Aunque para mí el desafío está también en contactar con el silencio interior. 

Me sorprende haber cultivado tantas amistades solamente compartiendo un mate, una comida, y mucho silencio. Tengo la sensación de que son amistades que no se darían tanto en Uruguay, donde la palabra es a veces exigencia para formar algun vinculo, hace falta “comunicarse”.


Silencio, casa abierta, patio común, fogón, hospitalidad, vida en comunidad. En Bolivia encuentro mucho de todo eso, y no necesito mucho más.

Vivir con más tiempo, esto es, dedicar más tiempo a los encuentros, al compartir, a reunirnos aunque sea en silencio, al mismo silencio. La vida se vive mejor cuando hay tiempo para dar y tiempo para recibir, sin poner la mirada en un lado o en otro, sino en ambos. Porque siempre la dinámica es de dos direcciones, aunque no nos demos cuenta. Y si nos inclinamos por algún lado después perdemos lo que el otro está sintiendo, porque la mirada del otro/a vale para completar la nuestra.

Será tiempo entonces de volvernos un poco más libres, mientras aprontamos las mochilas para el siguiente vuelo.