viernes, 30 de septiembre de 2016

MATEADA EN RADIO RÍO BRANCO- Viaje por Brasil, Paraguay, Argentina, Uruguay.

Venimos de dialogar en un espacio social  de radial de Radio Rio Branco.
¿Cómo le fue en el viaje?
- Como todas las cosas en la vida “viajar”, no es bueno o malo en si mismo. Todo lo que hagamos de pende si es para satisfacer nuestro ego o para aprender para servir, viviendo solidariamente. Hoy el colonialismo capitalista nos ofrece viajes para vivir unos días casi “como ricos” por supuesto bien alejados de los pobres y de las luchas sociales. Nuestro viaje fue en los medios públicos y estuvimos en las zonas periféricas y en la mesa de la gente común. Gracias a una Iglesia, amigos/as que están en esos lugares.
 ¿Cómo se ve la región?
- En este viaje de escucha, mirada y compartir por el sur Brasileño, el norte Argentino, y norte Uruguayo, lo común es “la perdida de fuentes laborales”, con un pueblo más consumista y exigente, quejoso, individualista y poco organizado. En Brasil y Argentina se suma la inseguridad para el trabajador publico y los jubilados. Con la espiritualidad “soy feliz consumiendo”. La felicidad tiene el nombre de tener, de ser bello, exitoso o lograr algún lugar de poder. Paraguay está en una situación diferente, porque su vida cotidiana es mucho mas informal. Lo que permite a los grandes empresarios producir a menor costo, con trabajadores en negro o con pocas exigencias. Y a un estado sin demasiados gastos en limpieza, infraestructura, jubilaciones. Los indígenas y campesinos son saqueados y violentados…
¿Qué enseñanza  le dejo?
- Una cuantas, la primera que está muy bien que queramos y apoyemos a que todos tengan la posibilidad de un trabajo con un salario justo y los beneficios correspondientes. Pero eso no alcanza. Si no hay el cultivo de la libertad interior y de la fraternidad humana. El trabajo nos hace consumista, insolidario. Que más o menos la vamos pasando, hasta que no nos despiden o nos quitan la jubilación. Este sistema es perverso.  Y si no se interioriza en una espiritualidad liberadora y solidaria, fácilmente terminamos justificando nuestros consumos, deseando reclamando mas y olvidando a los que menos pueden. Peor aún, adorando a los ídolos del poder, de la farándula, de la política y deseando la muerte del que está debajo de nosotros o alejándonos de sus necesidades y luchas.
¿Otra enseñanza?
- Que somos una misma raza humana en todo el continente. Que nos han separado con fronteras, clases sociales, razas, religiones, pero que cuando nos encontramos nos reconocemos hermanos y hermanas con los mismos deseos: ser feliz. Reitero, el colonialismo lo sabe muy bien y nos propone la unidad y la felicidad consumiendo en demasía. Nos dice que todos podemos vivir en hoteles de 5 estrellas y comer como reyes, en un espacio donde todos se quieren y son felices… pero para eso hay que pagarlo. Sin embargo hay otro modo de unidad y felicidad que es por el camino de comunitario, compartiendo los bienes y dones en bien de todos.
 ¿Algo más?

- Que tenemos que volver a encontrarnos con Jesús de Nazaret el liberador, el que nos hermana con todos. Y no solo celebrarlo litúrgicamente, con algún servicio pastoral o servicio a los más pobres, debemos encontrar y seguir las huellas de ese Jesús que vivió “sencillamente” y eso le dio cercanía de vida a los más pobres y autoridad profética. Viviendo, construyendo, sufriendo, soñando bailando en comunidad de diversos. No hay una sola cultura, ni una sola religión, ni una sola propuesta de vida, la espiritualidad del Dios de todos es ecuménica, es intercultural. La verdadera unidad no se da uniformándonos, el verdadero encuentro humano se da encontrándonos desde el ser profundo.

PREPAREMOS LA TIERRA PARA CRECER EN LA FE

El abuelo era un hombre de profunda fe, la cual lo mantuvo de pie, en situaciones familiares y sociales donde unos cuantos se quebraron o desertaron.
El abuelo era un hombre sabio en cuanto a preparar la tierra, sembrar, cuidar, podar y recoger los frutos. Siempre busque estar con él, escucharlo y aprender de él.
El abuelo un día me contaba que su vida tuvo un antes y un después, en relación a un árbol que había en su patio interior. No sabía muy bien si el mismo había plantado este árbol o alguien se lo había sembrado en su patio interior. Como todas las cosas este árbol tenía sus pros y sus contras. Con el tiempo se convenció de que había que arrancarlo, para dar lugar a la siembra y nacimiento de otro árbol nuevo.
El abuelo pausadamente, amigo del tiempo, me decía, que no fue fácil hacer lo que había que hacer. El árbol había echado raíces, era parte desde hace un buen tiempo de su patio interior. Hasta que un día tomo la decisión y dio el primer paso, realizo el primer corte. Confiesa el abuelo que tuvo una lucha interior permanente en esos días. Entre una voz inquietante, que se imponía, exigente, que le decía no cortar el árbol y otra más suave, que trasmitía paz, respetuosa, que lo animaba a la liberación.
El abuelo con una sonrisa en sus labios y ojos brillosos, con alguna lagrima, decía, que esta decisión de quitar aquel árbol de su patio interior le cambio la vida. Sin saber muy bien  lo nuevo que iba a sembrar, a nacer, su poca fe se transformo en acción liberadora. Y este paso hizo crecer su fe. Incluso lo hizo más libre ante los resultados, ante los aciertos y errores, optando por ser un humilde colaborador del jardinero de la historia.
¿Cómo esta nuestro patio interior?
 ¿Hay algo que arrancar, carpir? 
Crecer en la fe es tomar decisiones liberadoras. Con fe de que Dios ira mostrando el nuevo camino de siembra, para dar nuevos frutos. En nosotros esta preparar la tierra. Y que mejor tiempo que la primavera. (Nacho)
   Los apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» El Señor respondió: «Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un granito de mostaza, dirán a ese árbol: Arráncate y plántate en el mar, y el árbol les obedecerá. ¿Acaso tienen un servidor que está arando o cuidando el rebaño? Y cuando éste vuelve del campo, ¿le dicen acaso: Entra y descansa? ¿No le dirán más bien: Prepárame la comida y ponte el delantal para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú? ¿Y quién de ustedes se sentirá agradecido con él porque hizo lo que le fue mandado? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que era nuestro deber.» (Lucas 17, 5-10)

jueves, 29 de septiembre de 2016

... Y LLEGO LA PRIMAVERA - Editorial Semanario Tribuna popular Nº 1.446


... Y LLEGO LA PRIMAVERA
   Tiempo de vientos, brotes, alergias, flores…

Y llego la primavera, tiempo de movimiento exterior e interior. La sangre, el cuerpo, los sentimientos, la piel, los órganos, de todo ser viviente se transforman en primavera. Todo apunta a la vida.

Los vientos, inquietan el contexto de las plazas, el campo, el rio, el lago, calles. No es buen tiempo para los peinados y si es el mejor para remontar cometas.

La vida nueva nace, en brotes nuevos, flores, frutos, aves, peces y animales. Todo empuja a la vida. En sus distintas formas y colores. Desprendiendo lo seco y desplegando nuevas aromas.

También es tiempo de alergias. Hay que cuidarse de los cambios bruscos de temperatura y del polvillo. El aire fresco y el cálido sol, danzan juntos en estos días.

Hay que estar atentos. Es tiempo de nuevas oportunidades y de cambios. Hay que estar despiertos y disponibles a tomar decisiones. Las opciones diferentes se presentaran, en los variados espacios de convivencia.

Cada árbol tiene sus raíces, cada pájaro sus plumas y cada ser humano su interioridad. En primavera queda de manifiesto la verdad de nuestras raíces, la verdad sobre nuestra capacidad de vuelo y la verdad sobre lo que hemos cultivado en nuestro interior.

Me atrevo a decir que la primavera es como el comienzo de un nuevo año, comienzo de un nuevo tiempo. Las decisiones que tomemos, las que dejemos pasar, las que otros tomen por nosotros, serán decisiones que marcaran nuestro caminar desde aquí a fin de año, influirán en el verano y quizás también marque el nuevo año…

Primavera, es tiempo de amistades, amores, trabajo, estudio, arte, paseo, fiesta, visita, acogida, creatividad, fecundidad… Alguna vez podremos haber perdido o nos cortaron las flores… hoy aprovechemos el regalo de una nueva primavera.
El Colibrí

miércoles, 28 de septiembre de 2016

X Encuentro Continental de CEBs -

Mensaje del Obispo - Pedro Jubinville, C.S.Sp. Obispo de San Pedro Apóstol y obispo responsable de CEBs. Durante la Celebración de Clausura del X Encuentro Continental de CEBs - 17 de septiembre de 2016, en Luque, Paraguay
Se me pide hacer un mensaje de corte pastoral al concluir este X° Encuentro Continental de las CEBs. La verdad es que no me siento muy pastor sino más bien hermano. O sea, que el pastor probablemente siempre debería sentirse así, hermano, humilde, en medio de su comunidad. O sea, tal vez me toca vivir lo que el Papa Francisco decía en parábola: andar en medio o, incluso, detrás de las ovejas porque ellas tienen el sentido del camino a dónde ir y hay que saber escuchar. O sea, no debería nunca decir que cuando me siento más hermano, no soy pastor. O sea, creo que Dios mismo me está pastoreando a través de ustedes. Y estoy inmensamente agradecido. Mesi anpil. Obrigado. Aguyjevete.
Comparto tres cosas con ustedes:
1. Las CEBs no son el pasado, son el futuro. Parece un lindo eslogan pero lo creo realmente. Estamos llevando una inmensa riqueza: las comunidades mismas, las personas, la convivencia, el tejido humano que fabricamos y que somos, por la gracia de Dios. La opción por las comunidades es el camino de una gran renovación de la Iglesia y una contribución social única. La comunidad forma, la comunidad sostiene, la comunidad abre al entorno,… ¿Cómo vamos a vivir una “economía solidaria” sin comunidad? ¿Cómo vamos a transmitir los valores de nuestros pueblos sin ella? ¿Cómo podemos hacer catequesis o celebrar la fe sin ella? ¿Cómo vamos a cuidar de la Casa Común sin ser comunidad? Comunidades maduras, con los dones y los ministerios liberados, esto es nuestro futuro. Y me atrevo a decir este “nuestro” para toda la Iglesia. Es un futuro más sostenible y prometedor que los grandes conjuntos que alimentan una fe consumista y pasiva.
2. Hemos hablado un poco de la sacramentalidad de la comunidad. Tenemos compromisos de transformación social. Somos “inquietos/as”, ocupadas/os y preocupados/as con muchas tareas. Pero la comunidad es la vivencia de lo creado, lo recibido en gracia, lo compartido, la Palabra escuchada y celebrada. Es el sacramento del compartir, de la reconciliación con la tierra y entre nosotros/as. Ahí todo es importante: visitar, preparar una comida, jugar con los niños, pedir perdón, llamar y comunicar, lavar los cubiertos, decir la verdad, hospedar, contemplar el amanecer, respirar hondo, bailar, dar un beso,… Valoremos este don tan grande. Cuidemos nuestras comunidades. Prendamos el fuego comunitario donde nos toca compartir nuestro testimonio.
3. Somos sacramento de Jesucristo. El principio más clásico de la liturgia a través de los siglos es esto: en ella, nos acercamos al misterio de Dios. La liturgia hace memoria de Jesús y esto aviva la gracia en quienes la invocan. Las CEBs llevan la memoria de Jesús compartiendo la Palabra y manteniendo el recuerdo vivo de muchos santos y mártires. Se empeñan en expresar esta memoria en las realidades de hoy, exponerla a los desafíos sociales, políticos, culturales,… de hoy. Las CEBs tienen conciencia del carácter cargado, fuerte, desestabilizador,… de esta memoria que induce procesos de conversión. Un teólogo alemán de los 70 hablaba de la “memoria peligrosa” de Jesús. Convivir en CEB es exponerse a esta “memoria peligrosa” que trabaja constantemente en nosotras/os. Nos abre a los demás, nos cuestiona, nos sana, nos hace descubrir nuestra verdadera y profunda identidad, nos enseña a escuchar, nos envía no tanto como poderosos/as maestras/os de un mensaje bien sabido sino para exponernos más al misterio de Dios, encontrar su rostro en donde nos anunció Jesús que él se revelaría: los más pobres y excluidos. El tema de nuestro Encuentro es muy importante. No perdamos la memoria.
Nuestra semana aquí en Luque ha sido una gran liturgia. Damos gracias porque hemos sido expuestos/as a la memoria de Jesús en la memoria de estos 50 años de caminata. Ahora volvemos con el compromiso de vivir radicalmente este don. Gracias a todas/os por haber sido ministros/as de la alegría y de la misericordia. Bendiciones.

sábado, 24 de septiembre de 2016

EL HOMBRE RICO Y LÁZARO (Lucas 16, 19-31)

 Palabra bíblica para el fin de semana... 
propuesta de salvación
Este relato bien conocido del hombre que vestía y comía muy bien, en relación al pobre Lázaro que llevaba una vida inhumana. La palabra de Dios me cuestiona, me despierta algunas preguntas. 
Lo primero que me dice es que para nada el hombre rico es presentado como un hombre malo.
Quizás era un hombre, varón o mujer, responsable por su trabajo, le había ido bien y disfrutaba de los bienes adquiridos con el sudor de su frente. Podemos entender que amaba a su familia, que siempre se ocupo y preocupo por el bienestar de ellos. Mas era un hombre religioso de fe.
Quizás por la preocupación por lo suyo y los suyos, se aisló de la calle donde habitan los Lázaros, de tal manera que no lo pudo ver.
¿Cuáles son los Lázaros hoy?
 ¿Dónde habitan?
¿Está en mi agenda ir a su encuentro?
¿Son parte de mi entrega, de mi solidaridad, de mi amor, de mi oración?
Nacho

viernes, 23 de septiembre de 2016

Encuentro Continental y del Caribe de Comunidades Eclesiales de Base, CEBs. En sus 50 años de caminata. Luque – Paraguay

-¿De dónde vienes?
- De participar en Luque – Paraguay, en el Encuentro Continental y del Caribe de Comunidades Eclesiales de Base, CEBs. En sus 50 años de caminata.
¿Qué son las CEBs?
- Es un modo de ser Iglesia, comunitario, con la palabra bíblica en el centro, reflexionada desde la realidad, para aportar a la transformación de la realidad, desde las parroquias, desde las diócesis, distinto a los movimientos.
- ¿Cómo surgió la invitación?
 - Habían 10 cupos para la delegación uruguaya. La coordinación nacional intento que estuvieran representadas todas las diócesis que en Uruguay tienen una coordinación de CEBs. De nuestra Diócesis no podían participar las coordinadoras y me hicieron la propuesta, la cual extendimos a Doris perteneciente a Treinta y tres, el otro departamento de nuestra diócesis. Las CEBs, es una prioridad pastoral y priorizar significa optar, jugársela, dejando otras actividades.
- ¿Como fue el viaje?
- El camino es parte del encuentro. Nos hizo mucho bien viajar por Brasil, por tierra en ómnibus, con tiempo, recogiendo la realidad política social y eclesial de nuestras hermanas y hermanos. También siendo importante la llegada al país anfitrión viajando con el pueblo,  palpando su realidad callejera, sus colores, aromas, rostros, preocupaciones, música. Hicimos el viaje Yaguarón, Porto Alegre y después a Foz Iguazú Brasil, Cruzando a Paraguay en Cuidad del Este, yendo a Luqués. Más de 40 horas de camino.









- ¿Que países participaron?
- Habían delegaciones de: México, Nicaragua, El salvador, Honduras, Panamá, Bolivia, Haití, EEUU, Ecuador, Colombia, Chile, Brasil, Argentina, Guatemala, los locatarios Paraguayos/as y nosotros  los uruguayas/os que hacia un buen tiempo que no se participábamos con una delegación.  Unos 200 delegados, equilibrado en genero mujeres y varones, incluyendo toda la diversidad sexual, pueblos originarios, afrodescendientes, las minorías y todos los de abajo. Diverso en edades, culturas, compromisos. Sin olvidar la presencia de personas venidas del norte Canadá, Alemania, España, Italia… que se suman a la construcción del Reino, aportando a Otro Mundo Posible. Importantísimo destacar la manera circular de participación de laicos /as, religiosas, sacerdotes y obispos, dirigentes, en cuanto a la convivencia, la reflexión, la liturgia, la fiesta. 









- ¿Que fue lo primero que le sorprendió?
-  La fraternidad de la hermandad. Llevamos el corazón lleno de nombres, con las alegrías, dolores, sueños de las y los integrantes de nuestras comunidades, me sorprendí hablando el mismo idioma con personas de países culturalmente tan distintos. Más o menos todos estamos con el mismo enemigo en común: la cultura capitalista, el consumismo esclavizante, que fomenta el éxito competitivo sobre el otro, que fragmenta, provocando enfrentamientos y desigualdad. Explotando los recursos naturales sin sentido de cuidado de la casa común. Matando a las organizaciones y personas que defienden la vida, la cultura, el medio ambiente, la democracia, la libertad.















- ¿Es una sola patria el continente?
- Por siglos nos han querido dividirnos para reinar, saquearnos, desde afuera, desde arriba. Es fortalecedor encontrarse con una iglesia tejida con los movimientos sociales, haciendo memoria, buscando la verdad y la justicia. Una iglesia que tiene mártires, desaparecidos, laicos, dirigentes, sacerdotes y obispos que dieron su vida por el Buen Vivir para todos. Iglesia que ha vivido la opción preferencial por los más pobres y excluidos, enfrentando al mal ubicado como poder colonizador, entre ellos a las grandes multinacional, las dictaduras cívicas militares, a los gobiernos corruptos, a la jerarquía principesca.







- ¿Que recoge de la participación en el encuentro?
-  Fortalecimos  la esperanza, la fe, y la fraternidad. Esperanza de que haya muchas personas, comunidades y organizaciones con el mismo horizonte de un reino inclusivo y justo. Reafirmación de la fe en que el Espíritu de Dios está actuando dentro y fuera de nuestra Iglesia en clave de liberación, desde abajo. Fortalecimos la fraternidad entre los pueblos y culturas, ahora son personas concretas con las cuales compartimos la mesa, el pan, la oración, el canto, el baile, la reflexión, los sueños, los abrazos, esto nos agranda el corazón, nos une como familia como continente.










- ¿Cuáles son los propósitos después del encuentro?
- El compromiso con lo local, sumándonos con otras organizaciones e iglesias, en red con lo continental y mundial. La verdad del compromiso se juega en la vida cotidiana de cada uno, en lo chiquito, en las relaciones, en las opciones. Es bueno poner énfasis en trabajar en la conversión personal, en la autocritica a nuestras organizaciones. Me parece fundamental seguir trabajando en la vida interior, tanto en lo personal como en lo comunitario, porque si no hay una liberación desde dentro, también nosotros somos esclavo del consumismo depredador que nos hace adictos, que divide, y enfrenta. La vida sencilla, fraterna, con tiempo para el encuentro, lo comunitario, la meditación, la formación, la fiesta y las luchas es importantísima. Tejidos con los movimientos sociales, con toda persona de buena voluntad, y por supuesto caminando juntos ecuménicamente, con otras iglesias y espiritualidades que tengan el mismo horizonte de una tierra sin Mal, donde todos quepan justamente.





- ¿Como fue el regreso?
- Vinimos por Argentina, Formosa, Corrientes,  Paso de los Libres, pasando a Uruguayana Brasil, y entrando a Uruguay por Artigas, Tacuarembó, Melo, hasta regresar a Rio Branco. Reiteramos el viaje es posibilidad de aprendizaje, posibilidad de encuentro. Lo disfrutamos mucho, lo aprovechamos, fuimos fraternalmente recibidos como hermanos. Y pudiendo escuchar, ver, vivir, celebrar e intercambiar en la realidad social y eclesial de estos países vecinos.  Los tres días de regreso no es tiempo perdido, la itinerancia es esencia del cristianismo. Jesús daba mucha importancia al camino, a los encuentros.  El movimiento exterior e interior nos desprograma, libera, nos enriquece, nos une. Ya no soy el mismo por dentro, se ensancho mi corazón de nombres, de luchas, lagrimas, danza, colores, miradas, proyectos y sueños. Y realmente es bello sentir que uno habita en el corazón de otros. Aprovechando  los medios de comunicación, agradeciendo a los que organizan encuentros, y disfrutando la oración que supera las distancias físicas, nos sentimos parte de un nosotros fecundo, apostando a la unidad de diversos.









¿Algo más para agregar?

- Siempre ponemos el asentó en lo positivo, pero también hubieron cosas a mejorar, hubieron desacuerdos. Y en estos momentos,  del encuentro, la previa, el viaje, el regreso, que nos movilizan, se presenta la gran oportunidad de descubrirnos verdaderamente por dentro. Porque en las difíciles nos manifestamos en verdad. Lo que nos afecta demasiado desde fuera es porque toca alguna herida interior. Hay que dedicar tiempo a arreglar la casa por dentro. Es el mejor regalo que les podemos hacer a los demás, el encontrar la fuente interior, limpiarla, desarrollarla y relacionarnos desde ahí. Eso nos hará distinto para enfrentar el mal.  
Solo queda agradecer 
a quienes fueron parte de todo esto y a Dios. 
Profundamente feliz y agradecido, 
con ternura los saluda Nacho