miércoles, 20 de junio de 2018

Más Acá


"El Mundial del 58. Los Estados Unidos lanzaban un satélite a los altos cielos: la nueva lunita giraba en torno a la tierra, se cruzaba con los sputniks soviéticos y no los saludaba. Y mientras las grandes potencias competían en el más allá, en el más acá comenzaba la guerra civil en el Líbano, Argelia ardía, se incendiaba Francia..." (Eduardo Galeano, El fútbol. A sol y sombra).

Hace mucho que no escribo en el blog, supongo que por circunstancias de la vida, por etapas que estoy viviendo, y también confieso que por una búsqueda espiritual que pone mas énfasis en recibir que en dar. Empiezo a comprender que no hay nada de malo en eso, si es que se puede medir de alguna forma, sino que al contrario, de eso se trata vincularse con el Silencio.

Si tengo que sintetizar mis búsquedas espirituales de estos últimos tiempos, diría que se vinculan muy fuertemente al concepto de "Más Acá". Hoy fui a una charla de dos sociólogos que hablaban de como las personas en nuestra región (y sobre todo los uruguayos), experimentan la búsqueda de la trascendencia y como vivimos lo religioso. La diversidad de espiritualidades en este país "ateo" es increíble, o más bien, es misteriosa.

Primero me sorprendió poder sintonizar con muchos de los testimonios que iba escuchando, sobre todo en cuanto a las personas religiosas que dicen no creer (o no importarles) la existencia del "Mas Allá". Creo que eso, el estar en comunión con otr@s, me animó a escribir estas lineas. Quizás sea necesario aclarar antes de todo, que lo mio es un ateísmo de la "vida que vendrá", más que un no creer en la Vida Eterna (a la que doy por descontada). No puedo partir esta existencia en dos vidas, pero sobre todo no quiero depender de una vida futura según lo que viva hoy. Quiero vivir el hoy porque es el regalo de hoy.

Creo que es más fácil describir el Mas Acá, aunque no siempre vivamos conscientes de él, pero es mucho más fácil creer y confiar en el Más Allá. Porque es más fácil creer en que algún día todo será mejor que descubrir la belleza de la Vida ahora. 

Pienso que Jesús era el mas creía en ese Más Acá, que no es otra cosa que experimentar el reinado de Dios. Como decía el teólogo Juan Mateos: "los que rezan el Padre nuestro tienen ya experiencia de ese reino, Dios reina sobre ellos porque tienen el Espíritu. Ellos no piden para sí, piden para el mundo. La traducción más original del "Venga a nosotros tu reino" sería "Llegue tu reinado". 
¿Qué significa esta petición? La palabra reino puede traducirse de tres maneras: realeza, reinado y reino. La ordinaria, en lenguaje arameo o hebreo, es reinado. El reino somos nosotros, y no se puede decir que lleguemos a nosotros. Lo que se pide es que llegue su reinado, es decir, la actividad de Dios sobre la humanidad se ejerza. Ya se ejerce sobre la comunidad y ahora, esta comunidad, quiere que sea para el mundo entero, para toda la humanidad. El reinado de Dios es la comunicación de vida. La vida de Dios comunicada es el Espíritu. Por tanto lo que se pide es que esta experiencia de vida que tenemos nosotros, del Espíritu que nos ha dado vida, que sea también experiencia de la humanidad. La pequeña utopía realizada y la gran utopía"

No se si salio bien explicado, siempre es difícil hablar de lo profundo. Pero seguramente estemos de acuerdo en que la pequeña utopía ya se está gestando en tantos lugares, sin duda en muchas de nuestras comunidades.

Termino con esta oración que pinta mucho mejor el Misterio de lo que yo podría transmitir:

Ese Más Acá
es silencio, es pausa
es compás de espera
es mirada que no condena
es caricia que se detiene
es plegaria que se calla,
para que lo Otro se revele.
(Carlos Mendoza)

-Erik-



martes, 12 de junio de 2018

MATEANDO CON FRANCISCO EL PAPA - -Sobre «el llamado a la Santidad».

- Amigo Francisco, ¿sobre qué le gustaría que hablaramos?
-Sobre «el llamado a la Santidad».
- ¿Por qué?
- Porque los santos nos alientan, acompañan y todos podemos ser santos.
- ¿Los vecinos del pueblo podemos ser santos?
- Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios…
- En mi pueblo hay muchos problemas y religiones...
- «En la noche más oscura surgen los más grandes profetas y los santos»  nos dice Santa Teresa de la Cruz. La santidad es el rostro más bello de la Iglesia. Pero aun fuera de la Iglesia Católica y en ámbitos muy diferentes, el Espíritu suscita «signos de su presencia, que ayudan a los mismos discípulos de Cristo.
-¿Todos podemos ser Santos?
- «Cada uno por su camino», dice el Concilio. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Hay testimonios que son útiles para estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para cada uno de nosotros. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio».
-¿También las lectoras y lectores de COMUNIÓN pueden ser Santos?
-Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra.
- ¡Pero somos débiles y pecadores!
- Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cf. Ga 5,22-23). Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los ojos al Crucificado y dile: «Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes realizar el milagro de hacerme un poco mejor»… Esta santidad a la que el Señor te llama irá creciendo con pequeños gestos. Por ejemplo: una señora va al mercado a hacer las compras, encuentra a una vecina y comienza a hablar, y vienen las críticas. Pero esta mujer dice en su interior: «No, no hablaré mal de nadie». Este es un paso en la santidad. Luego, en casa, su hijo le pide con-versar acerca de sus fantasías, y aunque esté cansada se sienta a su lado y escucha con paciencia y afecto. Esa es otra ofrenda que santifica. Luego vive un momento de angustia, pero recuerda el amor de la Virgen María, toma el rosario y reza con fe. Ese es otro ca-mino de santidad. Luego va por la calle, encuentra a un pobre y se detiene a conversar con él con cariño. Ese es otro paso.
- ¿Se puede ser santo en cualquier situación?
- Cuando el Cardenal Francisco Javier Nguyên estaba en la cárcel, renunció a desgastarse esperando su liberación. Su opción fue «vivir el momento presente colmándolo de amor»; y el modo como se concretaba esto era: «Aprovecho las ocasiones que se presentan cada día para realizar acciones ordinarias de manera extraordinaria».
- ¿Cómo ser santo?
-En unión con Cristo en los misterios de su vida. Consiste en asociarse a la muerte y resurrección del Señor de una manera única y personal, en morir y resucitar constantemente con él. Implicar reproducir en la propia existencia distintos aspectos de la vida terrena de Jesús: su vida oculta, su vida comunitaria, su cercanía a los últimos, su pobreza y otras manifestaciones de su entrega por amor... Todo lo que Cristo vivió hace que podamos vivirlo en él y que él lo viva en nosotros.
- Pero ninguno de nosotros somos perfectos.
-No conviene entretenerse en los detalles, porque en todos puede haber errores y caídas. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo que hay que con-templar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resalta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona.
-¿Cómo descubrir mi camino de Santidad?
- Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión. Y permítele que forje en ti ese misterio personal que refleje a Jesucristo en el mundo de hoy. Déjate transformar, déjate renovar por el Espíritu… El Señor lo cumplirá también en medio de tus errores y malos momentos, con tal que no abandones el camino del amor y estés siempre abierto a su acción sobrenatural que purifica e ilumina.
- ¿Qué actividades nos santifican?
-«Busquen sobre todo el reino de Dios y su justicia» (Mt 6,33). Tu identificación con Cristo y sus deseos, implica el empeño por construir, con él, ese reino de amor, justicia y paz para todos… Una tarea movida por la ansiedad, el orgullo, la necesidad de aparecer y de dominar, ciertamente no será santificadora. El desafío es vivir la propia entrega de tal manera que los esfuerzos tengan un sentido evangélico y nos identifiquen más y más con Jesucristo… Esto no implica despreciar los momentos de quietud, soledad y silencio ante Dios.
¿Entonces?
-Nos hace falta un espíritu de santidad que impregne tanto la soledad como el servicio, tanto la intimidad como la tarea evangeliza-dora, de manera que cada instante sea expresión de amor entregado bajo la mirada del Señor. De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de santificación.
- ¿Hay que dejar mucho para hacer el camino de Santidad?
- No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad... En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve más fecundo para el mundo... No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, por-que es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia.
-¿Qué nos puede desviar del camino de la Santidad?
 - El gnosticismo y el pelagianismo… Dan lugar «a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar.
- ¿Cómo se vive el gnosticismo actualmente?
- En la Iglesia quedó muy claro que lo que mide la perfección de las personas es su grado de caridad, no la cantidad de datos y conocimientos que acumulen. Los «gnósticos» tienen una confusión en este punto, y juzgan a los demás según la capacidad que tengan de comprender la profundidad de determinadas doctrinas. Al descarnar el misterio finalmente prefieren un Dios sin Cristo, un Cristo sin Iglesia, una Iglesia sin pueblo. Cuan-do alguien tiene respuestas a todas las preguntas, demuestra que no está en un sano camino y es posible que sea un falso profeta, que usa la religión en beneficio propio, al servicio de sus divagues psicológicos y mentales. Dios nos supera infinitamente, siempre es una sorpresa y no somos nosotros los que decidimos en qué circunstancia histórica encontrarlo, ya que no depende de nosotros determinar el tiempo y el lugar del encuentro. Quien lo quiere todo claro y seguro pretende dominar la trascendencia de Dios…
Tampoco se puede pretender definir dónde no está Dios, porque él está misteriosamente en la vida de toda persona, está en la vida de cada uno como él quiere, y no podemos negarlo con nuestras supuestas certezas. Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana.
-¿Y la tentación del  pelagianismo actual?
- El poder que los gnósticos atribuían a la inteligencia, algunos comenzaron a atribuírselo a la voluntad humana, al esfuerzo personal. Así surgieron los pelagianos. Ya no era la inteligencia lo que ocupaba el lugar del misterio y de la gracia, sino la voluntad. Se olvidaba que «todo depende no del querer o del correr, sino de la misericordia de Dios» (Rm 9,16) y que «él nos amó primero» (1 Jn 4,19)… Ellos solo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico. Cuando algunos de ellos se dirigen a los débiles diciéndoles que todo se puede con la gracia de Dios, en el fondo suelen transmitir la idea de que todo se puede con la voluntad humana, como que ella fuera algo puro, perfecto, omnipotente, a lo que se añade la gracia. Se pretende ignorar que «no todos pueden todo», y que en esta vida las fragilidades humanas no son sanadas completa y definitivamente por la gracia. En cualquier caso, como enseñaba san Agustín, Dios te invita a hacer lo que puedas y a pedir lo que no puedas.
-¿Qué nos enseña la Iglesia?
-Que no somos justificados por nuestras obras o por nuestros esfuerzos, sino por la gracia del Señor que toma la iniciativa… «Aun el querer ser limpios se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo…
Los nuevos pelagianos, se manifiestan en la obsesión por la ley, la fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, la ostentación en el cuidado de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, la vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, el embeleso por las dinámicas de autoayuda y de realización autorreferencial.
¿Cuál es el resumen de la Ley?
- El que ama ha cumplido el resto de la ley … por eso la plenitud de la ley es el amor» (Rm 13,8.10).

domingo, 3 de junio de 2018

MATERIAL C.E.Bs. Y GRUPOS BÍBLICOS, Desde 9 de JUNIO hasta el 8 de Julio

SEMANA DESDE el 9 al 18 de JUNIO
«El Reino de Dios está creciendo en nuestra realidad»
1 - AMBIENTACIÓN: La Biblia abierta y un cirio encendido. Una bandeja con tierra. A medida que van llegando las hermanas/os, le entregamos a cada uno una tarjeta de cartulina con una semilla pegada (grano de maíz o poroto… En la tarjeta ponemos el título «Mi siembra».
2- ORACIÓN INICIAL: Canto sobre la siembra, el sembrador…
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Cada uno van poniendo en la tierra la tarjeta y compartiendo ALGO BUENO que hicimos esta semana. Que es fruto del Espíritu Santo a través de nosotros.
      4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
            LECTURA BÍBLICA: Mc 4, 26-34
Aporte para la lectura: En otros momentos hemos visto la oposición de los adversarios de Jesús, aquí encontramos la otra cara de la moneda: la aceptación de su mensaje por parte de pueblo sencillo de Galilea. Las dos cosas que atrae de la vida de Jesús son su CERCANÍA, dada por un estilo de vida sencilla y fraterna y su modo de DIALOGAR, escuchan-do y hablando con el vocabulario del pueblo, entendible y practico.
La semilla que crece por sí sola: El único personaje, el hombre que siembra tiene un pa-pel secundario. El centro está puesto en el crecimiento de la semilla, del Reino. Así, el hombre que echa el grano, aparentemente no hace nada más. La fuerza de crecimiento no viene del trabajo del sembrador, sino de la propia fuerza de la semilla y de la tierra en la que crece. La pasividad del sembrador contrasta con la actividad de la semilla que crece y da fruto sin intervención humana. El hecho de que la parábola no ponga en evidencia el trabajo que el sembrador hace (limpiar malas hierbas, cardar, regar …) solo sirve para dar mayor énfasis al hecho de que el fruto que el sembrador cosecha es muy superior al esfuerzo de su trabajo. Por mucho que el trabajador se esfuerce, la semilla crece a su ritmo. No hay nada que puede hacer ni para acelerar, ni para frenar su crecimiento. El crecimiento del Reino no depende tanto del esfuerzo del hombre, como de la iniciativa divina.
El grano de mostaza: presenta el contraste entre la pequeñez de la semilla y la grandeza de la planta crecida. De este modo se nos presenta la imagen del Reino, que a pesar de su pequeñez aparente, está destinado a crecer hasta dar cobijo a los pájaros del cielo, a todos los pueblos, sin que nadie pueda detener su crecimiento.
Hay cierta tensión entre la aparente pequeñez del Reino, y su plenitud. Los primeros cristianos, impacientes por la venida gloriosa del Reino. Al igual que nosotros que hablamos de lo que falta y no vemos ni hablamos del Reino de Dios que se está manifestando. Las parábolas nos animan a mantener una esperanza confiada. Aportando,ser optimistas.
5- DISCERNIR:  Nos preguntamos: ¿Vemos la realidad con los ojos de Jesús, descubriendo las manifestaciones del Espíritu Santo en «pequeñas actitudes y realidades»?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Cada uno toma una de las tarjetas y asume un compromiso de llevársela de regalo a una persona que está realizando pequeñas cosas en favor del Reino de Dios. Mejor aún si esta persona y esta actividad es en otro ámbito que no sea el parroquial. Terminamos cantando… 
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)

SEMANA DEL 19 al 24 de Junio 
   ¿Quién es Jesús ?
1 - AMBIENTACIÓN: La Biblia cerrada. Sobre una tela negra ponemos palabras escritas en cartulinas: «miedos», «dudas», «amenazas», «inseguridades», «violencia» u otras semejantes. Y una vela sin encender.
2- ORACIÓN INICIAL, CONTEMPLANDO NUESTRA REALIDAD: En silencio tomamos las palabras escritas y las vamos pasando, ESCUCHANDO en silencio que recuerdos y sentimientos me despiertan.
      3-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
      LECTURA BÍBLICA: Marcos 4, 35-41
En el relato que leemos hoy, Jesús se aleja de las multitudes y se queda a solas con sus discípulos. Será una ocasión en la que ellos serán testigos privilegiados, aunque no siempre conscientes, del poder de Jesús, de palabra y de obra. Jesús dedica un énfasis especial a la instrucción de sus discípulos. Ellos tendrán que responder a ¿Quién es este?
La iniciativa de Jesús: « vayamos a la otra orilla». A tierra de paganos, retirándonos de las seguridades de la tierra conocida.
Jesús duerme  tranquilo, incluso en medio de las tempestades.
Los discípulos «no duermen bien, no pueden descansar por su FALTA DE CONFIANZA, entonces lo reprochan a Dios: «¿no te importa que nos ahoguemos?».
 Jesús «exorciza» la tempestad. Las palabras que dirige al viento y al mar son las mismas que dirige a los demonios (Mc 1,25). ¿Acaso pretenden los demonios impedirle continuar su viaje hacia otra tierra, donde los encontrará nuevamente con endemoniados?
Jesús hace un duro reproche a sus discípulos. ¿Se están dejando dominar por sus miedos? ¿Están pensando ante todo en sí mismos y pierden la confianza en Dios? Ellos se preguntan: «¿Quién es este?»
4- DISCERNIR: Compartir alguna preocupación o miedo, destacando la DIFERENCIA: entre afrontarlo SOLO o afrontarlos EN ORACIÓN CONECTADA A DIOS. 
5- ACTUAR Y CELEBRAR: Encender la velita cantando un canto u oración al Espíritu Santo.
- La persona más anciana de la comunidad invoca el saludo de la Paz, que nos damos en la misa «La Paz  de Dios este con nosotros» e invita a darnos ese saludo de paz.
Después terminamos cantando algún canto de envío misionero.

SEMANA DEL del 25 al 1 de Julio
«TU FE te ha perdonado y curado»
1 - AMBIENTACIÓN: Tela negra como mantel. Signos de enfermedad y muerte: cajas de medicamentos, fotografías de armas,  prensa con situaciones de violencia o muer-te, etc... Arriba de todos estos objetos colocamos la Palabra abierta y sobre ella una flor fresca.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto o invocación al Espíritu Santo.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Observando los elementos, las noticias sobre ENFERMEDAD Y MUERTE, nos preguntamos ¿Qué sentimos?
      4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
    LECTURA BÍBLICA: MARCOS 5, 21-43
Aporte para la lectura: 1 - Curación de la Hemorroísa: Carácter «mágico» del milagro. Tocar a Jesús, una fuerza que actúa por sí sola. Percepción de Jesús de un poder que sale de él. Muchos querían tocar a Jesús, probablemente buscando también un milagro ¿Por qué el milagro ocurre precisamente con la hemorroísa?
Jesús entonces confirma el milagro por la fe de la mujer (no por su propio poder). Es la fe la que realiza el milagro: «tu fe te ha salvado
2 - Resurrección de la Hija de Jairo: Este hombre muestra fe desde el principio, reconociendo la autoridad de Jesús, pero esta fe será puesta a prueba. Por tres veces aparecen obstáculos o faltas de fe para que Jesús pueda llegar junto a la hija de Jairo: la «interrupción» de la hemorroísa, los enviados y la burla de los dolientes.
 Jesús sana con la palabra. Así, igual que la Palabra del Padre realiza lo que anuncia, también la Palabra de Jesús muestra su poder sobre la enfermedad y la muerte.
3- Elementos que se repiten en ambos relatos: - La fe que obra el milagro. Los milagros no son acciones «mágicas» que provoquen la fe en quien antes no la tenía (como con frecuencia predican errónea-mente algunos). La fe es la condición para el milagro, que se convierte así en fruto (no en causa) de Salvación.
- Presencia de lo impuro. El contacto tanto con la sangre, o con alguien impuro por hemorragias, como con un cadáver, se su-ponía causante de impureza. En el relato que leemos, las transmisión sucede al revés: no sólo Jesús no contrae impureza, sino que el contacto con Él  purifica tanto a la mujer enferma como a la hija de Jairo.
Ambas son mujeres, lo que también nos habla de la actitud de Jesús ante los prejuicios comunes en su tiempo hacia la mujer.
5- DISCERNIR - Nos preguntamos: ¿Cómo podemos alimentar nuestra fe?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Tomado la PALABRA, la biblia, que es capaz de limpiar, cu-rar y resucitar, la pasamos de mano en mano y cada uno va expresando una oración de COMPROMISO, PEDIDO O ACCIÓN DE GRACIAS. Terminamos cantando un canto sobre la Palabra.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)

SEMANA DESDE EL 2 al 8 de Julio
«Encontrarse como hermanos es el gran milagro» 
1 - AMBIENTACIÓN: La Palabra abierta y  vela encendida. Fotografías en las que aparezcan familiares o hermanos/as de nuestra parroquia, del mundo, que ya no están físicamente con nosotros, pero que podemos recordar como «profetas» que nos ayudaron o acompañaron en el camino de la fe.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto alegre, que presente nuestra Fe.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Algunos toman la velita y recuerda  el nombre de alguna persona de «fe» muy querida.
    4-  ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
      LECTURA BÍBLICA: MARCOS  6, 1-6 
            Aporte para la lectura:
ACEPTACIÓN Y RECHAZO DE JESÚS-  La multitud, los vecinos: encontramos en ellos diversas actitudes: la escucha con admiración, que implica aceptación, - las preguntas burlonas, que suponen desprecio, -el escándalo, que supone rechazo, -la falta de fe, que supone negarse a la salvación que trae Jesús.
Los parientes de Jesús. No intervienen directa-mente, sino que simplemente son nombrados. Marcos, nos recuerda que también ellos lo rechazaron tomándolo por desequilibrado.
- LUGARES POR DONDE ANDA JESÚS: »Se dirigió a su pueblo». Predica también el Reino en su propio pueblo. «En la sinagoga». ¿Por qué Jesús no predica en la calle y en las casas como ha hecho en otros lugares? ¿Por qué hablar a sus vecinos en una reunión formal, como es el caso de la sinagoga? Quizás porque quiere acentuar su nueva propuesta religiosa, su nueva imagen de Dios.
«Recorría las poblaciones de los alrededores». Jesús abandona su propio pueblo y se dedica a predicar en otros pueblos apartados de los centros de poder y de su lugar familiar.
- ¿SOBRE QUE PREDICA Y COMO?: Con «autoridad». Sabiduría y autoridad que no viene de un ambiente intelectual, ni por tener poder sacerdotal o político. Es «El carpintero, es un obrero de la construcción capaz de trabajar con distintos materiales (madera, piedra, ladrillo de barro, etc..) Es «El hijo de María». En la cultura judía, el hombre es identificado por el nombre de su padre. La tradición ha interpretado esta identificación de Jesús, bien como un modo despectivo de referirse a él, ya que era hijo de padre desconocido. «¿No es  hermano de Santiago, de Jo-sé, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanos no viven aquí entre nosotros?» Por «hermanos» hemos de entender parientes de la misma casa patriarcal. El arameo no tiene una palabra para «primo».  «Un profeta es despreciado sola-mente en su pueblo, en su familia y en su casa». El rechazo de Jesús es total. ¿Quién es la verdadera familia de Jesús? La que lo escuche y cumpla la voluntad de Dios (Cf. Mc 3,34-35).
El rechazo de Jesús, y la falta de fe de sus familiares y vecinos, les hace cerrarse al regalo de la Salvación. Jesús no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Esta imposibilidad no se debe a una «falta de poder de Jesús», si-no a una sorprendente falta de fe de los del lugar. El milagro NO provoca fe, y nunca tiene en el Evangelio una misión «propagandística». Lo más habitual es que Jesús realice sus milagros en privado, ante pocos testigos, o en lugares retirados, y después manda guardar silencio al respecto. El milagro nunca es la causa que provoca la fe, sino la consecuencia de una fe viva. Por eso pretender evangelizar recurriendo a la presencia o realización de milagros es contradictorio con el Evangelio de Jesús y con una correcta comprensión del sentido de los propios milagros. Cuidado con hacer propaganda de posibles milagros !!!!
5- DISCERNIR Nos preguntamos: ¿Por qué buscamos hechos mágicos y nos cuesta ver a Dios en los pequeños milagros de ENCUENTRO, de SERVICIO, de AMOR?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Pasamos la velita y cada uno de «gracias» por algo que encuentra al venir a esta comunidad.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)