lunes, 30 de marzo de 2020

CUANDO FALLECE UN SER QUERIDO...


¿QUÉ HEMOS PERDIDO?
Muchas veces nos sentimos mal cuando fallece un ser querido…. Generalmente decimos que nos duele la pérdida. Y a veces  ese dolor permanece por años, no permitiéndonos vivir el presente.

Hace un tiempo en Montevideo había un servicio de patinetas. Ellas estaban desparramadas por su dueño en distintos puntos de la ciudad. Quien quería utilizarlas, las tomaba y las dejaba donde terminaba su recorrido. El dueño, la empresa, hacia el control computarizado y te lo descontaba de la tarjeta de crédito.

Ocurrió que fui a Montevideo sin conocer el servicio de patinetas. Necesitaba trasladarme  y hacer mandados en el centro. Como era costumbre utilizaría el servicio de taxi y de ómnibus.

Y un amigo me indico que había este nuevo servicio de patinetas. El cual me saldría mucho más barato e incluso me permitiría vivir una aventura juvenil. Confiado en el amigo, tome la patineta y realice varios mandados en la misma. Cuando llegaba a un lugar la dejaba a disposición de otros, pero por un largo tiempo del día coincidió que me serví de la misma.

Esta patineta, no era ni la mejor pintada, ni la más veloz, habían otras en mejores condiciones. Pero me encariñe con ella. Incluso en algún momento en una esquina dejaron una bastante más nueva, y yo elegí la que ya conocía.
Hasta que ocurrió algo inesperado. A la tardecita, entre a una librería, y me entretuve bastante.  Y Cuando salí a la vereda, estaba oscuro, y para gran sorpresa de mi parte la patineta no estaba.

Entonces me sentí muy mal por lo que considere una gran pérdida. Fui hasta la esquina, la busque y no la encontré. Pregunte a una persona que pasaba por el lugar y este no me contestó…. Quizás porque sabía lo que había pasado, y me tuvo por poco cuerdo.

Entonces desesperadamente llame a mi amigo, para contarle mi dolor por la pérdida que había tenido. Al ser atendido le conté con detalles, el recorrido del día, y el cariño que ahora sentía por la patineta. Contándole entre lágrimas, que me había retrasado en la librería y al salir ya no estaba mi patineta.

El amigo que me escuchaba del otro lado del teléfono, para darme una buena lección me pregunto inocentemente cual era la patineta que no encontraba. Y le respondí: LA MÍA. La que había elegido para andar juntos todo el día.
Entonces por teléfono el amigo me sugiere que camine unas cuadras hasta encontrar otra. Un poco enfadado porque mi amigo no entendía que estaba sufriendo una pérdida, le corte. Él no me podría ayudar.
Pasado un tiempo de búsqueda, me tocó aprender que a cierta hora de la noche, a horas distintas en cada barrio el dueño envía un camión a recoger todas sus patinetas. Porque son suyas, las guarda de algunos peligros que él sabe que pueden ocurrir en cada lugar. A unas las recoge temprano de la tarde, a otras al oscurecer y a otras a media noche. Unas están sanas y otras bastante rotas. Pero más temprano o tarde, el dueño las recoge a todas…

Aquel día aprendí, que los familiares, los amigos, son como la querida patineta. Son una posibilidad que nos da NUESTRO DUEÑO, de caminar juntos, por determinado tiempo. Y es bueno y es humano el cariño que nacerá en esta relación.

Lo que no debemos olvidar, es que nadie nos pertenece, y que todos pertenecemos a Dios…
Y lo maravilloso es que al final todos nos volveremos a encontrar en la casa de nuestro Dueño…

De Dios venimos, a él pertenecemos, al servimos, y a él volvemos.
Nacho

martes, 24 de marzo de 2020

LIBERARNOS DE NUESTRAS ESTACAS


Había una vez… dos ladrones.
Uno que era fácil de identificar y señalar. Tenía tatuajes visibles en su cuerpo y usaba una gorra con la visera hacia atrás.  Era joven.
El otro que era él manda más. Pasaba oculto en la sociedad. No tenía tatuajes, no usaba gorra... Era reconocido como Señor caritativo en el pueblo. Su esposa, estaba en la comisiones del pueblo y participaba activamente de las oraciones en el templo.
Los dos ladrones se habían adueñado de los mejores caballos de la región. A los cuales habían domado y puesto a su disposición a cambio de buena comida y un galpón. Y un día iban montados, en dichos caballos, a galope tendido, a realizar una de sus tantas fechorías. Cuando de repente comenzó a soplar un fuerte viento. Que anunciaba una fuerte tormenta de verano.
El ladrón mayor, fue poseído por el miedo. Entonces dijo
- Detengámonos armemos la carpa y esperemos que la tormenta pase.
El joven que en su vestir y relacionarse con sus amigos, aparentaba ser muy libre, en esta relación era un empleado ante su patrón. Aunque él quería seguir la marcha, obedeció sin chistar. Ató los caballos a unas estacas, e inmediatamente se puso a armar la carpa.
Los ladrones cansados de sus andanzas, se durmieron dentro de la carpa. A la madrugada se vino una fuerte lluvia y el viento se puso del sur más fuerte aún. La carpa se empezó a mover y parecía que iba a ser arrastrada por el viento. Entonces lleno de miedo el patrón dijo a su esclavo: - Ve toma las estacas donde ataste los caballos y asegura nuestra carpa.

El joven quedó sorprendido. Estaban en un lugar desértico. Sabía que la tormenta pasaría. Pero si desataba los caballos, al quedar libres se escaparían y ellos morirían de hambre al estar lejos de la ciudad. Entonces por primera vez se animó a decirle a su patrón lo que él pensaba. Que no estaba de acuerdo, con sacar las estacas donde estaban amarrados los caballos.

- Ve te dije, los caballos son míos y no se irán.
Respondió a gritos el hombre mayor, muy enojado por ser cuestionado. Lo golpeó, con la fusta al joven, ordenándose que obedeciera la orden de pico cerrado.
El joven lleno de miedo, por lo que podría ocurrir, pero con más miedo a su patrón obedeció. Y al rato, después de poner las estacas asegurando la carpa, mojado por la lluvia, tiritando de frío entro y se acostó. Ambos ladrones se durmieron.
Todo pasa... Pasó, el viento, pasó la lluvia, pasó la noche y amaneció.Y el joven fue despertado con la primera orden del día, dada por su patrón:
- levántate, ensilla los caballos, desarma la carpa y continuemos nuestro camino a realizar nuestro trabajo.  
El joven se levantó inmediatamente y al sacar la cabeza de la carpa su mirada se encontró con algo realmente inesperado.
Los caballos… con las riendas sueltas en el suelo, pastaban muy tranquilos. No se habían movido del lugar. Entonces a  partir de ese día, para el joven, su obediencia, su adoración a su patrón se multiplicó. Su jefe en la situación más difícil había tenido razón. Sus caballos no se habían ido.
Colorín colorado, termina el relato contando que hasta los hombres más duros por momentos tienen algún gesto de ternura. Entonces ocurrió que por primera vez el patrón quiso darle razones de su actuar a su esclavo. Entonces le dijo
- Bien conozco mis caballos, bien domados los tengo, sabía que ellos no se irían, porque pensarían que estaban atados a mis estacas ja ja ja ja ja
Así dice la palabra de Dios:
- “que los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz”. Por eso acumulan riquezas, y poder sobre otros, que los adoran como señores.
Pero todo tiene su tiempo… Era realmente un día hermoso de sol. Una suave briza acariciaba el rostro de los jinetes. El joven empezó a percibir las maravillas de la creación. Parecía como que Dios le quería decir algo en esas maravillas que le regalaba sin merecer nada. Él sabía que era un ladrón.

Más adelante, ve que su patrón detiene su caballo frente a un matorral. Sin decir una palabra, nunca daba razones de su actuar, solamente daba órdenes, (con la excepción del relato de hace un rato, de los caballos que quedaron atados sin estacas...). 
Ahora no dijo nada, se bajó y salió corriendo hacia el matorral. Entonces el joven detuvo su marcha. Su costumbre era caminar al ritmo de su patrón. Y ocurrió algo que algunos podrán llamar “un gran milagro de Dios”.
Un pequeño pájaro se posó en el recado de su patrón. Llamó la atención del joven moviendo sus alas, regalándole una y otra vez sus cantos.
El joven miró con atención. Y vio que el pájaro emprendió vuelo hasta dejar de ser visto en el horizonte. Algo había ocurrido internamente en el joven... que esperaba para seguir a su patrón...
Percibió nuevamente los rayos de luz, disfruto de la suave briza con los ojos cerrados. Respiro profundamente una y otra vez.
Entonces algo lo inspiró a llevar su mirada a las pertenencias que llevaba en su mochila. Sabía que dentro estaba la foto de su papá, a quien habían matado cuando él era pequeño en una pelea por dinero…
Muerte que él presenció y juro, al cielo, (sin escuchar a Dios),  que se iba a desquitar, matando al matador de su padre y haciendo dinero para que a su madre nada le faltara.
Madre, que solo ella sabe lo que ha sufrido por su hijo. Aunque por ser una mujer de fe, siempre ha tenido esperanza, alimentada por la oración…. Como ninguno la ha tenido en su familia, ni en el pueblo ni en la iglesia. Esperanza en que su hijo, algún día cambie de camino.
Y al joven se le viene el rostro de su padre, que lo encontró en el resplandor del sol, y la voz tierna de su madre que la escuchaba en la caricia de la suave briza… y parece que el mismo pájaro que había volado, ahora estaba posado sobre una bolsa que colgaba de su caballo.
El miró y vio, lo que no se veía a simple vista. En esa bolsa estaban las estacas que servían para atar los caballos. Y algo lo movió desde dentro. Sin pensarlo demasiado, abrió la bolsa, tomó las estacas, las miro con mucha rabia, por tantos años en que se sintió atado a su patrón. Y con fuerza las tiro al matorral.
En ese mismo instante su caballo se puso en movimiento, el otro lo siguió. El tomó las riendas, lo puso en la dirección contraria a donde iba y los tres cabalgaron por primera vez en libertad…. Hacia aquel lugar nuevo que el pajarito le había indicado…
Después de un buen tiempo de andar por nuevos caminos, como todo hombre libre, desea la libertad de los demás.
Descensillo  ambos caballos, les quito las riendas, el bozal, y les dio una palmada para que volvieran a ser libres.... y liberando logro la libertad plena... eligiendo andar, sostenido en sus propios pieces...

Nacho 

viernes, 20 de marzo de 2020

TIEMPO PARA DEJARSE AMAR


 TERCER SEMANA DE CUARESMA
Tengo una amiga que me contaba que estaba cansada de que le dijeran las cosas que no hacia bien… desde niña escuchó lo mismo. Ella se refugiaba en una adición… que la iba consumiendo lentamente. Su cuerpo, su rostro, representaba algunos años más de los que realmente tenía.
Hasta que un día se enfermó alguien en el barrio, y la única disponible para el cuidado de la persona enferma era ella. Misteriosamente, surgió de dentro de ella, una energía y ternura, que la transformó en una excelente cuidadora. Sus familiares y amigos, cuando se enteraron de este servicio prestado, dudaron que lo fuera a hacer bien. “La conocemos”, se decían unos a otros.
Cuenta nuestra amiga, que aquella vecina enferma, le cambió la vida. Le exigió sacar lo mejor de sí misma… Y eso fue posible, porque la vecina “creyó en ella”…
Lo que nuestra amiga se enteró con el tiempo fue, que la vecina al enfermarse, recordó una etapa de su propia juventud… y conociendo lo mal que andaba nuestra amiga, y pensó que:
- “le haría bien a nuestra amiga, tener una oportunidad de cuidar a otro”.
PALABRA DEL DIA.
“Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”
Marcos 12, 28-34
El amor a Dios pasa por el amor a los demás… y amamos según nos sintamos  amados. Lo mejor que podemos hacer en este tiempo es DEJARNOS AMAR. No es tiempo para recriminarnos lo que no hicimos… hay que perdonarse. Y como dice la frase, “es buen tiempo para arreglar las redes” y volver a creer en uno mismo, que es creer que si Dios nos da vida, es para fecundar y cuidar la vida.
CUARESMA.
Por acá se nos cambió la agenda, con el tema del coronavirus. Sabiendo que lo mejor para “vivir” el día, es hacernos un plan de vida, (ES BUENO HACERSE UN PLAN DE VIDA) nos hemos propuesto algunas cosas que teníamos descuidadas: 
- DESEMPOLVAR UN LIBRO. Confieso que  me costó agarrar ritmo de lectura, pero con perseverancia logramos terminar el primero libro.
- HACER EJERCICIOS. Nos fijamos la hora de tres a cuatro de la tarde para hacer una buena caminata. Confieso que todos los días aparecía una excusa para no salir en ese día,… pero vencimos al tentador.
- LA COTIDIANEIDAD. He sacado bastante polvo de mi cuarto y del garaje. Tenía unas cuantas cosas archivadas innecesarias, que seguro le servirán a otros. Queda mucho trabajo todavía.
- LA ALIMENTACIÓN. Hemos comido más lento y atento a lo que comemos. Más fruta y menos carne. Pero por sobre todo disfrutando de la compañía de mi madre.
- UN GUSTO. En las caminatas me he hecho un gusto, que es el gusto por la fotografía. Entre ellas, fui al puente del tren, que siempre lo veía y deseaba ir. Ahora fui y lo disfrute.
- ESTAR UN BUEN TIEMPO CON LA PALABRA BÍBLICA. Le dedicamos en la mañana un tiempo más largo…. La hacemos oración, diálogo con Dios, sobre todo escucha. Rezando por la comunidad, por los que están trabajando a ful en este tiempo, y por los que van quedando sin trabajo…
Y después la escribimos y compartimos por este medio. Deseando despertar el diálogo comunitario sobre la Palabra en la realidad de hoy. Es muy buen tiempo para arreglar las redes, es decir, nuestra propia vida.

miércoles, 18 de marzo de 2020

OPORTUNIDAD DE HACER DE MI CASA, MI CASA

CUENTA UNA LEYENDA
Que un hombre bueno, muy trabajador, fue obligado a estar en su casa por el tema de salud. El hombre al comienzo pensó que sería un regalo tener unos días de descanso… Pero pasando el tiempo, empezó a sentir su casa como una cárcel y a tener problemas de relación con los que compartía el tiempo y el espacio… sentían estar todos en la misma celda.

Y apareció la tentación, dándoles razones muy buenas de servicio a los demás, si escapaba de casa…

EL MÁS ANCIANO LE DIJO: - “Es verdad que las autoridades nos “obligan” a estar en casa, tu libertad consiste en adherirte voluntariamente, sabiendo que es por un bien superior. Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí “libremente”.

LA PALABRA DE HOY NOS DICE: "Yo NO he venido a abolir la ley, sino a darle cumplimiento... El que cumpla y enseñe , será considerado grande en el Reino de los cielos". Mateo 5, 17- 19

EL HOMBRE FUE MÁS ALLÁ DE LA LEY, y decidió hacer de su casa, SU CASA… comenzó con los demás integrantes de la familia, a limpiar, ordenar, cambiar a gusto de lugar los muebles y demás… 
Cada cambio que realizaba, lo disfrutaba como un nuevo nacimiento… Cuenta el relato que se desprendió de muchas cosas innecesarias, que sirvieron a otro…

AGRADECIDAMENTE, sabiendo que no todos pueden estar en su casa en estos días: - “hay gente que vive al día en su trabajo y hay otros que han multiplicado el riesgo laboral por servir a los demás”.

PERO LO FUNDAMENTAL FUE, que en este tiempo de mayor quietud, de estar en casa… tuvo que entrar en su propia casa interior, de donde salían diferentes sentimientos y recuerdos… a sanar, ordenar, perdonar, disfrutar… a cocer , a limpiar... Y sin darse cuenta vivió “la cuaresma” sin ritos exteriores, pero si “ordenando la propia casa”, para disponerse a una nueva PASCUA… algo va a pasar…
Nacho