SEMANA DESDE 16 a 22 DE ABRIL
Domingo IV de Pascua. «El Buen Pastor da la
vida por las ovejas»
1 - AMBIENTACIÓN: Con
la Palabra abierta y el cirio encendido, un afiche, foto, estampa con la figura
del Buen Pastor. También podemos usar en su lugar, objetos que nos recuerden la
tarea de cuidar las ovejas.
2- ORACIÓN INICIAL:
Comenzamos invocando al Espíritu Santo, con un canto apropiado, o bien con un
canto relacionado con «Jesús el Buen Pastor».
3- CONTEMPLAR NUESTRA
REALIDAD: Recordar personas y situaciones donde «me sentí cuidada siendo niña o
mayor». Alguien toma la imagen del Buen Pastor o algún objeto que pusimos en la
ambientación, lo toma y comparte el nombre de quien lo cuido y relata la
situación. Y después pasa el objeto a quien quiera escuchar sobre «su sentirse
cuidada». Seria bueno que participaran to-das y todos.
4-
ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
LECTURA BÍBLICA: Juan 10, 11-18
Aporte para la
lectura:
1.– La imagen del Pastor en el Antiguo
Testamento:
Era frecuentemente
usada la imagen del «pastor» en el mundo antiguo como modelo de los dioses o
los gobernantes. Se usa la imagen del pastor y el rebaño para simbolizar el
cuidado amoroso de Dios por su pueblo.
También hay personajes
que guiaron al pueblo y fueron llamados «pastores», como Moisés, Aarón, Josué o
David.
En los profetas
aparecen con frecuencia críticas a los malos pastores, que abandonan o
explotan al pueblo en su beneficio. Una mención especial merece Zacarías dice
heriré al pastor y se dispersarán las ovejas (Zac 13,7; citado en Mt 26,31 y Mc
14,27), y también verán al que traspasaron (Zac 12,10, citado en Jn 19,37).
2.– Ser pastor en el Mediterráneo:
Aunque parezca
paradójico, a pesar de todas estas imágenes del pastor aplicadas a Dios o a
sus servidores, la realidad es que los pastores de verdad, los que trabajaban
con rebaños de ovejas y cabras, recibían el desprecio generalizado de sus
vecinos.
La escasez de pastura
hace que los pastores deban pasar todo el día con las ovejas o las cabras,
buscando zonas donde puedan pastar. En los meses de primavera y verano, incluso
llegan a hacer largos viajes, de días o semanas. Al pastor (y sus perros)
corresponde proteger a las ovejas de los depredadores. Para el propietario de
unas pocas ovejas que le dan el sustento, perder una o dos por causa de los
lobos es una tragedia. Todo esto hace que el pastor esté obligado a dedicar
buena parte de su vida al cuidado del ganado suyo o de su patrón. No tiene vida
propia, y con mucha frecuencia, ni si-quiera puede tener familia debido a este
trabajo que le exige dedicación exclusiva.
5- DISCERNIR: Nos
preguntamos: ¿Reconozco a Jesús como Buen Pastor o lo tengo como un Patrón,
Comisario, mío y de los demás? Cada uno comparte SU experiencia.
6- ACTUAR Y CELEBRAR:
Cada uno va poniendo su mano sobre la imagen del Buen Pastor, o sobre la mesa
cerca de la palabra y va expresando un deseo para SU PERSONA Y COMUNIDAD, en
cuanto a reconocer a Jesús como nuestro ÚNICO pastor y cuidarnos unos a otros
como ovejas de su rebaño. Rezando el Padre Nuestro a nuestro único padre,
reconociéndonos como hermanos.
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Domingo V de Pascua.
«Yo Soy la Vid verdadera»
2- ORACIÓN INICIAL:
Comenzamos invocando al Espíritu Santo, con un canto apropiado, o bien con un
canto relacionado con la lectura de hoy.
3- CONTEMPLAR NUESTRA
REALIDAD: Invitar a que alguien tomando la rama del parral o foto, comparta una
experiencia personal donde por alguna razón se apartó de Dios o de la
Iglesia.
4- ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
LECTURA BÍBLICA: Juan 15, 1-8
Aporte para la
lectura:
La Iglesia nos propone fijar nuestra mirada y
nuestra oración en el discurso de la «Vid verdadera» que encontramos en el
evangelio de Juan. Este discurso se encuentra dentro de las palabras de
despedida de Jesús a sus discípulos antes de la Pasión, por lo que puede ser
como una especie de «testamento espiritual» que Jesús nos regala.
1.– La Vid «Verdadera»: Jesús, al
pronunciar hoy uno de los solemnes Yo Soy, que encontramos en el Evangelio de
Juan, lo hace usando la imagen de la vid. Sin embargo es significativo que
añada el adjetivo «verdadera». Cuando Juan usa este adjetivo, nos está
queriendo indicar que la imagen a la que hace referencia, que ya existía antes,
es transformada y asumida de un modo nuevo y pleno por Jesús. Por lo tanto, al
afirmar Jesús que Él es la vid «verdadera», tenemos que tratar de entender a
qué vid se refiere, qué simboliza, y cuál es la novedad que trae Jesús.
- En la tradición del
Antiguo Testamento con frecuencia se usan de modo indistinto la imagen de la
vid. Y en casi todas las ocasiones aparece representando al Pueblo de Israel,
el Pueblo de Dios, que es plantado, cuidado o trasplantado, pero que no rinde
los frutos esperados y por eso recibe el castigo.
- También encontramos
la imagen de la viña en otros textos del Nuevo Testamento: Mt. 20,1-28 (los
trabajadores de la viña), 21,28-30 (los dos hermanos a los que el padre pidió
que fueran a la viña), o 21,33-41 (los viñadores homicidas). Todo esto nos
señala que la imagen de la vid estuvo presente con frecuencia en las enseñanzas
de Jesús.
- De este modo, al
decir Jesús que Él es la vid «verdadera», nos está indicando que en Él se
cumplen plenamente todas las esperanzas puestas por Dios en un pueblo que no
supo rendir sus frutos. Sería el equivalente de decir «Yo Soy el verdadero
pueblo de Dios que da frutos».
5- DISCERNIR: Nos preguntamos y
compartimos. Si Jesús es la vid a la que tenemos que estar unidos ¿Cuáles son
los modos de presencia de Jesús hoy entre nosotros? (En la comunidad, donde dos
tres o más estemos reunidos en su nombre. También está presente en los pobres,
enfermos, encarcelados… En los sacramentos. En la palabra bíblica).
6- ACTUAR Y CELEBRAR:
Uno por uno de los participantes va tomando el signo de la vid puesto sobre la
mesa y expresa un compromiso para esta semana de acercarse, unirse a Jesús en
una o dos modos de su presencia. Se finaliza cantando algún canto de envió
misionero, o rezando el Padre Nuestro.
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Domingo VI de Pascua.
«A ustedes los llamo
Amigos»
2- ORACIÓN INICIAL:
Invocamos al Espíritu Santo, con un canto, o bien con un canto relacionado con
Amar ... es entregarse, No hay mayor amor, Si yo no tengo amor...
3- CONTEMPLAR NUESTRA
REALIDAD: Tomando el corazón, alguien comienza contando alguna experiencia
personal de la Juventud experiencia de
amor. Se escucha con atención y después se puede aportar.
4- ILUMINAR NUESTRA REALIDAD
LECTURA BÍBLICA: Juan 15, 9-17
Aporte para la
lectura: Como ya señalábamos anteriormente, hoy continuamos la lectura de la Vid verdadera, denominada «testamento
espiritual» que Jesús nos regala.
1.– Se suman palabras,
claves que darán sentido a este texto. El «amor» o el verbo «amar», que se
repite ¡9 veces!. Esta es la palabra central del pasaje del evangelio de Juan
que leemos hoy.
2.– Permanecer en el
amor: Veremos que se pueden encontrar
tres dimensiones diferentes, pero estrechamente relacionadas entre sí: (a) el
amor del Padre y el Hijo, (b) el amor de Jesús por sus discípulos, y (c) el
amor con el que los discípulos se deben amar unos a otros. Estas tres
dimensiones parece estar organizadas en una escala descendente (por orden, no
por calidad) del amor: del Padre al Hijo, del Hijo a los discípulos, de los
discípulos unos por otros.
- Permanecer en Jesús,
estar unidos a la Vid, es permanecer en el amor de Jesús, el mismo amor que lo
vincula a Él con el Padre. Y esta unión en el amor se manifiesta en algo muy
concreto. La forma de permanecer unidos a Jesús, de permanecer en su amor, es
guardar sus mandamientos. O más bien su mandamiento (uno solo): ámense los unos
a los otros como yo los he amado.
- Sólo puede amar de
verdad aquel que ha sido amado primero; el amado es quien aprende a amar (dice
el papa Francisco que Dios nos «primereó»). Esta es la pedagogía de Dios en
Jesús: enseñar a amar amando.
- Jesús trata a sus
discípulos como amigos por-que para ellos no tiene secretos, todo se lo ha
revelado, ya no es su señor, ni su amo, ni su rey, es su Amigo Cercano.
Pero la elección no es
recíproca. No son los discípulos - amigos lo que eligen al Maestro, sino el
Maestro quien los elige.
5- DISCERNIR: Alguien toma el cirio,
la vela encendida y expresa ¿Quién es Dios para mí? ¿Con que nombre me dirijo
en la oración hacia él? En círculo todos participan.
6- ACTUAR Y CELEBRAR:
Con una oración sencilla renovamos la amistad que Dios por me-dio de Jesús nos
ofrece.
Poniendo una mano en
el corazón y otra sobre la biblia cada uno expresa una oración de renovación de
la amistad.
- La cual puede ser
«Te agradezco por haberme elegido como Amigo» o «Amigo me comprometo a
discernir contigo mi camino de vida» u otra que a cada uno le surja. Terminar
cantando una canción sobre Amor de Jesús o envió misionero.
(Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)
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