La lluvia nos cambio los planes, no hubo playa y estuvimos en casa. Cuando una familia se ama, gusta estar junta sin necesidad de televisión ja ja. Mas cuando en la familia hay espíritu juvenil, que con su música trasmite la energía necesaria cuando el sol no se ve...
Siempre que se invita a alguien a compartir su experiencia, se lo invita a compartir nuestro modo de ser. Y ahí estaba Carlos, primero escuchando, en medio de la bandada.
Pero por sobre todo Carlos, lo que movió a muchos fue sus opciones de modo de vivir en relación con la naturaleza.
En una bandada grande hay lugares donde los gustos se encuentran y se reconocen como hermanos de toda la vida. Esta barra se encontró en el parrillero. Otros en el baile, la cocina, el mate, el deporte, la musica, la reflexión, la gratuidad...
Y continuo la música: Los jóvenes estaban con toda la energía.
Y se armo baile
La vida se hace fiesta y la fiesta es reflejo de la vida: cuando se vive en comunidad, con gratuidad, el baile no esconde otro fin, el baile es para agradar y ser felices todos juntos
Y no hay un solo modo de bailar,
ni una sola música,
ni es necesario la oscuridad,
ni la pareja ideal....
Cuando hay clima de fiesta
no hay uniformidad,
ni necesidad de alcohol,
ni guardia policial,
ni de nada mas...
Y al comienzo del día domingo, en su primeros minutos, mientras la mayoría descansábamos, los bailarines limpiaron la casa, y comenzaron a preparar la oración de la mañana.
Sin faltar una caminata por el puerto, el muelle y la playa.
¿Falta algo?
Compartiendo en la bandada hay experiencias para todos los buenos gustos.
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