Dicen que celebrar un cumpleaños es celebrar la vida. Creemos que es así. Más cuando esa vida viene cargada de un año movidito, lleno de lugares y experiencias nuevas y, sobre todo, lleno de encuentros. Y más, quizás, porque se trata de celebrar un número redondo, aunque eso no diga nada pero a la vez diga mucho.
El 27 y 29 de enero, Erik y Male respectivamente, cumplimos 30 años. Ambos, Erik y Male, durante el 2010 emprendimos un vuelo por varios rincones de nuestra patria grande dejando un poco de nuestra vida y empapándonos de muchas otras vidas. Pucha entonces si no habrá motivos para celebrar. Y como celebrar implica celebrarlo con otros, así lo hicimos, un poco a la manera en la que vivimos el viaje, en la sencillez, disfrutando los pequeños encuentros, en contacto con el lugar y su naturaleza.
También festejamos junto a otro amigo, Fernando alias Salchicha, que cumplió 40. Son cambios de época, momentos de crisis dicen por ahi, que nuestras crisis más que preocuparnos por la edad, nos enseñen a librarnos de todo lo que no es esencial para sencillamente encontrarnos con los demás.
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