lunes, 30 de diciembre de 2019

TEJIDO COLIBRÍES... COLONIA, DURAZNO, FLORIDA...



El tejido va tomando forma, gracias a los hilos que están firmes en el telar, y son tejidos por otros hilos que en manos de la tejedora van y vienen… 
Otra vez nos pasó lo que le pasó a María y José en Belén… por aquí y por allá... nos seguimos encontrando...

FLORIDA: Nos despedimos de los jóvenes misioneros del grupo "La Mirada de Dios", venidos desde Colombia... En una fraterna misa en la catedral de Florida.
Un almuerzo sencillo, tipo camping en la plaza y seguimos viaje
 En el camino hicimos memoria histórica... por ejemplo el recuerdo de los Valdenses, nos recuerda que: "en todo tiempo la iglesia tuvo sus días y noches y las noches sirvieron, mientras que unos se quejan, para que otros brillarán como estrellas... siendo en su momento no entendidos y perseguidos dentro de la propia iglesia".
COLONIA: Andrea y Fernando abrieron las puertas y ventanas  de su nido en Colonia y sintiéndose llamados a “ser parte de un encuentro navideño” llegaron Raquel de Nueva Helvecia, Yesica de Conchilla, Pocha de Ombúes, Leo y Erik venían de Dolores, Pablo de Montevideo, Florencia de Florida, Fernando y Nacho de Fraile Muerto…
Y volvió a nacer Jesús entre nosotros, en el abrazo, la risa, la lágrima, el canto, el mate, el truco, 
la palabra, el recuerdo, los sueños, el pan y el vino… en aquellos que se hicieron presente desde otros lugares.
DURAZNO: La Chiquita es uno de los colibríes más jóvenes… en cuanto a sumarse a la bandada, ya que en años nos sorprende con la energía que tiene con unos cuantos años de jubilada. No sabemos muy bien  ninguno de nosotros cuando nos integramos a la bandada, porque no hay rito de iniciación… 
Quizás en el caso de Chiquita fue desde que empezó a escuchar relatos por medio de Natalia y las redes sociales… Quizás desde siempre hubo ese sueño… Recordemos que fue parte del viaje a Bolivia con sus valijas… en camioneta a veces viajando atrás… Fue una de las que fecundo el encuentro colibrí para los cumples de octubre ofreciendo el cordero… Y encendía una velita para que este año fuéramos a su nido en Durazno. Lo que parecía imposible.
El milagro se dio y llegamos  Florencia, Fernando y Nacho al mediodía a su casa. El espíritu de Jesús estaba ahí… para que los amigos de los amigos se hagan amigos entre sí. Con delantal de cocina nos esperaba con su hermana y había invitado a jóvenes, adultos y al párroco del lugar. La mesa sumó otras mesas con lugar para todos. 
Ella sonreía feliz… cuando se da el milagro no hay palabras para explicarlo… Con una previa de juego de cartas, de mates y charlas, llegamos a el almuerzo tejidos en una gran familia de hermanos… Sin duda fue navidad… Dios nació entre nosotros sonriente porque vivimos su voluntad…
EL CAMINO
En todo encuentro de hilos que van y vienen y los que ofrecen sus nidos, está el tiempo de camino. El movimiento por las rutas dejando nuestra cotidianeidad nos lleva a estar más sensibles. 
El evangelio nos invita a viajar despiertos al encuentro… con los compañeros de viaje, con la señora que limpia la catedral, con los curas del lugar, con el jardinero del santuario, con las consagradas, con la azafata de Qatar, con los franceses en la rambla, con el playero de la estación de servicio, con la barrendera que nos indica el camino, con quien nos vende un helado o los bizcochos… Cada uno con su mirada, nos dice algo de Dios y algo estamos llamados a despertar. Quizás un buen trato puede cambiar el día a una persona…
Y qué lindo fue el encuentro con el padre de Florencia en Florida. Recordamos lo que escribía Raquel: “querer nuestra historia y relaciones, con aciertos y errores, es el camino del ser… es la única manera de ser realmente felices, amarnos así como vamos siendo…”
REGRESO
Después de un encuentro de pesebre, de nacimiento de Jesús en medio nuestro, cada uno regresa a sus pastoreos y reinos… Algunos entran en la tensión de si seguir “sirviendo a Herodes o cambiar de camino que significa desprenderse de muchas seguridades y ponerse en camino por caminos desconocidos solamente confiados en Dios”. Otros volvemos a nuestro Nazaret.

A nosotros en Fraile nos esperaba el consejo parroquial. Es bello ESCUCHAR, porque uno se da cuenta que todo es movimiento… También hubo acontecimientos de alegría, dolor, pesebres en los que no viajaron… Es muy bueno hacer memoria de lo ya vivido en las distintas comunidades, sintiéndonos una gran familia. 
Y si queremos seguir a Jesús tenemos que discernir juntos… Es el único lugar donde el mal pierde su fuerza, y queda al descubierto, cuando dos tres o más buscan escuchar a Dios, para decidir sobre lo comunitario y personal… El individualismo en todas sus expresiones es la arenilla suelta sobre la ruta que fácilmente nos saca del camino…
SOLEDAD
Personalmente acompañado de una noche estrellada me toco recorrer un trayecto más de Fraile  Melo en soledad. La radio se quería encender, pero las voces de dentro pedían ser escuchadas. Recordar es volver a pasar por el corazón las personas los encuentros… es poder ver a Dios viviente entre nosotros hoy… Algunos lo hacemos en el camino, otros en la soledad de su trabajo, de la casa o la almohada…
Siempre el desierto es lugar de Dios y del otro… por eso es normal que muchos le teman a la soledad porque también aparecen “los goles errados”, las heridas recibidas y lo que pudimos haber hecho y no hicimos. Incluso por momentos el tentador nos ilusiona con maravillas de otros caminos… y la verdad es que en toda opción de vida hay noches y días… y que al final de cada día, de cada año, la diferencia está en que es lo que quiere recoger cada uno: algo material, algo poseído, algo recibido, algo dado, algo misteriosamente inexplicable que va tejiendo la tejedora con en frágil hilo que somos junto a otros colores…
El otro y Dios conviven en toda realidad, y dentro nuestro ¿Quién ganará en mí? Preguntó el niño a su abuelo… Con firmeza el indio respondió: “el que tu alimentes”…

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