LUNES 11/1 ... Como es propio de la espiritualidad de la bandada, la LIBERTAD para participar, nos hace "quedarnos en paz" o "participar con todo el ser" y "cada uno llegando cuando puede y partiendo cuando lo ve necesario".
El pasto bien cortado, y la capilla abierta... es el abrazo de bienvenida que nos dan los locatarios laguneros.
LLEGAMOS, desde Melo: Virginia con su hermana Ana, como invitada. Y se pusieron a bailar con las escobas y la pala.
Doña Dora con su presentación de sus 91 pirulos... nos adelanto el almuerzo. Bien de campamento.
Y llegó la tan esperada y rezada "bendita agua del cielo". Invitando a una larga siesta de los dos mayores... y comunicación por los medios de las chicas más jóvenes...
Y a la tarde con la música de la bendición... se armó conga, donde Nacho sacó para invitar con los refuerzos de la cena.
Y entre tantos mensajes de participación desde la distancia... Nahir desde San José nos manda un colibrí fotografiado por Macarena, hermana del Verbo Encarnado, en unas flores del sur....
EL MATE, pintado por el lagunero Gustavo... ya empieza a "andar de manera virtual"... poniéndole yerba... memoria... contenido... a este encuentro, desde el Cerro de Montevideo, Roberto Flores:
En enero tenemos el Encuentro teológico de Lago Merín, al cual van los enfermos, sordos, ciegos, rengos, etc. (Tengo asistencia perfecta) me gustaba que hubiese algo perfecto, pero este año falté.
Encontrarnos se coloca como finalidad, por lo cual el otro se coloca como finalidad, alguien hacia quien vamos no para perdernos juntos, sino para recuperarnos. Donde dos o tres se encuentran de verdad eso permite que todos nos encontremos y que Alguien mayor que nosotros garantice que eso no sólo es posible, sino real.
Si tenemos hacia donde ir, si tiene un sentido nuestro paso, entonces la renguera quiere sanar, si hay un silencio y una voz, entonces nuestros oídos quieren sanar, si hay enfrente el rostro más bello para ver, nuestros ojos quieren ver y la ceguera pasa.
Los que fueron a la laguna van a tener que hacernos presentes a todos porque todos queremos estar ahí, los que estamos a 500 km. 2000 km o distancia desconocida.
A los que no fuimos nos gustaría hacer de cada encuentro diario un encuentro de Lago Merín, con quién estemos, vecinos del lugar y a los visitantes.
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