FIN DE AÑO... ¿COMO SERA EL PROXIMO AÑO?

En estos días visite una amiga llamada Mery en su nueva casa. Esta de mudanzas. Todas las cosas están en cajas, bolsas, amontonadas. Lo primero que hizo fue limpiar el fondo, arreglar el techo que se llovía. Me indico todo lo que quedaba por hacer...

Comentamos sobre el año que se va... y el que viene. En un momento Mery se da cuenta que mi boca esta ceca. Quizás de tanto darle al pico. Y me ofrece un liquido energizante que estaba tomando de una botella. Le acepto. Busca una vaso y están todavía empaquetados. Entonces mirando las flores, se le ocurre una idea. Sacarlas, y darme de beber en el frasco. Todo salio muy bien...

LA PALABRA, siempre puede dar luz a nuestras charlas. Entonces recordamos a aquel anciano del relato bíblico llamado Simeón. Este hombre esperaba encontrarse con Dios para recibir su consuelo. Cuando Maria y José fueron a presentar a Jesus, Simeón lo reconoció como el Salvador. Lo tomó en sus brazos y alabo a Dios con estas palabras:

 _Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz, como le has dicho. Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos, luz que se revelará a las naciones y gloria de tu pueblo... Lucas 2, 22-35

¿Como está nuestro corazón al fin de este año?

En una casa revuelta, en un corazón en tiempo de mudanza... nos puede cambiar el día, descubrir la sed que el otro tiene... Y el Espíritu Santo entre tantas cosas nos hace ver las flores, y ellas nos ofrecen el frasco para dar de beber al sediento... Si salgo de mi mismo y me dejo llevar por el Espíritu esta experiencia sera "una foto del día " un momento de Amor que me hará sentir que vale la pena vivir...para que otros vivan...

Le conté a Mery cuando en estos días viví encuentros con Jesús como Simeón: cambiando los pañales a mi madre... 

Y ella recordó un encuentro donde también se sintió como el anciano del relato bíblico:

- Llegaba al hotel cansada, y cargada de bolsos. Tenia que subir unos cuantos escalones cuando alguien se me acerca y escucho su voz que me dice: 

-La ayudo

La mire y era una mujer travesti.

Le alcance uno de los bolsos, y me acompaño hasta la puerta. Sentí que hasta ahí ella pensaba que me podía acompañar. Habían cámaras filmándome, dentro había gente que me conocía. La sorprendí cuando le pedí si me podía ayudar hasta la sala de adentro. 

Al llegar la invite a sentarse.. Se sentían algunas miradas de algunos que pasaban. Charlamos, me conto algo de su historia familiar. Le Conte también de la mía. Le pregunte cuanto le debía por el trabajo. Me respondió: 

- Nada, simplemente vi que venia muy cargada, que estaban los escalones para subir, y me pareció que la podía ayudar. 

Le agradecí. 

Confieso que no sabia si darle la mano o un beso... Ella me regalo una sonrisa, una guiñada y se fue sin importar ser mirada, después de la charla que tuvimos.

Ese día fue Navidad, ahí como Simeón VI AL SEÑOR 

Un fin de año indígena, que no es el nuestro. Una niña le pregunto a su abuela: 

- ¿ Como seré cuando sea anciana?

La abuela, sonriendo mirando el atardecer después de un silencio hablo en voz baja:

-  Escúchate como te sientes al final de este día y al final de este año. Cada pequeño final, nos muestra el camino que estamos recorriendo y el final que tendremos. 

Si no te sientes a gusto como llegas a este fin de año, CAMBIA TU CAMINAR EL PROXIMO AÑO... y tendrás un final diferente... 

Busca "las flores" de tu recorrido, los encuentros que quedaron en tu corazón, ellas, ellos, te señalaran el camino. 

La niña pregunto:

- Porque hay gente que sabe que tiene que cambiar su ritmo de vida y no lo hace?

 La abuela sonrió y le respondió: 

. La mayoría de las personas quieren cambiar, pero no cambian... Porque cambiar exige DESPRENDERSE ... 

Abrirse a lo nuevo. Cambiar significa salir de la zona de confort y animarse a algo desconocido... Se necesita fe en alguien...