miércoles, 19 de febrero de 2025

FAZENDA FEMENINA DONDE JESÚS NOS DEVUELVE LA VISTA

 

Marcos 8, 22-26

Hoy Jesús y sus discípulos estaban en la Fazenda Betania en Melo y habían traído una muchacha ciega que quería ser curada. Los familiares y amigos que la llevaron, ya habían hecho varios intentos para que ella sanara, pero cada vez se enfermo más y se golpeo por su ceguera, lastimando también a otros. 

Tomándola de la mano, Jesús la sacó del pueblo, por medio de estos familiares y amigos. Ella necesitaba salir de aquel lugar donde ya estaba etiquetada como enferma. Ella tambien se propuso mas de una ves dejar el mal que la poseía, y no le permitía tener un buen proyecto de vida, por eso necesito ser traída por otros a el encuentro con Jesús en la Fazenda.

Jesús le puso saliva en los ojos, le impuso las manos, es decir que Jesús le ofreció su PALABRA como centro de su vida. Palabra que es misericordiosa, que sana y da vista a un nuevo estilo de vida. Jesús actúa por medio de la CONVIVENCIA en su nombre, en la vida comunitaria, las tareas cotidianas y la oración. 

Hoy Jesús preguntó: "¿Ven algo?" Y cada una de las chicas que esta en la fazenda por ceguera causada por adicción a drogas, a fármacos, a alcohol, a pantallas o por depresión, cada una según su tiempo y su caminata fue diciendo que ve mejor: al sentirse perdonada, menos posesiva de las cosas y personas, habiendo perdonado a su padre, comprendiendose, sintiéndose cuidadora...

Jesús seguirá mostrándoles el nuevo camino, tocando con sus manos los ojos de cada una de ellas, hasta que lleguen a ver perfectamente bien. Jesús no se manifiesta como un mano santa milagrero, que hace las cosas de inmediato, él acompaña, apoya el proceso personal y comunitario que cada una va realizando a su tiempo. También acompañando el proceso de quienes acompañan, de voluntarias, de todo aquel que quiere dejarse tocar, sanar y guiar por Jesús.

Cuando se va siendo curadas todo se va viendo con claridad. Siempre hay razones por las que las personas se enceguecen con una adicción o un mal. Aquí es muy importante descubrir y sanar las CAUSAS de la ceguera. Generalmente es por querer tapar, querer escapar, de algo que no se quiere ver, que no se quiere asumir, o es por el impulso de un mal recibido, que impulsa a vivir en el mal.

 En la sociedad hay carencia de amor, hay violencia física y sexual, hay no aceptación de las personas de su cuerpo, su modo de ser, hay posesión de las personas... y todas estas cosas enceguecen a veces desde la niñez, o en algún momento de la vida son causante de un clip que quiebra a las personas. Descubrir, ver mi VERDAD, es el único punto de comienzo, y es el camino que ofrece Jesús: la VERDAD NOS HACE LIBRES.

Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: "Vete a tu casa, y si pasas por el pueblo, no se lo digas a nadie". Después de salir de la Fazenda, de terminar el año, las mujeres y también los varones, ven claro SU DEVILIDAD, y así como un diabético no puede comer azúcar, o un deportista tiene que renunciar a ciertas cosas, quien pasó por la fazenda sabe a qué lugar del pueblo no debe ir, que no debe consumir, como debe comportarse. Pero por sobre todo sabe que tiene a Jesús en su casa, y tiene que alimentar esa relación en dialogó con su Palabra, en la vida comunitaria. 

Al salir de la Fazenda, ya NO SE ES LA MISMA PERSONA, porque después de haberse encontrado con Jesús, saber que el es capaz de curar, perdonar todo, puede haber alguna recaída, pero ahora se cuenta con la amistad de Jesús y se sabe donde encontrarlo.

Nacho 

lunes, 17 de febrero de 2025

CUMPLE DE THIAGO Y ANDRÉS CON LOS BIENAVENTURADOS AMIGOS DE JESÚS


Jesús escuchaba invocar su nombre en distintos lugares, y tenía que tomar la decisión de elegir: ¿donde estar y con quienes? Nuestras elecciones de lugares y compañías revelan los deseos de nuestro corazón.  

Jesús estuvo en el comienzo de un nuevo período en el Poder Legislativo del Uruguay, porque: Dios creó al hombre libre para elegir su destino, cree, apoya, las decisiones que los hombres en diálogo van tomando. 

Jesús también se sintió invitado a la fiesta de cumpleaños en Ombúes de Lavalle. Lugar donde el espíritu de Dios se manifestaba en un sol entre nubes, después de la bendita lluvia. En el aroma a tierra mojada, con el canto de los pájaros de fondo. Una casa sin portera donde fuimos llegando, cada uno a su tiempo: "los bienaventurados pobres algunos viviendo justamente de su trabajo o jubilación; hambrientos de ser amados y poder amar plenamente; otros sufriendo pérdidas y errores; y algunos perseguidos, excluidos de lugares de decisión. No había entre los presentes ningún rico, con tantas cosas materiales que no sabe ni cuánto tiene. Tampoco estaba allí ninguna persona exitosa que se crea sobre los demás. (Lucas 6, 17, 20-26)

Ese mismo Jesús que está acompañado la salud de Francisco el Papa, quien predica con palabras y encuentros: - " Dios siempre está cerca del pueblo. La cercanía es una de las cosas más importantes de Dios. Son tres cosas importantes: cercanía, misericordia y ternura. No olvidar esto. ¿Quién es Dios? El Cercano, el Tierno, el Misericordioso. 

Ese Jesús decide también venir a hacer fiesta y encontrarse llanamente con todas y todos, en el encuentro colibri y otros pájaros, con el motivo central de festejar la vida, los cumple de Andrés y Thiago. Invocando una bendición para esta tierra bautizada: "Planta Pionera"

Era la tardecita del sábado y ya todos en ruedas recibimos una bienvenida con palabras, música y canto de las locatarias. Especialmente haciendo presente el cumpleaño 30 de Gustavo. Uno de sus compañeros de niñez lo recordó como alguien que ha dado vida a la murga y a tantas relaciones. Coincidió que Gustavo hizo su primera comunión, acompañado del p. Gustavo Saavedra que tam goza de la fiesta del Reino de Dios. 

Gonzalo leyó (parte de la carta de San Pablo a los Corintios 15, 12. 16-20)  Hermanos: Si hemos predicado que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes; y por lo tanto, aún viven ustedes en pecado, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo se redujera tan sólo a las cosas de esta vida, seríamos los más infelices de todos los hombres. Pero no es así, porque Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Marta con la barra de Casabó cantaron "somos familia" y María proclamó las Bienaventuranzas. (Lucas 6, 17. 20 -26)

Juan Carlos Borgogno, nos presentó el árbol que iba a ser plantado, como presencia de la vida para cuidar y dar vida, algo central en la fe, en el Dios de Jesucristo. Salpicho había puesto sobre la mesita reciclada que fue máquina de coser, una rama con sus hojas secas. Los cumpleañeros Thiago y Andrés, con canto y música a la creación, nos ofrecieron una hoja seca a cada uno, siendo invitados a recordar algún ser querido fallecido. 

Aprendiendo de la naturaleza, de que una hoja seca, muerta, se puede transformar en abono, para dar vida a una planta nueva, cada uno puso su hojita seca, recordando a los seres queridos fallecidos, creyendo que ellos están de fiesta en el cielo, y alimentando nuestro caminar aquí y ahora.

Esa alegría y esa paz de la que gozan los que ya han sido recibidos en el reino eterno, la necesitamos nosotros, por eso todas y todos nos pusimos al servicio de Dios, para ofrecer esa paz, ese perdón, en un abrazo al otro. Entre lágrimas de emoción, en silencio a la luz de la luna que nos reflejaba la luz del sol y su amor, nos dimos unos a otros el abrazo de Dios.

Luego se descubrió la madera que sostiene el nombre del lugar, y fuimos todos juntos a plantar el nuevo árbol que simboliza el agradecimiento y bendición de Dios por la fe en la resurrección. Al regresar  escuchamos un canto que nos viene acompañando "alas al viento" y culminamos la celebración con la oracion que Jesús nos enseño, el Padre nuestro, realmente rezándola viviendo el sentirnos hermanos, perdonados, alimentados por su pan de vida, de amor, unidos a todas y todos los que participaron desde la distancia física y y desde el cielo. 

Luego compartimos la cena, y en un silencio místico, se armaron grupos de truco, mate,  guitarra junto al fuego.

El domingo amanecimos bendecidos por la lluvia, la cual despues dio lugar a un partidazo de futbol, mientras que otros pelaban papa, mateaban y ponen la carne al fuego.

 Seguramente si alguien llegaba, pensaría que todos eramos parientes, y lo somos en Dios. Las mesas se armaron con ensalada, asado y refresco, eramos mas de 60, dio y sobro. 

Sin faltar la torta de cumpleaño, con las fotos y el canto que los cumpla feliz al apagar las velitas.  

Es bonito sentirse Bienaventurados, reconociéndonos: "pobres, hambrientos, sedientos", es bonito poder disfrutar de un encuentro festivo, sintiendonos en comunión  por medios de Jesús, con nuestros seres queridos que están a la distancia física o esperándonos en la fiesta eterna. 

jueves, 13 de febrero de 2025

Cumple de Andrés y Thiago


Un tal Jesús de Nazaret es invitado al cumple de Andrés y Thiago, que se realizará  este fin de semana próximo, en “La Planta Pionera”, ruta 55 km 19,700 en las afueras de Ombúes de Lavalle en el departamento de Colonia.

Jesús hoy andaba por una pequeña llanura que bordeaba la orilla del mar de Galilea (también llamada Genesaret) Jesucristo venia de realizar algunas curaciones milagrosas en esta región. Según el historiador judío Josefo, esta llanura era una región hermosa, fructífera y bien regada, donde crecían nogales, palmas y olivos, y donde podían hallarse higos y uvas durante diez meses del año.

Jesús se fue a la región donde se encuentra Tiro. Entró en una casa, pues no quería que nadie se enterara de que estaba ahí. Tenía claro que no quería ser reconocido como una mano santa, un sanador. Su misión era hacer descubrir que teníamos un Padre – Madre amoroso, que nos invitaba a descubrir el sentido profundo de la vida humana: reconocernos creaturas amadas y viendo ese amor como hermanos.

Jesús era un ser humano y estaba cansado, y según su formación bíblica, hasta Dios había descansado, por lo cual su espiritualidad le daba el derecho al descanso. Mas bien: descansar era parte de no caer en la tentación de creernos que alguien o todo, depende de nosotros.

En la región había una madre desesperada, porque su hija estaba poseída por un demonio. Esta mujer en el pozo de agua, donde se ponían al día las mujeres, había escuchado de ese tal Jesús, un judío que tenía poder sobre el mal. Por casualidad a la tardecita de este día, ve pasar a una barra de hombres, acompañados de algunas mujeres, y su instinto de mujer le señalo que era el tal Jesús. Si bien eran hombres iguales a todos los hombres en su modo de vestir y aparecía física, lo distinto era que las mujeres que caminaban junto a ellos, no se mostraban sumisas como era lo correcto según la cultura. Ellas caminaban alado de lo hombres con los cabellos libres movidos por la suave briza.

Esta mujer, madre, entro sin llamar a la puerta y reconoció a Jesús que estaba sentado a la mesa, con su comunidad, compartiendo el pan, el vino, cenando. Si bien vio, gratamente sorprendida, que las mujeres también estaban recostadas sobre los almohadones de la misma manera que los varones, ella eligió sentarse a los pies de Jesús.

Sintiéndose recibida por la mirada de Jesús, y ante el silencio de todos los presentes, ella por su manera de vestir, por sus collares y caravanas, sabía que había sido identificada como una mujer Fenicia. Los judíos del pueblo que era Jesús y sus primeros discípulos, no se relacionan con los cananeos que eran los habitantes de lo que hoy es Siria. Una de las razones es porque son politeístas, si bien creen en el Dios de Abrahán, también realizan otros ritos paganos para los judíos.

Esta mujer en el desespero de buscar la curación de su hija, había realizado distintas ofrendas religiosas, a distintos dioses y ahora venia en búsqueda de otra experiencia. Ante el pedido de la mujer, Jesús le responde como un correcto judío: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos".

A nadie le agrada sentirse tratada como perro, pero el diminutivo, el acento de voz, la mirada, y que Jesús la escuchara y dialogaba con ella, le dio confianza. Entonces la mujer que es dadora y defensora de la vida por sobre todas las cosas, confió que este varón atado a la ley, que había respondido según su razón, también tenía corazón y le hablo de corazón a corazón:  "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños".

Jesús descubrió en ese mismo instante que en su corazón querían entrar también los no judíos. Y disfruto de la experiencia de sentirse reconocido, amado por una mujer de otra cultura, con otras creencias. Vio que eso era bueno, que ese era el camino de su Padre Madre Dios. Concediéndole a la mujer su pedido e invitándola a que regresara a disfrutar de la sanación de su hija, diciendo: "Por esta respuesta, vete; ya el demonio ha salido de tu hija." Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.

En la mesa con Jesús continuo la comida compartida. Nadie comento con palabras lo sucedido, pero las mujeres que acompañaban a Jesús, se miraron sonrientes entre ellas. Ya no eran solo mujeres judías que descubrían que Jesús era un varón que vivía una religiosidad acogedora a cada uno, a cada una, así como se acercaba, coherente con su predicación de un Dios que nos consideraba hijos amados y por lo tanto teníamos que tratarnos como hermanos...

Ese Jesús, el de corazón grande, que nos recibe a cada una y cada uno así como nos acercamos a el y no es necesario ningún rito de purificación para dialogar con él y recibir su amor, que mejora la vida, quitando demonios.

Ese Jesús es quien seguramente desde ya vibra, disfruta, del inédito encuentro que va a tener con cada uno de nosotros en la fiesta de cumple de Andrés y Thiago… Incluso ese encuentro se puede dar por la comunicación por estos medios… porque Jesús se encuentra con quien quiere encontrarse con el…

Marcos 7, 24 - 30

martes, 11 de febrero de 2025

VUELVAN A TIRAR LOS APAREJOS, NOS DIJO JESUS


 Con Franco, Eduardo y Julio, vivimos una de las mejores pescas. Veníamos de varias pescas sin pescar o pescar muy poquito... 

Casualmente nos encontramos en la Fazenda de Cerro Chato con Augusto un joven queriendo seguir los pasos del Nazareno. Ese Jesús que nos prometió su presencia resucitada en GALILEA, y la Fazenda es un lugar que acoge a los que en algún momento de su historia, muchos pensaron que: ya nada bueno podía salir de ellos...
La mateada que tuvimos con Augusto, fue semejante al encuentro de Jesús con los considerados impuros: cercanía y acogida de Jesús que fue escandalosa para los que se creían y decían tener todos "los papeles" en regla, cumpliendo las leyes de purificación para agradar a Dios; y encuentro que les cambió la imagen y relación con Dios a aquellas personas (como hoy Augusto) que eran capaces de presentarse ante él, en verdad, con sus dones y cosas a resolver... 

Esa sinceridad de Augusto me despertó confianza y escuchando de su trabajo en el campo, le pregunté si no había lugar de pesca. A lo que me responde "si y buena pesca". Intercambiamos los números de celular, y ahora venía la oportunidad de poner en práctica la Palabra de Jesús de este fin de semana: después de una noche larga, de muchas pescas, sin que nosotros pescáramos casi nada, Jesús presente en la Fazenda y por medio de Augusto, nos daba la posibilidad: de volver a echar las redes, creyendo que tendríamos buena pesca con nuestros aparejos. 

Siempre que vamos a dar un paso en la fe, de creer que con Jesús podremos, aparecen inconvenientes que nos quieren hacer desistir del paso a dar: un compañero que no podía ir por trabajo, se venía la peor luna para pescar la llena, y había solo un dia posible por el temporal anunciada para la semana y que ya habían anotados otros pescadores. Superando las trabas, se armó el equipo que creemos que el Señor quería, sumando a Franco, un joven "pescado" en la Fazenda femenina, en la visita a su madre. 

Veníamos estos últimos años saliendo a pescar hacia el Oeste de Melo... Ahora éramos invitado a cambiar y salir hacia el Noroeste. Unos kilómetros de asfalto y otros de tierra. Lugar desconocido para los cuatro. Franco el más joven nos guiaba con el GPS en el celular.

Nos empezó a llamar la atención la cantidad de árboles caídos por el viento. Nos contaron del fuerte temporal de la semana anterior donde también se llevó techos de galpones. Zona de vientos... por eso se ven los grandes molinos que producen electricidad. Nos cruzamos con varones y mujeres movilizando majadas de vacunos y de ovejas, todos ellos tostados por el sol, no por playa y si por el trabajo diario a la intemperie. Hace mucho bien verlos, para valorar el alimento que se nos presenta en nuestra mesa.

La hospitalidad, el apretón de mano, el tiempo para recibir a quien llega, nos fue recibiendo en las personas que nos indicarían el camino al lugar de pesca. Aunque mi pinta no sea de cura, salió el tema de curas conocidos por Rivera, Vichadero, Tacuarembó y Melo. Que lindo es escuchar que algunos colegas han marcado desde la juventud, a estas personas que hoy laburan en algo tan valioso como producir alimento para la humanidad. Hay muchos cristianos en medio del mundo, siendo levadura en la masa, donde solo son reconocidos como cristianos, por su modo de trabajar y relacionarse. Justamente cuando en estos días es muy nombrado algunos cristianos de misa diaria, que han utilizado el ganado para engordarse... 

Y llegamos a la laguna indicada, un paisaje realmente hermoso. Tomamos la decisión de ir al otro lado, lo que también nos trajo como consecuencia tener que superar varias dificultades: pastizales, cañadas... por caminos no marcados. Caminante, el camino se hace al andar, hay que animarse a arriesgar,  para ir a donde creíamos que alguien nos había invitado a volver a tirar nuestros aparejos y tener una muy buena pesca.

Rediña para las mojarras al agua, mesa para el compartir lo que cada uno llevaba, aparejos encarnados lanzados, y a esperar suerte. Y aparece en la otra orilla la luna llena, que nos habían enseñado que es la peor luna para la pesca. Que las tarariras comen menos, que tienen menos fuerza para el pique. Las piolas estaban quietitas sostenidas en las cañitas, entonces decidimos ponernos a comer, en este restaurante natural con mil estrellas. Todo regalo del creador.

Y ahí nomás en la primera mascada de empanada o milanesa de pescado, comenzaron a sonar las campanitas, y la emoción de las primeras tarariras pescadas. El disfrute de ser equipo, cuando no era uno, era el otro, el que se ponía de pie con el aparejo en mano, pronto para el sinchon y engancharla. La alegría va por barrio y hoy nos tocó a nosotros cuatro. Por momentos no daba para encarnar un aparejo y volverlo al agua, cuando el otro se movía con un nuevo pique. Misteriosamente todo a la luz de la luna llena, que parece se reía de nuestras teorías aprendidas de que: con ella sería mala pesca.

Cuando teníamos 15 nos pareció suficiente, y más cuando entre las tarariras había unas muy buenas. Solo una pequeña y una vieja del agua fueron devueltas. Todas tenía el peso de más de un kilo y medio, llegando la mayor a tres kilos cien, pesada al dia siguiente en Fraile muerto. En ese tiempo de levantar el campamento completamos los 20 ejemplares, lo que nos hacía estar con la sonrisa de oreja a oreja.

Seguro que el pique continuaría, pero hay que saber tomar lo necesario en todos los ámbitos de la vida. El elegir bien: el equilibrio en el trabajo y descanso, en la comida y la bebida, en la palabra y la escucha, en la cercanía y la distancia... se va aprendiendo con los año y descubrimos que es salud para el cuerpo y el alma. 

En todo anduvimos bien, incluso en la ayuda que nos tuvimos que dar unos a otros, para superar las dificultades del camino de regreso, que fue bastante duro. Pero cuando uno está bien por dentro, se está con los prójimos que nos toca estar, se disfruta agradecidamente de lo bueno de la realidad que se nos presenta y se encuentra paciencia, fuerzas y sabiduría para buscar "la vuelta", el nuevo camino, cuando se nos presentan obstáculos impasables... ¡¡¡ Cuanta gente hay plantada en una cañada, o paralizada por una pérdida !!!

Hasta un zorrillo se nos cruzó, y el perfume nos acompañó en todo el viaje de regreso, debiendo tener que venir de ventanas abiertas para respirar el viento del viaje. Otra cosa que nos alegro, que al probar con carnada de pancho, salchicha, ningún anzuelo se descarno, dándonos la tranquilidad que las tarariras comen más saludable que nosotros. Si tendremos que aprender de ellas... La comida chatarra es un modo de colonización y matanza de parte de los obesos de dinero y poder.
Hace más de 2000 años después de aquella pesca milagrosa de aquellos que estaban desanimados envueltos en una noche larga de mala racha sin pesca buena, pero que creyeron en Jesús y volvieron a tirar su redes, después de aquella experiencia se sintieron indignos de estar cerca del maestro, pero el quiso estar con ellos haciéndolos pescadores de hombres. Que significaba sacar del mal a quien quisiera ¿a salir, acercándonos a ellos y extendiéndole nuestra mano desde nuestra experiencia de amor, de haber sido pescados.

A eso nos sentimos llamados: a permanecer agradecidamente cerca de ese tal Jesús que quiere estar cerca de nosotros para hacernos experimentar que nos ama asi como somos, y que el es capaz de volvernos a darnos el pescado más necesario para crecer como humanos: un buen relacionamiento con nosotros mismos, con el prójimo, con las cosas, con las pérdidas y dificultades. Con Jesús se puede pescar una noche de luna llena y se puede encontrar un camino alternativo aunque se nos presenten varias cañadas que nos corten el paso...
La vida continúa en la cotidianeidad de cada uno, pero todo aquel que tuvo una buena pesca, después de una mala racha, cuando parecía que la realidad no era la adecuada... quien vivió ese milagro queda con una experiencia de amor, de fe, a la que puede volver en otros momentos de mala racha... sin olvidar que todo comienza en Galilea... en las preferirías, junto a aquellos que son desplazados del centro donde están puestos los reflectores que prometen la felicidad centrada en el ego, gozando de superar a otros, de acumular lo superfluo.

 Este escrito también quiere ser la puesta en práctica del llamado de Jesús a ser pescadores de hombre, quizás pueda ayudar a creer que es posible volver a pescar.... con el...
Nacho

LOS CAMINOS DEL SEÑOR: CAMPAMENTO COLIBRI

Luego de una cierta edad a todos nos gusta ver el camino y saber a donde vamos;  trabajamos y planificamos cada uno de nuestros pasos, así también con el tiempo de nuestras vidas nos gusta planificar e identificar hacia donde queremos ir.

Pero no siempre esa planificación que desde nuestra certezas, seguridades y conveniencias son las que el Señor tiene preparado para nosotros...

Un día a través de un mensaje reproducido en las redes sociales llega a nuestras vidas (Yany mi esposa y a mi, Carlos) una invitación, Campamento Teológico Colibrí, ven a descansar en el Señor.

Inmediatamente reconocimos que estaba totalmente fuera de nuestros planes, pero que era una invitación dirigida directamente a nosotros y sabemos que para encontrarse con Jesús hay que abrirse a lo nuevo. Los que no lo pudieron reconocer a Jesús, fue por estar atados a lo cultural y religioso correcto. 

Sin muchos detalles y sin saber mucho a donde íbamos o a que íbamos, salimos en busca de ese descanso que tanto necesitábamos y al cuál fuimos llamados.

Luego de algunas horas de viaje llegamos, al lugar buscando un lugar para estacionar el vehículo en que íbamos preguntamos ¿Dónde puedo parar? la respuesta fue,  “donde quieras el lugar es de todos.”;  sentimos con alegría esa respuesta que denotaba gentileza, proximidad, grata bienvenida que nos abrasó y comenzamos allí a sentirnos parte.

Detalle; personalmente no conocíamos a nadie de todas las personas que allí estaban.

Luego de bajarnos del vehículo vimos como todos y cada una de las personas que allí estaban vienen a nuestro encuentro con los brazos abiertos al primer encuentro. Los abrazos, después vimos, que eran como el pan de cada día... incluso en la oración.

Luego de instalados compartimos una rueda de mate donde todos estos desconocidos nos presentamos y el solo saber el nombre era suficiente para formar parte de aquel grupo que comenzaba a nacer. Grupo que se caracterizaba por la variedad de edades, de clase social, de formación educativa y de fe, de pensamiento social-político-económico, de costumbres, de kilómetros recorridos, países. Especialmente nos sorprendió y alegro que hubiesen participando excuras. 

La pregunta seguía latente en nuestro interior era:  ¿A qué vinimos?

Luego de compartir charlas informales, grupos para la cocina, la limpieza, organizar las celebraciones, juegos y encuentros personales, nos dimos cuenta que ese sentimiento de gentileza, proximidad y alegría, que sentimos en el primer instante, se extendía todo el día, todos los días y en todos los que estábamos allí y en todos los que llegaban, compartían los tiempos que podían y se iban.     

¿Qué es eso que se vive aquí?  - Gente que hacía muchos kilómetros y horas de viaje para compartir algunos días, dos días, un día, hasta solamente una hora.

Los días pasaron, comenzamos a entender y hoy a un mes de distancia entendemos más claramente a que fuimos; Dios nos hizo entender que: - “descansar en el Señor es compartir; compartir alegrías, vivencias, sentimientos, trabajo, esfuerzo, memorias, juegos, historias, música, y que todo eso no es rememorar o desparramar cenizas sino que es arrimar braza al fuego.  

Hoya un mes de esta experiencia entendemos claramente que: los caminos del Señor son siempre caminos de encuentro con él mismo, a través de los hombres, de nuestras comunidades y de los que no están en comunidades, de los que están cerca y de los que están lejos, de los que tenemos cosas en común y de los que no, con personas de distintas edades y de nuestra generación, gente que vivimos cerca y los que vivimos lejos, porque realmente lo que hace el Señor con nosotros es: mostrarnos lugares, personas y situaciones diversas para enseñarnos que Él está siempre y en todo.

Agradezco a Dios que en este camino me ha mostrado la familia-comunidad Colibrí de la que hoy somos parte, para hacerse presente en nosotros y para abrir nuestros ojos a nuevas experiencias de comunidad y de fe, nos hace entender que lo que nos une es el Amor a Dios.

Gracias familia Colibrí por el regalo de esta nueva experiencia y gracias a Dios de dirigir nuestros caminos a su encuentro. Hay otro nido colibrí en el norte, norte, de Uruguay.

Yany y Carlos

viernes, 7 de febrero de 2025

FESTEJEMOS LA VIDA DE DIOS EN JAVIER MORI

Después de ese viaje en moto con Javier, tuvimos la gracia de presenciar un atardecer maravilloso, en la cumbre del Cerro Largo. Yo tomaba fotos para poder conservar en un papel esa maravilla que se nos regalaba. También hacía mis comentarios en voz alta. 

A mi lado estaba el amigo, con la mirada en el mismo atardecer, en silencio, sin hacer nada... Recuerdo que el sol se reflejaba en su frente amplia y por momentos cerraba sus ojos, como absorbiendo, saboreando, digiriendo lo que veia y sentia. Una sonrisa brotaba de su rostro.

Esa misma mirada hacia el atardecer, esa escucha en silencio, sin juicio alguno, tuve la gracia de recibirla de Javier, compartiendo un mate, un campamento, un trabajo pastoral, la construcción de una casa, un baño en algún arroyo, en una eucaristía, una confección... Soy testigo de que esa mirada Javier se la dio a muchos que se encontraron con él, en encuentros personales o comunitarios.

Con los años me doy cuenta que algunos fotografiamos los momentos, hablamos sobre ellos, los recordamos con cariño... (como puede ser recordar al mismo Javier) pero hay otros, que se dejan tocar, penetrar, se alimentaron de ese encuentro, para seguir transmitiendolo a otros que lo quieran recibir...

Nunca es tarde para contemplar un atardecer que está en una foto, en un recuerdo, o del cual escuchamos hablar de él. Nuestra fe en Jesús se transmite de esa manera, de creer lo que otros han visto y oído, y al creer se nos da la gracia de verlo resucitado según la manera que hoy se nos quiere presentar, para darnos la posibilidad de reconocernos amados, perdonados, para amar.

Nunca es tarde para aprender de un ser humano como Javier, que Dios nos concedió la gracia de "ver y recibir su modo de mirar", que seguro lo cultivó en el tiempo, con la ayuda de otras miradas cristianas y de personas de buena voluntad. 

Hoy en el cumpleaño 84 de Javier, le regalo lo que considero el desea sobre todas las cosas: que podamos dejarnos tocar, penetrar, perdonar, encender, por ese "sol" que sale para todos, y que misteriosamente muchos no reconocemos su luz cuando es de día, y Dios en su amor fiel, nos maravilla al "atardecer" de un dia que ya se nos fue, o de uno que se nos está yendo... 

Hoy recordamos a Javier en el mate tempranero con las noticias del dia, los recuerdos y la Palabra que es Jesús. Esa palabra que nos presenta que: hasta Herodes, después de hacer matar al gran profeta Juan, se le presenta la posibilidad de escuchar y sentir el deseo de ver a Jesús... Marcos 6,14 - 29 

Ojalá no seamos como Herodes y quedemos envuelto en la tristeza por el mal que hemos hecho y podamos dejarnos encontrar por la mirada de Jesús que se manifiesta de mil maneras... Mirada que nos reflejo Javier para muchos.  Mirada que ojalá podamos encontrar al atardecer de este día, en la comunidad y en la eucaristía a celebrar en Catedral, ahí donde tantas veces Javier se encontró con esa mirada de Jesús y lo reflejo. 

A todos se nos da la posibilidad, la misma que se le dio a los primeros discípulos, después de una noche sin pesca, con redes rotas... la posibilidad de reconocer que no nos ha ido bien, y escuchar a dónde nos propone Jesús volver a tirar nuestras redes... Seguramente nos ira bien haciendo "su voluntad". Y al sentirnos indignos de su cercanía, amistad, misericordia, podremos experimentar lo central de su amor:  Jesús no nos elige porque seamos buenos pescadores, el nos elige porque reconocemos que no lo somos, pero confiamos en él, quien nos puede hacer buenos pescadores, después de nuestras noches sin buena pesca. Palabra del domingo próximo (Lucas 5,1-11)

Otro momento "apropiado" puede ser para muchos, el domingo cuarto de cuaresma de este año, 30 de marzo, en el mismo Cerro Largo, reinaugurado la nueva cruz... como signo de que hasta la fe se nos puede caer... pero Dios sigue haciendo salir el sol para todos... y así como la nueva cruz será aún más grande y fuerte, también se nos quiere regalar una vida mejor ahun.
Nacho

jueves, 6 de febrero de 2025

APRENDIENDO A AMAR

 Recuerdo aquellos años en que estábamos en plena adolescencia, muy centrados en nosotros mismos y sufrimos por lo que llamábamos Amor.

Una persona que tuvimos la gracia de que nos acompañara, nos escuchaba. 

Llegó el día en que nos propuso una salida de fin de semana como grupo "para conocer el Amor".

Todos, mujeres y varones, fuimos movilizados  por la propuesta, deseosos de ir y a su vez nos descubrimos envueltos en miedos.

Llegamos a un lugar en las periferias de la ciudad llamado Villa Betania, a orillas del arroyo Conventos.

Después de ubicarnos las mujeres en el cuarto a la derecha de la cocina y los varones en el cuarto del fondo, volvimos todos al patio del frente que nos recibió. 

Nos presentamos... y mi corazón latía a mil... estaba ella la chica que yo sentía estaba enamorado. 

Si bien no me molestaba, tome distancia de otra chica que yo percibía que andaba en búsqueda de conquistarme.

Lo semejante entre ambas era su altura. Todas las chiquillas excepto una, que era un poco más alta, todas tenían apenas diferencias de centímetros.

La persona que nos guiaba propuso que cada uno escribiera en una hoja: quien consideraba que era. Dones, límites y sueños. Sin expresar su género femenino o masculino y sin poner la firma.

Luego nos invito a que entraramos al salón y cada uno tomará una de las bolsas. En ella había un disfraz representado a personajes de la historia, todos con una semejante máscara, que nos haría irreconocibles unos a otros.

Teníamos que vestirnos en un lugar apartado, a solas y regresar al salón. Y la persona que nos guiaba nos recibía y nos sentaba en una silla a distancia de un metro, unos de otros, todos en ruedas.

La sala se llenó de personajes diferentes: médicos, barrenderos, arquitectos, policías, maestros, cantantes, deportistas, mujer embarazada, abuelo, chef, preso con su traje a rayas.... Todos con una misma máscara que no permitía saber quien era quien.

Personalmente me llamó la atención quien estaba con ropa de deportista, yo era corredor de bicicleta. El o ella, la que vestía uniforme militar me causaba cierto rechazo, me recordaba a mi padre preso y torturado en la dictadura. (Después pasada la dinámica, me comentaba uno de mis mejores amigos que era el quien vestía de soldado, que sintió mis gestos de rechazo) A mi me tocó de empresario vistiendo traje y corbata llevando un maletín.

Quien animaba el encuentro nos invitó a caminar, sin tocarnos, sin hablar, sin detenernos cruzándonos unos con otros. Las máscaras cubrían bien el cabello y todo lo que nos pudiera identificar.

Luego nos propuso formar dos ruedas mirándonos unos a otros. Todos nuestros disfraces tenían guantes. Era imposible ver nuestras manos y reconocer a alguien.

La rueda del centro giraba hacia la derecha y la otra hacia la izquierda deteniéndonos un instante frente a cada uno de la otra rueda y teníamos que tomarnos de las manos. Habían guantes como el de bombero con mucho relleno que no permitía saber si eran manos de una compañera o compañero.

Volvimos a sentarnos en rueda y fueron pasando por nuestras manos cada una de las hojas escritas con nuestra presentación anónima, al comienzo del encuentro. Cada perfil con dones, límites y sueños tenía un número.

Y llega el momento de expresar nuestro sentir sobre el Amor. A cada uno se nos dio una hoja en blanco y se nos propuso con colores plasmar un dibujo con:

1 - El contenido de dones, límites y sueños que más nos haya enamorado. (eligiendo el contenido de una de las hojas que había escrito una compañera o compañero).

2 - Expresar con colores y formas alguna de las manos que al tomar contacto con ellas (Aquellas manos que nos despertaron algo distinto dentro nuestro, algo amoroso).

3 - Mirar cada uno de los disfraces y escuchar con cuál siento en mayor sintonía y llevarlo en colores a la hoja junto a los dones, límites, sueños y sentimientos de las manos ya pintadas en mi hoja. Quedando un mismo dibujo colorido.

Esperando que cada uno a su tiempo hicieran su tarea, fuimos invitados a sacarnos las máscaras. Todos fuimos sorprendidos. (Al ver quien estaba debajo de cada disfraz)  Y cada uno también presentó su presentación de sí mismo, que había hecho en la primera hoja.

En mi caso no había podido reconocer a la chica que yo decía que amaba en su modo de presentarse, por lo tanto.no elegí su hoja. Sentí admiración por un compañero que poco conocía pero que se presentó con dones, límites y sueños semejantes a los míos. El tambien se identificó con mi presentación, eligiendo mi hoja para plasmar en su pintura.

Las manos que en contacto me movilizaron por dentro fueron las de una compañera disfrazada de chef. Esa delicadeza y ternura que sentí en sus movimientos en el encuentro entre nuestras manos, no la percibía en el rostro serio y distante que tiene conmigo esta compañera en la vida cotidiana.

La ropa de deportista que me atraía y que estaba casi convencido que era llevado por la compañera que yo decía estar enamorado, para gran sorpresa era llevado por un varón con el cual tenemos grandes diferencias por nuestros modos de ser.

Cada uno fue invitado a sacar sus propias conclusiones sobre esta experiencia. Recuerdo que yo dije:

1-  por lo de dones, carencias y sueños:  tenemos tendencia a enamorarnos de nosotros mismos... de quien se nos parece por dentro. A su vez decimos que amamos a una persona que se percibe distinta a la que vemos.

2 - por la delicadeza y ternura de aquellas manos, aprendí que: la cara de una persona puede ser una gran máscara de lo que realmente es interiormente. En el contacto físico podemos escuchar lo que realmente hay dentro de cada persona.

3 - y el convencimiento de que la persona vestida con la ropa de deportista que me identifica, era quien yo decía amar... me hizo poner en alerta que hay el riesgo de proyectar en otros lo que nosotros deseamos y amamos. Y si bien el hábito no hace al monje, lo exterior nos atrae o genera rechazo, llevándonos a relaciones superficiales.

Con el tiempo he cultivado escribir: como me veo hoy, con dones, límites y sueños, compartiendo lo más sinceramente mi interior, con las personas que me relaciono. Para que conozcan por dentro quien hoy estoy siendo. También busco conocer estas tres realidades en mis amigos.

Cuido de no relacionarme con las personas según su modo de vestimenta. Toda ropa ocultan y muestran modos de ser, que sólo se descubren en relaciones humanas.

Y doy mucha importancia a escuchar las miradas, las manos, abrazos... hablan del Alma de la persona. Miro a los ojos, ofrezco mis manos y abrazos, a las personas con las cuales quiero presentarme: desnudo como realmente hoy estoy siendo... 

En ese ir aprendiendo a Amar, voy descubriendo que el Amor tiene distintos colores y es el tejido de relaciones diferentes lo que nos hace vivir Amando y siendo Amados.

Lo contrario al Amor es la posesión o dependencia, pero como somos seres en RELACIÓN, necesitamos bandadas de pertenencia. Esa relación se cultiva, exige tomar opciones ... que nos da habitantes en el corazón y sabemos que habitamos en el corazon de otros...

Nacho

domingo, 2 de febrero de 2025

FAZENDA: DIOS NOS VISITA

Fue emocionante estar en este día de visita, de los familiares, a los chicos de la Fazenda, que ya han cumplido tres meses de su caminata, en búsqueda de liberarse de las adiciones, y encontrar el porqué cayeron en esa dependencia y ponerse en camino de ser un hombre nuevo.

Estábamos ahí en el patio, y se detiene un auto en el lugar de estacionamiento, se baja una mujer, y uno de los chicos, no tan chico, que ya es padre, reconoce en esa mujer a su madre y lo deja todo y sale corriendo hacia ella. La madre lo ve a la distancia y abre sus brazos para recibirlo. Se abrazan, lloran…

Todos nosotros contemplamos en silencio. Todos tenemos una madre. Todos nos hemos equivocado y la hemos hecho sufrir a nuestra madre y a otros. Todos deseamos profundamente que haya abrazos que nos esperen para darnos la ternura del perdón. Nuestros ojos se llenaron de lágrimas y nuestro respirar cambió su ritmo…

Uno de los muchachos nos invita a todos a pasar a la capilla a celebra la misa. Sus brazos y su cuello tiene unos oscuros tatuajes, que son signos visibles de su vida anterior. Este muchacho que se ha animado a dar el paso desde la calle hasta aquí, gracias a que alguien confió que era posible cambiar de vida se acerca y me dice: - Gracias por venir a acompañarnos en la misa. Esta es la quinta misa en mi vida que voy a celebrar, aun no entiendo mucho, pero en las anteriores sentí algo misterioso dentro de mí.

Esas palabras de ese muchacho con una caravana en su oreja izquierda, una cicatriz en la mejilla, una mirada de agradecimiento porque juntos íbamos a celebrar la misa, me conecto con lo profundo de mi vocación. Había sido llamado a celebrar juntos ese misterio, de una presencia, que nos recibe a cada uno con nuestra historia, con nuestros tatuajes, los visibles y los ocultos, con nuestras cicatrices por haber amado y por habernos equivocado. Ese Dios que quiso quedar presente en una mesa con pan y vino compartido. En un espacio comunitario donde personas distintas estamos llamados a dejarnos mover por el Espíritu que nos hace sentir amados y hermanos.

Dios se revela a quien quiere, y muchas veces a un no bautizado, o a alguien que anduvo por años fuera del camino humano, recibiendo la gracia de reconocer el misterio de la presencia de Dios en quien llega, en quien está a su lado y en la celebración eucarística. Un detalle que no es menor es que este muchacho ha celebrado sus cuatro anteriores misas con el p. Juan Fernando, el p. Gastón, el p. Gabriel, y el obispo Pablo. A mi no me conocía, pero me recibe como alguien que, junto a su comunidad de hermanos, con la que están haciendo la caminata, juntos viviremos ese misterio, esa presencia, ese encuentro que nos transforma.

En el templo entre los muchachos veo un niño un poco inquieto. Se había reencontrado con su padre, que no era el mismo de hace unos meses. Estaba este niño buscando la atención de su madre, que lloraba sentada al costado de quien era su compañero de viaje, padre de sus hijos, quien había sido la persona que más sufrimiento le había causado, por ser el amor de su vida. Y ahora él, a ella, (que era practicante de una iglesia hermana evangélica), le recordaba las palabra del pastor de su iglesia que la acompañó en su sufrimiento, alentándole a orar a Dios por su esposo, ese hombre que no quería saber nada de Dios, que se reía cuando la veía orando con su biblia...  Hoy ese hombre con una vida nueva, la había invitado a participar del momento de oración, y estaba a su lado con la mirada atenta cantando el canto de comienzo de la celebración.

Sentí un impulso interior a invitar a aquel niño al frente. Y después de ponernos en presencia de Dios recordamos a Jesús que nos propone volver a ser como niños. Y todos, con la mirada en el niño, aprendimos de él, de los niños, que se pelean, pero al rato están jugando juntos. Y esa era la invitación de quien nos convocaba: recibir su perdón, para poder liberarnos perdonando. Si hay algo que nos va encorvando, es el sentido de culpa y algo que nos pone feo es el rencor hacia alguien. El niño, con otro niño, que se quiso sumar a mostrarnos cómo es Dios con nosotros nos regalaron un saludo que junto a las palabras de la liturgia del perdón, nos cambiaron el rostro a todos. Porque algo había sucedido dentro nuestro. Y con mucha fuerza cantamos juntos el gloria a Dios.

Después la Palabra nos compartía la presentación de Jesús en el templo, llevado por su madre María y su padrastro José. Recibido por Simeón y Ana, quienes entre la multitud que acudían al templo fueron los únicos que reconocieron a Jesús como hijo de Dios. (Lucas 2, 22 - 40)

A la luz de la Palabra cada uno de los presentes se identifico con alguno de los personajes. Los familiares que estaban visitando a los chicos en la Fazenda, se sentían como María y José, poniendo a los muchachos en manos de Dios. Los que de una manera u otra recibimos a los chicos y los acompañamos a que se encuentren consigo mismo y con Dios, nos identificamos con Simeón y Ana. Y los jóvenes que están procurando "volver a nacer" son los Jesús, según el relato de hoy.

Ese es el misterio de la encarnación, cercanía de Dios en Jesús. Se hizo pequeño en el pesebre en Belén, vivió el mayor tiempo de su vida como un vecino un obrero más, después creo una comunidad abierta a todos, especialmente a los empobrecidos, pecadores y tenidos por impuros, culminando su vida humana entre nosotros, en el trono de la cruz. Resucitado sigue siendo un Dios oculto para los que buscan grandeza y poder, y cercano y en amistad con los bienaventurados, tenidos por menos.  Como hoy lo son estos muchachos que cayeron bien abajo...

Ese mismo Dios se hizo presente en un poco de pan y vino... para regalarnos su amistad que alimenta, perdona, consuela, sana, y nos muestra el camino que esta dispuesto a acompañarnos. 

Al culminar la misa y pasar a compartir la mesa, había algo que nos se puede explicar: los mismos que hace unas horas no nos conocíamos, los mismos que llegamos con la mochila pesada.... ahora estábamos viviendo una hermandad realmente bonita. 

Al final del día entre pizzas y risas, pudimos dar gracias por el dia VIVIDO en el señor. Recordando en especial a aquella madre que en la misa dijo: mis lágrimas de hoy no son las mismas de hace unos meses, las de hoy son de felicidad, agradecimiento. Mas de uno de nosotros sintió humedecidos sus ojos, recordando a su propia madre. Con la fe, que una madre es capaz de sentir a su hijo a la distancia, y hoy, aquí y ahora éramos motivo de hacerla sentir bien, estando nosotros viviendo bien.

Nacho.