Camino a Picada de Suárez - Cerro Largo:
Lo que más llama la atención del relato es que: encuentren el sepulcro abierto donde habían puesto a Jesús luego de haber sido crucificado. Con los lienzos que lo envolvieron en el suelo. Esto me dice a mi propia vida (como en varias partes de la biblia) me invita a seguir creyendo en Jesús resucitado entre nosotros. Él nos da testimonio de que: hacer el bien, al final, debe valer la pena. Martin Bottaro (Parroquia de Fraile Muerto)
Florida:
Hace unos días leíamos con mi hijo Enzo, de 3 años, un cuento que se llama "Una gran piedra en el bosque". En el cuento, el oso, que ha sido elegido Rey del bosque, coloca una piedra en el camino principal, para hacer una prueba, y se esconde atrás de un árbol a observar. Pasan unos ciervos, y luego unos zorros, y ninguno hace nada con esa roca. Solo la esquivan y critican al oso por su falta de cuidado, de ocupación, de responsabilidad... Y al final, dos ardillas que venían de recolectar alimentos, al ver la piedra, dejan sus bolsos llenos de comida, y se ponen a trabajar juntas para quitar la piedra, ya que dificultaba el camino propio pero también el del resto de los animales. Al ver esto, el oso sale de su escondite y las premia por su actitud, regalándoles un trozo de miel, que se encontraba escondido debajo de la piedra.
Luego de leer la palabra, en el Evangelio de Juan, pensé en esta historia. Cada uno podría interpretarla de diferentes maneras, identificarse con alguno de los personajes o con todos, en diferentes momentos de su vida. Pero, en respuesta a la pregunta de esta semana, se me ocurre que le pediría a Dios que nos ayude a correr las piedras que dificultan el caminar por la vida con alegría y con fe. Que nos ayude a ver que con el otro, correr esas piedras es más fácil. Que no todos tenemos los mismos caminos de vida y que no tenemos que juzgar, ni opinar sobre las formas de enfrentarse a las piedras de cada uno. Que nos de fortaleza para hacer a un lado lo propio para entregarnos a lo comunitario. El premio será encontrar la dulzura del amor y la misericordia de nuestro Padre... Florencia (Sarandí Grande)
Colonia:
Desde el principio de la reunión, después de la lectura, nos llamó la atención el "discípulo amado", el que corría más rápido. Divagamos sobre si Jesús se lo había dicho o si simplemente él se sentía amado, y de su forma de ser y su mirada se desprendía esa confianza que nos da ser amados. Esta reunión, entre niños jugando, gritando, bebés reclamando, adolescentes cantando, jóvenes siguiendo la corriente, madres tratando de ahorrar "no" y adultos tratando de concentrarse, teníamos la vida representada entre tanto caos. Veíamos lo importante de mantenerse unidos y sentirse amados, confiados. Queremos sacar la piedra de la distracción. Esa piedra que nos distrae de lo importante, de lo sencillo, de lo de abajo. Que no nos permite disfrutar el caos de la familia, de la sociedad o comunidad en que vivimos. Esa piedra que nos "mete miedo" y no permite que nos sintamos "discípulos amados", que corren rápido y encuentran la piedra ya sacada para ver qué el Señor resucitó y está con nosotros, en nuestros proyectos de vida. Con su presencia más cercana y profunda en la tristeza y compartiendo las alegrías. Desde Ombúes de Lavalle (comunidad de campo).
Melo:
La comunidad San Antonio del Bosque, que tenemos un lindo camino recorrido como C.E.Bs. sumamos nuestro aporte al Taller Bíblico Misionero. Pedimos a Dios nos ayude a correr la piedra: de la soledad, de los dolores, de los recuerdos dolorosos del pasado, de los problemas que obstaculizan nuestro camino. Las piedras de mi ansiedad e impaciencia ante las circunstancias de mi cruz actual (enfermedad) y me regales con tu Madre la calma que necesito. Otras integrantes expresaron que: Jesús me las sacó casi a todas las piedras, desde que la Fe se instaló en mí. Pero, debo recuperar la confianza en mí misma. Algunas de nuestras oraciones fueron: Señor, te pido aumentes mi Fe. No quiero retener mis piedras... Me cuesta quitarme mis piedras y entregártelas. Deseo venir al grupo, siempre con alegría. Somos 9 mujeres compartimos nuestras piedras en una profunda y sincera reflexión. Será necesario también acompañarnos más en el camino de la vida. Ofreciendo nuestras oraciones y actos con la mirada puesta más allá de las pruebas, sabiendo que el Resucitado siempre nos promete maravillas, si caminamos a su lado. Es difícil entenderlo, ya que nuestra capacidad de comprensión humana es limitada. Sólo, el crecimiento en la Fe en comunidad de Amor, podrá acercarnos al Sr Resucitado. ¡FELIZ AÑO DEL JUBILEO DE LA ESPERANZA PARA TODOS! (Barrio Cuchilla de las Flores)
Treinta y Tres:
La piedra que pido a Dios me ayude a correr es la de la pereza espiritual que a veces se instala, la de la comodidad, o seguridades que nos atrapan y nos vuelven individualistas o más cerrados no abiertos a lo novedoso. Abrazo Doris
Canelones:
Muchas veces soy como los apóstoles que acudieron al llamado de María Magdalena y tengo que ver las pruebas en este caso como ellos los lienzos para saber que Jesús me está dando un mensaje que yo quizás no estoy entendiendo en ese momento. Me cuesta sacar la piedra que me han puesto personas que me han hecho daño... intento perdonar como Jesús nos pide... pero me cuesta demasiado. Debo comenzar por mí misma, pidiendo ayuda para sacar mis piedras, perdonar. No es sencillo correr nuestras propias piedras, pero Dios siempre nos va a enviar un ángel para correr nuestras piedras y quizás después nosotros seamos el ángel que Dios envía a otras personas para correr sus piedras. Rita (San Jacinto)
Melo:
Wenceslao:
Estuvimos reunidas y reflexionamos sobre los signos, de semana santa, que presentamos y vimos que hay muchas piedras que nos impiden ver la realidad. Que Jesús está presente en la palabra, en el pan y el vino. Los lienzos que oprimen nuestras heridas y con Jesús son liberados, el dolor calmado. La realidad nuestra es que tenemos que dejar las diferencias, ponernos al servicio, dar fortaleza y ánimo al que nos necesita. No poner el centro en las diferencias, y si darnos ánimos teniendo empatía unos con otros. Todo esto es para nosotros un gran desafío: dejarnos mirar y caminar, con los ojos de Jesús, en la realidad que nos toca. Alicia, parroquia de Fraile Muerto (secretaria del grupo).
Tupambae:
La mayoría del grupo nos identificamos con el lavatorio de los pies el jueves santo, como algo central del sacerdocio de Jesús: el humilde servicio. Nos llamó la atención en el relato que Juan hable solamente de sí mismo y no nombre a los demás discípulos, ni mencionara al ángel de Dios como el que corrió la piedra. Encarnando en nosotros la Palabra veíamos que la piedra a correr en nuestra realidad es: los malos entendidos con hijos y nietos sin bautizar. Y las piedras del dolor y sufrimiento que nos toca vivir o vemos que otros viven. Dios no quiere el sufrimiento humano. Graciela (secretaria del grupo)
Montevideo:
Muchas veces en la vida por diversos motivos, pasamos por pruebas, pérdidas, tragedias, que hacen que esta se vuelva triste, oscura y vacía. Nos encontramos con piedras como la desesperanza, tristeza, falta de fé, egoísmo, odio, etc, que nos conducen a una vida fría , sin sentido y alejada de Dios. Es en estos momentos cuando debemos MIRAR hacia al Padre, aferrarnos, CORRER hacia Él y CREER en Él. La RESURRECCIÓN de CRISTO nos abre las puertas a la ESPERANZA de una Vida NUEVA. Nos llama a QUITAR ESAS PIEDRAS de nuestra vida, salir de la oscuridad y VOLVER a nacer. JESÚS nos llama a RESUCITAR CON ÉL, ÉL HA VENCIDO A LA MUERTE, y nos pide que con la mirada de la FÉ , caminemos juntos a una vida nueva y ETERNA. Sólo debemos CREER. Shirley (Casabó)
Melo:Como comunidad hoy nos integramos al taller. Lo hicimos en la capilla. El tener que preparar un altarcito con los signos, nos hizo participar y desarrollar la creatividad. Mover los bancos y ponerlos en rueda nos prepara para un encuentro diferente. Y así fue. Todas participamos dando nuestro parecer. Nos dimos cuenta que hace unos años la Semana Santa estaba centrada en el viernes santo, ayuno, vía crucis, penitencias, dolor y pecado. Hoy nos ayudó ver la Semana Santa como un camino que conduce al misterioso regalo de la resurrección - Pascua. De la lectura nos quedó (al leer también San Lucas) como los dos evangelistas escriben distinto. El segundo deja bien claro como Dios por medio de Ángeles y Jesús mismo, PRIMERO se manifiesta resucitado a las mujeres. Algo que no pueden creer los varones religiosos. Algo que el escrito según San Juan omite. Dejándonos claro, san Lucas, la opción de Dios por las tenidas por menos, no siempre es bien vista por los religiosos varones. Valoramos encontrarnos esta tarde y que hubiese entre nosotras personas con algunas dificultades... nos acompañamos unas a otras... Volvimos después de un buen tiempo a compartir la merienda. Y ofrecemos nuestra comunidad para celebrar la Pascua con todas las comunidades el mes próximo. (Comunidad Santa Teresita)
Micaela:
Hola ¿cómo están ?, por acá en el campo otra tarde lluviosa, propicia para hacer el taller bíblico. Del relato me llama la atención que habiendo les dicho Jesús lo que iba a ocurrir, cuando pasó, no lo supieron entender. En el camino tenemos piedras, cosas que nos pasan... en lo personal al escuchar que la piedra fue corrida, me identifica: no hay piedra que por grande que sea que Dios no pueda mover. La fé en él, la esperanza, es lo que la mueve, y es ahí cuando lo vemos. Esto nos hace más humilde y nos lleva a ofrecernos para ayudar a otros con sus piedras. El taller nos hace reflexionar mucho sobre nuestra historia y presente. Bendiciones a todos FELIZ SEMANA SANTA.!!! Marisa.
Canelones:
Hola padre Nacho como siempre muy lindos Relatos, agradezco a dios nuestro sr que por medio de Sergio siempre me hace llegar tus relatos, un enorme abrazo para ti y Dorita
ResponderEliminarDesde Riobranco te saluda Cata
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