El viernes a la mañana comenzamos con la oración de laudes, desayuno y espacio de formación, viendo los gestos concretos de expresión del amor de Dios: abrazo, beso, vestir, anillo, calzar, comida, fiesta... Estos gestos son muy necesarios en nuestras relaciones humanas, para vivir el amor de Dios misericordioso.
Después en la mañana se continuó con la misión de visitar a las casas, a las familias. Otros preparaban las celebraciones de la tarde. Y siempre hubo personas en el servicio oculto de la cocina...
Después de la celebración de la tarde, llegó el Vía Crucis representado por las calles de Melo. "Al árbol se lo conoce por los frutos, al escuchar sus frutos se lo conoce"... Para conocer cómo se evangelizó nuestro pueblo, vemos que las celebraciones más recordadas y participativas son del viernes santo, ayunos, con referencia al pecado.... Sin borrar el Vía Crucis que es parte del camino de Jesús y de la vida cotidiana de la humanidad, en esta misión también quisimos seguir caminando a la celebración, al mensaje, y lo central de la vida de la fe en Jesús: LA PASCUA
El sábado a la mañana después de laudes y el desayuno, en la formación escuchamos y representamos el relato de la resurrección del único hijo de la viuda, por parte de Jesús. Encuentro de la procesión de la muerte, con la comunidad de la vida en Jesús, en plena plaza pública de las afueras de la ciudad. En la vida cotidiana los que tenemos la gracia de conocer a Jesús, podemos elegir en cuál de los grupos humanos nos sumamos con nuestras opciones de vida. Sabiendo que, con Jesús, estamos llamados a caminar por los lugares públicos, por las periferias, para tejernos con todos los grupos humanos en favor de la vida, y para tocar esas realidades de muerte y darle la posibilidad de resucitar a la vida... La comunidad de Jesús no se aparta, ni se encierra, en sí misma, va a dar vida a donde no la hay...
El sábado tocó la misión más práctica, concretada en servicios. Hubo algunos, hacia personas y familias concretas con alimentos, apoyo... y otros más visibles como limpieza y pintura del patio trasero de la catedral donde también lo utilizan los estudiantes del liceo 2. Después de la celebración de la tarde, llegó el Vía Crucis representado por las calles de Melo. "Al árbol se lo conoce por los frutos, al escuchar sus frutos se lo conoce"... Para conocer cómo se evangelizó nuestro pueblo, vemos que las celebraciones más recordadas y participativas son del viernes santo, ayunos, con referencia al pecado.... Sin borrar el Vía Crucis que es parte del camino de Jesús y de la vida cotidiana de la humanidad, en esta misión también quisimos seguir caminando a la celebración, al mensaje, y lo central de la vida de la fe en Jesús: LA PASCUA
El sábado a la mañana después de laudes y el desayuno, en la formación escuchamos y representamos el relato de la resurrección del único hijo de la viuda, por parte de Jesús. Encuentro de la procesión de la muerte, con la comunidad de la vida en Jesús, en plena plaza pública de las afueras de la ciudad. En la vida cotidiana los que tenemos la gracia de conocer a Jesús, podemos elegir en cuál de los grupos humanos nos sumamos con nuestras opciones de vida. Sabiendo que, con Jesús, estamos llamados a caminar por los lugares públicos, por las periferias, para tejernos con todos los grupos humanos en favor de la vida, y para tocar esas realidades de muerte y darle la posibilidad de resucitar a la vida... La comunidad de Jesús no se aparta, ni se encierra, en sí misma, va a dar vida a donde no la hay...
Y otro grupo limpió y pintó algunos espacios del colegio y la casa de retiro que nos aloja.
A la noche la celebración más importante de la iglesia, la vigilia Pascual. Con el encendido del cirio pascual y la bendición del agua, como modo de presencia de Jesús resucitado: luz, perdón, bendición, verdad, vida... para la iglesia y el mundo. Como no podía ser de otra manera (algo que no están acostumbradas las comunidades) después de misa hubo fiesta de Pascua en el salón parroquial, con cena, música y baile.
Del templo, volvemos a la calle... como aquellas primeras mujeres que tuvieron la gracia del encuentro con el resucitado, quien les dio una vida nueva, con la misión de anunciarlo a otros hasta el confín de la tierra. Sin duda que la presencia de los Nazarenos, el movimiento juvenil, acompañado por adultos, en estos días, dejó su huella en los que participaron, en los visitados, en las celebraciones y en el pueblo. Algún día las semillas florecerán y darán sus frutos...
Culminamos con la evaluación... la foto dice mucho del modo de ser iglesia, ser misioneros, de manera: sinodal, comunitariamente caminando juntos como hermanos, con un mismo Padre-Madre, movidos por el mismo Espíritu Santo, con Jesús Resucitado como GPS. Hubo palabras, lágrimas y sonrisas de agradecimiento. Se resaltó la actitud de los nazarenos de venir a acompañar la caminata y la misión de la comunidad catedral con sus propuestas, necesidades, espacios y celebraciones. Muy valioso el compartir juntos en distintos momentos vocacionales: laicos, en familia, en búsqueda, consagradas, presbíteros y el obispo. La misión nos llevó a encontrarnos con Jesús encarnado en realidades y personas concretas. Para unos cuántos hay un antes y un después de esta misión...Cada uno llegó como pudo, y fue acogido, así como venía y la experiencia de comunidad, de fraternidad, de oración y misión nos transformó. Corazones se curaron se llenaron de la verdadera alegría. Fue realmente vivir la Semana Santa, y poder ser testigos de que Jesús resucitó y sigue resucitándonos.
A la noche la celebración más importante de la iglesia, la vigilia Pascual. Con el encendido del cirio pascual y la bendición del agua, como modo de presencia de Jesús resucitado: luz, perdón, bendición, verdad, vida... para la iglesia y el mundo. Como no podía ser de otra manera (algo que no están acostumbradas las comunidades) después de misa hubo fiesta de Pascua en el salón parroquial, con cena, música y baile.
Del templo, volvemos a la calle... como aquellas primeras mujeres que tuvieron la gracia del encuentro con el resucitado, quien les dio una vida nueva, con la misión de anunciarlo a otros hasta el confín de la tierra. Sin duda que la presencia de los Nazarenos, el movimiento juvenil, acompañado por adultos, en estos días, dejó su huella en los que participaron, en los visitados, en las celebraciones y en el pueblo. Algún día las semillas florecerán y darán sus frutos...
Culminamos con la evaluación... la foto dice mucho del modo de ser iglesia, ser misioneros, de manera: sinodal, comunitariamente caminando juntos como hermanos, con un mismo Padre-Madre, movidos por el mismo Espíritu Santo, con Jesús Resucitado como GPS. Hubo palabras, lágrimas y sonrisas de agradecimiento. Se resaltó la actitud de los nazarenos de venir a acompañar la caminata y la misión de la comunidad catedral con sus propuestas, necesidades, espacios y celebraciones. Muy valioso el compartir juntos en distintos momentos vocacionales: laicos, en familia, en búsqueda, consagradas, presbíteros y el obispo. La misión nos llevó a encontrarnos con Jesús encarnado en realidades y personas concretas. Para unos cuántos hay un antes y un después de esta misión...Cada uno llegó como pudo, y fue acogido, así como venía y la experiencia de comunidad, de fraternidad, de oración y misión nos transformó. Corazones se curaron se llenaron de la verdadera alegría. Fue realmente vivir la Semana Santa, y poder ser testigos de que Jesús resucitó y sigue resucitándonos.
Nacho
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