BERACHI:
Los que han ido a Tierra Santa, cuentan que les ha ayudado mucho para conocer a Jesús, estar donde él estuvo. Los pescadores, podemos comprender profundamente la elección de Jesús, de pescadores para formar su primera comunidad, para ser sus discípulos y para anunciar la buena noticia del reino de Dios. Hoy nos regalamos un día de pesca, bendecidos por un día de sol, ocho tarariras, buen alimento y una fraternidad maravillosa.
Los pescadores son amigueros, fácilmente crean espacios de encuentro. Y en un grupo de pesca hay lugar para todos. El fuego, el aire, el agua, el sol, el viento, el espacio abierto, ayuda a un encuentro en libertad. Ir de pesca es ir abierto a "lo que salga", con la posibilidad de que no salga nada... La primera es la primera y es motivo de gran fiesta.
Surgen los carismas de cada uno: el chofer, el abre portera, el leñero, el asador, el cuentero, el mojarrero, el caminante, el fogonero, el bailarín, el caminante, el del trago, el de los ticholos, el debutante, el pescador... Sin decirlo se pasa muy bien siendo diferentes y sin jefe. Cada uno va encontrando su lugar, y en algún momento alguien le pide una mano a otro. Es una convivencia casi sin reglas, donde nadie está presionado, sin embargo, hay un cuidado de que nada falte y que el otro esté bien.
En un día de pesca hay momentos de estar juntos y momentos de estar en pequeños grupos o incluso buscando un tiempo de estar solo. Hay movimiento hay quietud. Hay desenchufe de todo y encuentro con algo que llevamos dentro. Se está ahí, y se viaja con el pensamiento. Sin faltar el chiste, los recuerdos de otras pescas, de otras personas y la narración que se va creando que la más grande que es siempre la que se escapó. El estar al aire libre, nos hace más sensible al tiempo de calor, y al frío, al viento y al sol... nos hace más sensible al otro, a lo bueno y malo de nuestra historia y quizás a Dios también...
La alegría de uno es alegría de todos. El pescador la busca, cuando no pica acá va más allá; cuando no cae con carnada prueba con ciñuelo... La pesca es también un arte. Es una vivencia de solidaridad, donde todo se comparte. Se va poniendo la comida y bebida sobre una mesa, la carnada y los aparejos, las sillas y música, y cada uno en libertad toma lo que gusta y necesita. Bueno hay pescas y pescas, también están las más competitivas, o las familiares. La nuestra es "muy informal y espontánea". Apostamos a la voluntad de cada uno. No es ni mejor, ni peor que otras, es distinto el modo de organización... con muy poca organización... Misteriosamente salimos 15 minutos antes de lo previsto y para el regreso hubo común acuerdo en la hora de partida.... son signo del espíritu de convivencia, del modo de relación... Los pescadores entendemos muy bien la opción de Jesús en primer lugar por pescadores de su entorno... Jesús quería mostrar el Amor de Dios a todos, sin exigir ni religión ni comportamiento. Amor que nos quiere así como somos, relacionándonos como hermanos. La pesca, o algunos modos de pesca, son una experiencia real de ese amor de Dios. Muchas veces no se habla de Dios, pero se vive su modo de relación. Y como no hay cosa más plenamente humana, que vivir la voluntad de Dios, después de una buena pesca, no volvemos igual... Nos sentimos mejor con nosotros mismos, con la humanidad, con la creación... y también con Dios los que se relacionan con él. Lo difícil es volver al mundo real, donde los problemas a veces son pequeñeces miradas desde distintos puntos de vista, "como en la pesca", pero en el mundo real esas diferencias de miradas no se tejen, se enfrentan, se quieren imponer, se quiere uniformar...
Quizás Jesús por eso eligió pescadores, para hacerlos pescadores de hombres, y para que vivieran en el mundo real, los valores de la pesca: la libertad, solidaridad, la complementariedad, el contacto con la naturaleza, el celebrar la pesca del otro, el convivir como hermanos, sin imponer. Un ejemplo concreto: alguien comía ticholo, y tiró los papeles al campo, alguien se levantó de su silla, los recogió y sin decir nada los puso al fuego. Otro de los presentes más tarde vio otro papel volando, lo recogió y llevó al fuego. Quien tiro al comienzo los papeles, al irse recogió una botella de plástico para ser tirada en un contador en la ciudad... No hay mayor educación que con el ejemplo, es la educación del amor, es la que nos eleva... cómo nos eleva Jesús con su modo de vivir y de relacionarse... sin juicio, sin ser jefe, haciéndose hermano de camino...
Último día del Plato caliente ¡¡¡Cenamos juntos!!! Dar gracias a Dios por los gestos sencillos, pero tan profundos que nos alimentan el corazón y el cuerpo. Un plato caliente no es solo comida: es señal de cariño, de servicio y de dignidad compartida. Por eso es muy importante el signo de compartir la misma mesa, la misma olla, al mismo tiempo, en una sola familia.
La Palabra de Dios nos recuerda en el Evangelio: “Tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber” (Mt 25, 35). Este llamado de Jesús se hace vida cada vez que una mano generosa se abre para servir, cada vez que alguien ofrece su tiempo y su esfuerzo para que otro se sienta acompañado y amado. Por eso, hoy queremos agradecer especialmente al Municipio de Fraile Muerto, que hizo posible este servicio, y a toda la comunidad, que con su compromiso cotidiano demuestra que la solidaridad es el camino para transformar la realidad. Que este gesto de compartir nos recuerde que la mesa siempre se ensancha cuando hay amor, y que un plato caliente puede convertirse en semilla de esperanza.
Pidamos a Dios que nunca falten corazones dispuestos a servir, y que nuestra comunidad siga siendo signo vivo del Evangelio en medio de nuestro pueblo. Ahora a prepararnos para el encuentro del sábado 20 en Melo.
SAN EXPEDITO Y SAN PABLO:
Representantes de ambas comunidades, nos encontramos fraternalmente a preparar la presentación del camino de nuestras comunidades, que somos dos, pero caminamos acompañándonos en las celebraciones, en la reflexión, en las fiestas, en la solidaridad. Entre risas y recuerdos, junto a la merienda familiar, hicimos nuestro trabajo y vamos con todo desde lo que realmente orgullosamente somos, en cuanto a cultura, y amor por nuestra música afro, que es de todas nosotras, es parte de nuestro pueblo. Julia

LOS DEL SALÓN DEL FONDO DE LA CATEDRAL:
Hoy nos encontramos con algunos en misa y al llegar el fuego estaba encendido, la parrilla pronta, en el centro de la rueda de silla: la Palabra y una velita pronta para ser encendida. Además, un hermoso regalo, de un juego de utensilios para lidiar las brasas en la estufa.... Y algo que nos sigue sorprendiendo: otro viernes donde llega alguien nuevo... Quien se ofreció para representar a Jesús y en la cena eligió el lugar de servidor...
A las 20 hs. comenzamos con algo de nuestras vidas... Saludos mensajes... noticias.... Hoy Ramón nos contó agradecidamente, la experiencia de haber sido acompañado en la despedida de su nieto, por esta comunidad, el agradecimiento por ayudarlo a cultivar la fe en Jesús resucitado, que recibe a TODOS después de la muerte. Y también el acompañamiento que le dimos a su hija, madre del muchacho. Hoy también alguien llego con vértigo y al final agradeció poder ser parte de este grupo y se fue mucho mejor. Son signos de la presencia de Dios que actúa donde dos tres o más están reunidos en su nombre... Solo Dios sabe lo que él mismo mueve, descubre, sana, potencia, poda, dentro de cada persona, en estos encuentros con su persona, en su Palabra, en el hermano.
Escuchamos la Palabra. Hicimos eco con lo que más nos quedó. Y pedimos a alguien que se "elevará" (tomando la expresión de que Jesús había sido elevado al cielo) Alguien se puso de pie. Entonces Reflexionamos sobre el momento anterior: estaba sentada como nosotros... y ahí vimos como Jesús antes de ser elevado se hizo uno de nosotros, sin ninguna superioridad ni distinción exterior. Dimos un paso más y vimos que Jesús fue puesto en el último lugar con la tortura, crucifixión y muerte.

Quedó contra la tierra y como muestra la foto alguien lo representó acostado en el piso bajo todos nosotros. Entonces nos preguntamos que sentíamos y que nos decía ese Jesús. La respuestas fueron: entrega total... que nos quiere siendo iguales... que viene a nuestro encuentro con un abrazo desde abajo... que nadie más que nadie... que para encontrarlo hay que mirar y caminar hacia atrás nuestro y hacia abajo... que él está en los caídos... Cuando le preguntamos a quien representaba a Jesús en el suelo, nos sorprendió diciendo que se sintió bien entre nosotros, sin estar sobre nadie. El mundo, a veces nos educa y fomenta a estar sobre otros, competir con los demás, a creernos merecedores de puestos superiores... eso es exitoso a los ojos del mundo pero nos aleja del Dios de Jesús.
También vimos que, en la historia, los grupos de poder, tuvieron que elevar a Jesús a sus lugares de privilegio, para justificar estar ellos sobre el pueblo; construyendo los escalones y los grandes templos... el oro en los crucifijos... los mantos y corona de reina en María... El mensaje de los poderosos es claro: si Dios habita en templos grandiosos, si se siente en tronos, si está revestido de oro, los que tienen grandiosos palacios, los ricos y con poder, son los bendecidos y cercanos a ese Dios.
Por eso la religión, en algunas cosas, es más parecida a cualquier institución poderosa y se aleja del mensaje de Amor en Jesús. Queda claro entonces que para reencontrarnos con el que fue elevado al cielo, y para ser realmente elevado en una vida más humana, hay que buscarlo en Galilea, en las periferias, en los que están más abajo nuestro, tocando fondo... Culminamos rezando, cenando y preparando la presentación del grupo el sábado 20, para el esperado encuentro de C.E.Bs. de Pequeñas Comunidades. BARCELONA A LUGO - ESPAÑA:
Quiero hacer mi aporte al taller haciendo uno de los viajes más largos en tren. Como colibrí enviada al otro lado del océano, he aprendido que estamos llamados a ser contemplativos, recoger el dolor y el amor de nuestros prójimos en el camino.
Por dónde nos lleva el tren... no se ven situaciones de pobreza que las hay. Tampoco las personas pueden expresar su dolor "hay que estar bien" esa es la consigna para vivir acá. Muchos de nosotros vinimos desde otros países "menos desarrollados", y hay familiares y amigos que creen que estamos más cerca del cielo... y de alguna manera hay que hacerles creer que tienen un angelito familiar o amigo en el primer mundo... Pero si miramos bien, muchos rostros muestran o esconden tristeza, soledad, insatisfacción... una angustia de no ver un futuro hacia adelante. El cansancio, el stress si es muy fácil de ver, el ritmo de vida es a la velocidad del tren y así como ven en la foto que por la ventanilla casi no se ve nada, porque todo pasa muy rápido, así es la vida para muchos acá "todo pasa muy rápido"; desde las cosas que se compran hoy novedosas, nuevas y mañana, ya son viejas y hay que seguir en la carrera de conseguirlas. También es muy rápido el pasar por lindos lugares, hay que volver a tomar el tren que sigue. El encuentro con las personas en la calle es "pasar por muchos" sin encontrarse con nadie. A nosotros que nos gusta mirarnos a los ojos, el mate compartido, el abrazo... como también a muchos de distintos países de américa como los hay, al principio nos duele, nos cuesta este ritmo. Y ahí se abren dos caminos: regresarnos o acomodarnos a sistema.

Por otra parte, mirando por la ventanilla, se ven las maravillas del creador. Montañas que no hay dos iguales, valles, bosques, ríos... También el modo de plantar distintos cultivos es muy colorido y hasta parece artístico. Pero son kilómetros y kilómetros donde no se ve un ser humano, más allá de alguno haciendo alguna tarea, pero que no vive ahí en esa hermosura de paisaje. Estamos cada vez más amontonados en grandes ciudades, encerrados unos sobre otros. con un creciente peligro por la violencia o consumo de ofertas de protección, y consumos adictivos. Es cierto que el sol sale para todos, pero donde se puede disfrutar más del sol, no hay vida humana. Hasta los pequeños pueblos de la montaña o el campo, van quedando vacíos con unos pocos ancianos que resiste.
Y una cosa que me llama la atención es que ahora que tenemos una 1 y 20 de retraso, algo muy común, la solución está en meterse en el móvil, en el celular, para comunicarse con alguien que está a miles de kilómetros, como lo estoy haciendo ahora con ustedes, o buscar algún entretenimiento que funciona como droga "para hacer pasar este rato que parece perdido". No hay encuentro entre pasajeros.
Y cuando aparece lo religioso es casi como turístico, visitar un lugar, hacer una peregrinación, como es algo más de consumo. Para nada toca ni transforma la vida interior, como puede ser un taller bíblico personal o a la vuelta de una mesa, donde uno deja que la Palabra, que Jesús, entre o salga de lo más profundo de nuestro ser. Los lugares religiosos también son lugares comerciales... hasta iglesias museos donde hay que pagar. Y cada tanto aparece algo novedoso que mueve las emociones, una virgen, un santo, una energía, un método o un gurú, y hay que ir en búsqueda de un milagro o la foto para mandar o para guardar en el celular. También todo es muy separado por edades, hasta para encontrarse con Dios, no hay encuentro con Dios gratuito, desde la vida, desde adentro, acá las propuestas tienen que apuntar a las emociones y a lo novedoso o de moda, pero participando con los iguales sin que se metan mucho en mi vida.
Los incendio que arrasan todo, aparecen en nuestro viaje, son visible para todos los problemas del cambio climático, pero son pocos que realmente reflexionan sobre si no será que tenemos que cambiar la dirección del tren que nos va llevando, cada vez más velozmente, con asientos individuales muy cómodos, pero... Ustedes que están ahí, en otro tren, disfruten del encuentro, de esa religión, del mate, de la mirada, del abrazo... a veces nos damos cuenta que es lo más valioso cuando no lo tenemos. ANA MARIA
CERRO CHATO - FLORIDA:
El comedor, lugar de alimentar el cuerpo, hoy fue lugar para sanarlo, a la luz de su Palabra, dejándonos encontrar por Jesús. Elegimos casi todos la frase que Dios dice: que envió a su hijo al mundo no para juzgar, sino para salvarnos.
En la vida muchas veces nos sentimos incomprendidos a causa de nuestro carácter, por nuestra familia, por nuestra pareja, incomprensión que también muchas veces tuvimos con nosotros mismo. ¿Quíen soy? ¿Porque a mí? Fracasos, impotencia, pérdidas, errores, soledad, heridas, desilusión... muchas cosas sin encontrarle explicación. Y poco a poco aumenta el consumo... para evadir la realidad que siento y en la que sobrevivimos.
Uno llega a la Fazenda, para dejar de consumir, sintiendo la mayoría que es la última oportunidad. Acá, en el encuentro con Jesús, con nosotros mismos, con los compañeros, con la verdad de la vida, nos vamos dando cuenta que el problema del consumo, de la adicción, es consecuencia de un problema anterior no bien resuelto. A veces lo podemos nombrar, y en otras está bloqueado u oculto. Los talleres nos ayudan a encontrarnos con Él en su Palabra, hoy claramente con alguien que no nos Juzga y nos quiere y puede elevar. Es bueno tener referentes históricos, nombramos a: Mandela, al papa Francisco, a Chico Méndez, a Malcolm X, Luis Broll...que cuando preguntamos quién era, alguien dijo: era su papá... GRACIELA
Todos nos sentimos incomprendidos en algo, en las distintas etapas de la vida. Hoy Deysi: por no permitirme poner un rosario en el respaldo de mi cama. Rita: el sentirme incomprendida cuando a veces tengo picos de depresión y me reclaman porque no siempre hay una razón ya que es una enfermedad. La Palabra que más nos toca es: " Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él". "Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado".
.muy lindo, historias de gente sencilla, que lucha por vivir mejor. Algunos no lo saben pero el camino de Dios los va formando y fortaleciendo para el momento del encuentro. Vivencias, pesares, alegrías y en algún momento la "chispa" se enciende y se expande.
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