Aquí en Río Branco llueve mucho.
La Comunidad de San José Obrero está de fiesta. Pues es el día en que celebra a su patrono.
Es una fecha especial para nosotros.
Queremos compartirles que hoy hace un año que vinimos por primera vez a esta comunidad y la conocimos. Hace un año que nos encontramos aquí con Belén (nuestra amiga colibrí de Montevideo) para hermanarnos con la comunidad y compartir este día especial. Hoy reunidos la recordamos a ella y a su guitarra.
La comunidad estuvo como siempre recibiendo con cariño y entrega a las personas.
Hemos aprendido con ella a caminar por la fe, en unión y sencillez.
Hoy como el año anterior el almuerzo fue preparado por muchos, para partirlo y comerlo por todos los presentes.
Hoy damos gracias a Dios por el ENCUENTRO con tantas y tantos hermanos de camino de aquí y de otros lugares, que nos han acompañado, visitado, recibido, escuchado. Damos gracias por los que siguen VIVOS y en PIE, anunciándonos al Dios del Amor y del perdón, desde lo que les toca asumir en la vida.
Hoy queremos agradecer también por el regalo de la vida y por esta experiencia de misión que nos están permitiendo vivir. Ella nos está alumbrando y estamos creciendo en este peregrinar, queriendo que sea en bien de tod@s.
Damos gracias a Dios porque en esta experiencia de misión la vida ha sido como la de Jesús en Nazaret. Hemos vivido lo cotidiano, lo simple que en ocasiones son las acciones ó los trabajos no valorados y que muchas veces nos hacen sencillamente un poco más humanos. Vivimos abiertos para compartirnos el Servicio, el Perdón, el Amor, la Paz y como dice la canción “Unidos siempre en el Señor vivimos su amistad, es Cristo quien nos enseñó a Amarnos de Verdad.” Maria
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