viernes, 13 de octubre de 2017

REINO Y PRIMAVERA

Por dicha en casa hay muchos pájaros que alegran el día con sus cantos, aunque en esta temporada, ya empiezan a resultar pesados de tanto canto fuerte y persistente cuando el amanecer se viene mas temprano, antes de las 6 ya casi que no se puede dormir. Con los años he aprendido a dar gracias a Dios por tenerlos, escucharlos y también por enfrentarme a mi mismo cuando rezongo porque no me dejan estar dormido un ratito mas.
Hay un zorzal, que es un relojito. El primero en cantar en la mañana. Y desde el mismo árbol, el ultimo en lanzar sus trinos en la tardecita. A veces me pregunto si no será una oración de acción de gracias por un día mas. Así desde lo simple y básico de su esencia de ser pájaro. Agradecido y comprometido en su simple vida de anunciar la llegada de lo nuevo cada día y a los gritos desde su canto, obligarnos a nosotros humanos pensantes y evolucionados, a tomar conciencia de las cosas básicas de nuestra existencia, que damos por sentado y no agradecemos lo suficiente, ni nos inspiramos desde lo más simple para repetir humana y creyentemente la convicción que nos mueve cada jornada que Dios nos regala, como lo hace la creación.
Ayer recorriendo el fondo, debajo de un ciprés machazo que hay, encontré un nido en el suelo. Grande, perfecto, hasta recubierto de musgos para darle aislación. Me impresionó el trabajo del ave. Es increíble. Se lo llevé a Delfina mi nieta de 4 años, y estuvimos “charlando” un ratito sobre por qué hacían nido los pájaros y por que los tiraban después de tanto trabajo hecho.
Y desde ahí, vine a enfocarme en el aporte bíblico que la bandada de Colibríes me han pedido:
TODOS INVITADOS A LA FIESTA DE UNA NUEVA PRIMAVERA
Enfocado desde el pasaje del próximo domingo, Mateo 22, 1-14.
Al enfocarme en el texto, para compartirlo con ustedes, entre el zorzal y el nido caído obtuve una clave de lectura.
Sabemos bien todo lo que ocurre en primavera en toda la creación, incluyéndonos, también somos parte de la naturaleza. La vida se apronta a explotar con todo su potencial, todo vuelve a brotar, todo busca crecer y vivir plenamente para que cada especie, desde su ser, asegure cumplir su rol en el paquete grande de toda la naturaleza. Hasta el carácter nos cambia, andamos como de mejor ánimo. Nos resulta más fácil relacionarnos. Estamos más disponibles. Cobramos una nueva vida.
Algo similar nos trasmite la parábola del pasaje de Mateo.
La invitación a formar parte del Reino, es algo de todos los días que a veces no sabemos descubrir, y en otras, nos hacemos los chanchos rengos. Pero es así, todos los días, el zorzal, nos está chiflando y maravillando, invitándonos a descubrir y ver lo que a veces no se puede ver o no nos dejan ver.
El Reino es vida en abundancia, es una primavera permanente para todos, pero fundamentalmente para los mas embromados, los que viven en un invierno larguísimo, los que siempre tienen que estar sobre-viviendo cada minuto que les toca.
Ubicando el texto, Jesús ya está entrando en Jerusalén para confrontar a fondo con los poderosos de turno. Esta es una parábola profética, en la que los sigue cuestionando y  denunciando por no tener presente el proyecto de Dios para el pueblo que Dios le pidió cuidar.
En este marco, les manda esta parábola, que no la entiende quien no quiere.
Estaría bueno, que comparen el pasaje con Lucas 14, 15-24, ahí se aclaran mejor las excusas de los invitados y otros detalles que nos ayudan a enfocarnos mejor para entender el mensaje si Mateo no nos deja las cosas muy claras.
Todos estamos invitados a la primavera del Reino. No es solo la invitación. Es decir si quiero. Es no poner excusas, que en eso somos buenísimos todos. Ante la invitación no hay excusas: o la aceptamos o nos quedamos fuera.
Dejar de lado cosas muy “serias” de nuestra vida diaria, como plantea el evangelio, es lo que nos facilita no solo entrar, sino además, participar con el vestido (actitudes, gestos, pensamientos y sentimientos) apropiado para la fiesta. Si todo nuestro ser, no está en sintonía con la propuesta de ser parte y responsable del Reino, tampoco terminaremos entrando.
Pienso en el pájaro, que vaya a saber cuántas horas de trabajo le llevo hacer ese tan esmerado nido, y sin embargo, llegada la primavera, no dudó y lo tiró abajo para construir otro que vuelva a abrigar una nueva vida, como cada primavera.
Claro, lo del pájaro es instintivo. Nosotros pensamos… A quien se le ocurre, en su sano juicio,  estar siempre renunciando a lo que se ha logrado en la vida,  para ponerse en camino de algo que no sabemos muy bien como es la cosa, ni como vivirlo en serio?
O no?
Muy feliz primavera para todos y todas!
Ánimo que el Reino avanza!
Daniel desde Minas - Uruguay
PREGUNTAS SOBRE EL REINO Y LA PRIMAVERA
DANIEL, desde los cerros de Minas, nos habla del canto de los pájaros que anuncian la primavera,  donde todo vuelve a brotar.
ES PRIMAVERA, tiempo en el que ya estamos. Y nos habla de nidos desechados y nuevos nidos construidos para fecundar acoger, cuidar la vida.
EL ZORZAL y otros pájaros nos están chiflando, invitándonos a ver lo que hemos dejado de ver o lo que nunca hemos visto.
EL REINO, es encuentro, es lugar para todos, con abundancia de todo lo bello y verdaderamente placentero.
CUANTO más largo ha sido el invierno,(días, meses, años…) con más fuerza viene la primavera, invitando a la fiesta del Reino de Dios.
CUIDADO de no poner excusas ocupados en cosas pasajeras. Cuidado de no escuchar las voces de afuera y las que tenemos dentro que nos dicen: “no te lo mereces, no es posible para ti, no es tu tiempo, tú no puedes”.
EL REINO ES PARA TODOS/AS, y las piedras desechadas se transforman en las principales. Los últimos serán los primeros, El ha venido para los que se reconocen pobres y pecadores.
EL PASO, primero para alguno de nosotros será dejar el viejo nido. Algo o alguien que en su momento fue lugar de vida, de amor, pero en esta primavera es necesario dejarlo… Y disponerse a construir, nido, vida y relaciones nuevas
VISTIÉNDONOS, del hombre nuevo. Siempre la ropa vieja es más cómoda, porque uno está acostumbrado a ella. Las actitudes nuevas a vivir, necesitan esfuerzo y atención, para que se hagan parte de nuestro modo de relacionarnos.  Incluso los demás nos recordaran que nos han visto con la ropa vieja…
NO OLVIDAR, que la túnica nueva es regalo de Dios, no es merecimiento, ni esfuerzo, es regalo de quien nos invita a la fiesta, y si él la regala es porque nos quiere vestido con ella.
A VECES NECESITAMOS UN BUEN SASTRE, alguien que no ayude a desvestirnos de lo viejo y adaptarnos al vestido nuevo a la vida nueva.
EL REINO AVANZA, aunque los bichos mal agüeros digan lo contrario. Lo mejor está siendo,  viniendo. El Espíritu de Dios está actuando. El nido nuevo, la nueva humanidad está en construcción. De cada uno de nosotros depende: creer y sumarse a la nueva primavera…
PREGUNTAS:
1) En estos días desde dentro, desde algún lugar ¿He escuchado el chiflido del Zorzal - del Espíritu de Dios? ¿En qué lugar, en que persona?
2) Esta realidad, este encuentro ¿Qué me dice?
3) ¿Cual es el nido viejo que tengo que dejar? Lugar, actitud, sentimiento, actividad, persona…
4) ¿Cuál es la túnica nueva que Dios me invita a ponerme? ¿Necesito un sastre? ¿Cuál puede ser? ¿Cómo me comunico con él? ¿Cuándo?

Nacho

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