ENAMORADOS…
EL AMOR que
nos invita a darnos totalmente nos puede sorprender a toda edad y en
situaciones inesperadas. Ese amor que se concretiza en una amistad profunda o
una relación de pareja para caminar juntos y dar vida. Pero no siempre que nos
encontramos en esta relación tan deseada, de tener Amigos con mayúscula o una
pareja soñada, no siempre cuando se nos da la posibilidad, la podemos
concretar, porque el amor es exigente…
OCURRIÓ que
dos personas se conocieron y se enamoraron profundamente… Ella vivía en un caStillo de
reyes, señores y maestros. El era un varón que había hecho un proceso de
desprendimiento buscando ser un hombre libre para amar, para relacionarse. Se
encontraron y después de un tiempo de encuentros, de actividades juntos, se
descubrieron enamorados con deseo de entrega total uno al otro y juntos entregándose
a los demás.
Entonces
ella le hizo la propuesta:
- Ven a vivir a mi castillo.
El con tono
triste le respondió:
- ¿Cómo podría vivir en el cortando mis alas?
Y con
esperanza que el amor se concretizara,
él le propuso a ella:
- Sal y busquemos juntos en
libertad.
Ella con la
voz entrecortada le respondió:
- ¿Cómo me podría sostener en el aire?
EN TIEMPOS
DE JESÚS, el poder político, religioso y la estructura familiar eran totalmente
jerárquicos. Con señores y sirvientes, con maestros y alumnos, con personas
dueñas de la palabra y los demás obedientes…
JESÚS, (Mateo
23, 1-12) por su manera cercana, justa, fraterna, misericordiosa y verdadera,
logra muchas relaciones humanas con gente bien diversa. Muchos lo siguen y
esperan que el sea el nuevo rey.
Pero Jesús les sigue diciendo con su vida y
con palabras:
- no los quiero como siervos, y si como amigos.
No me llamen señor, ni maestro ni padre,
porque hay uno solo señor,
un solo maestro,
un solo
padre Dios de todos.
No se relacionen como señores,
como maestros,
como padre,
porque Dios nos quiere viviendo como lo que realmente somos:
hermanos.
MUCHOS lo almiararon
con palabras, POCOS quisieron vivir esta propuesta de vida. Exigía ser libre y
relacionarse en libertad. Y sin duda traían como consecuencia el enojo de los
que se consideraban señores, maestros, y padres del pueblo…
Además, esta
práctica del amor que nos hace hermano, se concretiza en el servicio. No mandando, ni dependiendo, y si discerniendo juntos, decidiendo y concretando
comunitariamente. Algo muy difícil para quien vive en una situación de
relaciones piramidal. Difícil para quien este en el sillón de mando, este
trabajando de manera dependiente y interesada o este de rodillas de manera servil.
EL AMOR
VERDADERO ES EXIGENTE, exige desprendimiento de cosas, lugares, pero sobre todo
de una manera dependiente de relacionarse. Tan dependiente es el que manda como
señor, como maestro, como padre, al igual dependiente es quien obedece como
siervo, como alumno, considerándose inferior…
La propuesta
de Jesús es para todos, pero son pocos los que se animan a dejar sus castillos
de reinado o de servidumbre. Vivir como Jesús propone es vivir confiado en el
padre Dios…
Nacho
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