… En medio de ustedes
estará
uno que no conocéis,
que bautiza con fuego,
con el Espíritu Santo…
Juan 1, 19-28
... A la bandada de
Colibríes y otros pájaros, les agradezco nuevamente la invitación para
participar en nuestro VII Campamento. Digo nuestro, porque bien sabemos que
cada presencia, en sus diferentes formas y colores, es constructora de estos encuentros.
Quisiera que juntos viviéramos
una experiencia de HUMANIZANTE, capaz de ahondar nuestra sensibilidad, bajando
nuestras defensas y soberbias, para encontrarnos de frente con la realidad del
otro. Logrando descentrarnos de nosotros mismos, para crear un nosotros, espacio de crecimiento
mutuo.
Si no venimos dispuestos a
que el dolor y la alegría del otro nos duela y alegre, este no es nuestro lugar…Este
es un campamento para el ENCUENTRO entre diferentes…
Recordemos al profeta Exequiel
que nos invita a: DEJARNOS ENCONTRAR POR DIOS, quien nos quiere sacar las
piedras del corazón, para dejar que brote la carne humana. Esto exige
despojarse de toda seguridad, que los hombres buscamos, esclavos de nuestros
miedos. Nos aferramos, echamos anclas, escapamos, nos encerramos entre rejas,
levantamos altos muros, buscando estar seguros. Dios nos invita a caminar hacia
el encuentro cruzando fronteras, ir cambiando como personas y como grupo…
Recordemos,
lo que nos une:
es la búsqueda de la libertad,
dando pasos que de fidelidad
a sí mismo, al espíritu…
Para el encuentro
comunitario tenemos que estar dispuestos a asumir nuestra soledad. Hay situaciones,
sentimientos que los tenemos que procesar en silencio. Y el optimismo del
camino de cada día se alimenta del descubrir y valorar “pequeñas cosas” en la
vida cotidiana, en el otro, en la relación, en la naturaleza, Dios siempre nos
muestra su rostro de vida, verdad, justicia, ternura y amor…
Si al mirar al otro
buscamos a Dios, siempre en el otro encontremos algo bueno. Nos relacionaremos
con lo mejor del otro, comprendiendo y aceptando lo que no es de Dios…
Seamos creadores de
espacios comunitarios, en pequeños grupos, de encuentros personales, donde
partamos de la realidad, con sus sombras y luces. Recordemos que nuestro amigo
Pablo Freire nos dice: que el hombre se hace en la PALABRA. Por lo tanto todos
tenemos que tener la posibilidad cada día de decir nuestra palabra. La palabra
es acción y reflexión a la vez. Es lo que nos humaniza y humaniza al mundo, en
un dialogo de diferentes que se descubren y se tratan como iguales…
Sera un encuentro
humanizante, si venimos dispuestos a cruzar un mar de desechos, un puente de
miedo, la miseria de uno mismo, la miseria de los otros, para encontrarnos
desde la verdad que vamos siendo hasta llegar a nuestra esencia, semilla del verbo
que está en cada uno de nosotros. Dios nos está esperando para mostrarnos su
rostro, su ternura desde el otro, formando un nosotros…
Tenemos que venir
dispuestos a ENAMORARNOS unos de otros. Amor que es escucha, aceptación, comprensión,
esperanza, servicio… más allá de sentimientos y gustos…Seamos paciente, quizás en
el primer encuentro, en las primeras horas, en los primeros días, no veremos a
Dios. Pero el está, se que vive allí…
Padre Cacho Alonso.
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