martes, 2 de enero de 2018

EN BÚSQUEDA DE DEJARNOS ENCONTRAR POR DIOS CAMINANDO HACIA EL VII CAMPAMENTO EN LAGO MERÍN . (a 11 días)

 … En medio de ustedes
 estará uno que no conocéis,
que bautiza con fuego, 
con el Espíritu Santo…
Juan 1, 19-28

... A la bandada de Colibríes y otros pájaros, les agradezco nuevamente la invitación para participar en nuestro VII Campamento. Digo nuestro, porque bien sabemos que cada presencia, en sus diferentes formas y colores,  es constructora de estos encuentros.
Quisiera que juntos viviéramos una experiencia de HUMANIZANTE, capaz de ahondar nuestra sensibilidad, bajando nuestras defensas y soberbias, para encontrarnos de frente con la realidad del otro. Logrando descentrarnos de nosotros mismos, para  crear un nosotros, espacio de crecimiento mutuo.
Si no venimos dispuestos a que el dolor y la alegría del otro nos duela y alegre, este no es nuestro lugar…Este es un campamento para el ENCUENTRO entre diferentes…
Recordemos al profeta Exequiel que nos invita a: DEJARNOS ENCONTRAR POR DIOS, quien nos quiere sacar las piedras del corazón, para dejar que brote la carne humana. Esto exige despojarse de toda seguridad, que los hombres buscamos, esclavos de nuestros miedos. Nos aferramos, echamos anclas, escapamos, nos encerramos entre rejas, levantamos altos muros, buscando estar seguros. Dios nos invita a caminar hacia el encuentro cruzando fronteras, ir cambiando como personas y como grupo…
Recordemos,
 lo que nos une:
 es la búsqueda de la libertad, 
dando pasos que de fidelidad
 a sí mismo, al espíritu…
Para el encuentro comunitario tenemos que estar dispuestos a asumir nuestra soledad. Hay situaciones, sentimientos que los tenemos que procesar en silencio. Y el optimismo del camino de cada día se alimenta del descubrir y valorar “pequeñas cosas” en la vida cotidiana, en el otro, en la relación, en la naturaleza, Dios siempre nos muestra su rostro de vida, verdad, justicia, ternura y amor…
Si al mirar al otro buscamos a Dios, siempre en el otro encontremos algo bueno. Nos relacionaremos con lo mejor del otro, comprendiendo y aceptando lo que no es de Dios…
Seamos creadores de espacios comunitarios, en pequeños grupos, de encuentros personales, donde partamos de la realidad, con sus sombras y luces. Recordemos que nuestro amigo Pablo Freire nos dice: que el hombre se hace en la PALABRA. Por lo tanto todos tenemos que tener la posibilidad cada día de decir nuestra palabra. La palabra es acción y reflexión a la vez. Es lo que nos humaniza y humaniza al mundo, en un dialogo de diferentes que se descubren y se tratan como iguales…
Sera un encuentro humanizante, si venimos dispuestos a cruzar un mar de desechos, un puente de miedo, la miseria de uno mismo, la miseria de los otros, para encontrarnos desde la verdad que vamos siendo hasta llegar a nuestra esencia, semilla del verbo que está en cada uno de nosotros. Dios nos está esperando para mostrarnos su rostro, su ternura desde el otro, formando un nosotros…
Tenemos que venir dispuestos a ENAMORARNOS unos de otros. Amor que es escucha, aceptación, comprensión, esperanza, servicio… más allá de sentimientos y gustos…Seamos paciente, quizás en el primer encuentro, en las primeras horas, en los primeros días, no veremos a Dios. Pero el está, se que vive allí…

Padre Cacho Alonso.

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