jueves, 8 de octubre de 2020

La Marcha Franciscana...toda una experiencia!!!

           Para ponerlos un poco en contexto, la experiencia de la Marcha Franciscana surgió hace 31 años en Bolivia por iniciativa del hermano  Juan Ignacio, que además de ser fraile franciscano es también guaraní, que luego de participar en una marcha en Italia quedó entusiasmado y le pareció una buena experiencia para hacer en Bolivia, que desde que comenzó se ha venido haciendo ininterrumpidamente por 3 días seguidos cambiando sus recorridos año a año para hacerla más participativa y significativa.

Esta marcha en Italia es una tradición que se hace en preparación para celebrar el perdón de San Francisco de Asís que se celebra el 2 de Agosto donde se recibe la indulgencia plenaria el perdón de los pecados, por lo que cada año la concentración comienza el 30 de Julio y termina el 2 de Agosto.

Es por esto que la concentración comienza el 30 de julio y la marcha termina el 2 de Agosto en siempre en la capilla Santa María de los Ángeles de la ciudad de Camiri con celebración de la misa, participando todos los años alrededor de 500 jóvenes, la mayoría de origen guaraní que vienen de las diferentes comunidades.

Es de destacar que hasta ahora siguen marchando año a año y este año 2020 se hizo por las redes por la pandemia del COVID 19.

En el año 2014 en que nosotros participamos a instancias de Nahir, que ya la había hecho y le resultó una grata experiencia, era la marcha número 25 y comenzó en la ciudad de Boyuibe, aunque nosotros por nuestra apretada agenda sólo pudimos completar el primer día.

Partimos desde la escuela Tekove Katu con los chicos del lugar, que se notaba estaban muy emocionados por aisistir a la marcha hacia la ciudad de Camiri, algunos en camión y otros en la ambulancia de la escuela que sería la encargada de asistir durante toda la marcha cualquier eventualidad médica que pudiera presentarse especialmente por cansancio, torceduras o desmayos por deshidratación que si uno no se cuida y se hidrata correctamente pueden suceder por el intenso calor y la falta de humedad que impide que uno se de cuenta que le falta el agua.



En Camiri nos juntamos con otros marchantes en el Centro de Urkupiña y salimos en camión, con Víctor en la cabina,  hacia la ciudad de Boyuibe donde comenzaba la marcha el día anterior a su inicio.



Al  ver la cantidad de gente, en su gran mayoría jóvenes, que habían concurrido desde distintas comunidades, comenzamos a darnos cuenta del significado que tiene para ellos y de su devoción al cristianismo y a la forma en que lo viven que es muy diferente a la nuestra en varios sentidos.

Esa tardecita hubo misa en el templo del lugar en donde tuvieron que colocar parlantes afuera para que la gran cantidad de jóvenes que no habían podido entrar pudieran al menos escucharla y fue una misa muy alegre por los reencuentros que se daban y ser la convocatoria inicial de la marcha y estuvo a cargo del hermano Calixto, también fraile guaraní, que le puso mucha onda.



Luego fuimos a un colegio donde pasamos una noche muy alegre dado que cada comunidad que asistía había preparado y ensayado danzas típicas que nos presentaron con mucha concentración, ganas y en un ambiente de alegría generalizada.

Al día siguiente tipo a las 6 AM tuvimos una charla motivacional de parte de Juan Ignacio con rezos y recomendaciones, como por ejemplo que fuéramos de en columnas de a 2 personas por el peligro que implica la carretera, y luego de desayunar comenzamos la caminata alrededor de las 7 AM y con el sol a pleno y haciéndose sentir ya a pesar de lo temprano de la hora.





        Luego de haber recorrido muchos kilómetros, la mayor parte en silencio instrospectivo y en contemplación de la naturaleza del despoblado Chaco Boliviano que se mostraba en todo su esplendor, que cada tanto era interrumpido para realizar alguna oración o canto por altoparlante.

En este clima transcurrieron las horas hasta que alrededor de las 13 nos adentramos por un camino de tierra unos kilómetros para almorzar en una estancia donde ya nos estaban esperando y tenían todo dispuesto para este propósito, agradecidos tanto por la comida como por la sombra de los árboles que hasta ese momento no habíamos podido disfrutar ni valorar.




Mientras almorzamos también hubo otras charlas motivacionales y recomendaciones a cargo de un sacerdote de unos 40 años y luego de un par de horas de merecido descanso, partimos nuevamente desandando el camino de nuevo hasta la carretera, donde volvimos al estado de recogimiento en columnas de dos en dos y guiados por banderilleros que se ocupaban de la labor de mantener a los jóvenes y no tan jóvenes más o menos ordenados.



Durante el peregrinaje pasamos por un lugar llamado la Muela del Diablo que fue el cerro más alto por nombrarlo de alguna manera que encontramos en la marcha.






Ya a la nochecita llegamos a nuestro destino del día en Imbicuati luego de recorrer aproximadamente 22 Km en el día de alrededor de 60 km que duró la marcha, donde en el patio del colegio se celebró misa antes de la cena.


Luego de la cena, nosotros volvimos a la escuela Tekove Katu donde habíamos dejado nuestra movilidad, en la ambulancia que tuvo que volver por un llamado y continuamos nuestro viaje…

Como reflexión final es de destacar la fe de esta cantidad de jóvenes que marchan tres días al rayo del sol por la carretera por sus convicciones cristianas y lo importante que se nota que es para ellos dado que lo disfrutan de formas que al menos yo aún no he logrado comprender, tal vez porque en Uruguay la realidad es muy distinta y no se hacen experiencias de este estilo que yo sepa…

Un gracias enorme a Graciela que no sólo nos acompañó en esta marcha sino que también me estuvo ayudando en el contexto y las lagunas de esta memoria!! 

Abrazo en Jesús, compañerazo de camino!!!

Leo,


 







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