PENADES NO ES UN MONSTRUO

HERMANO

Ni Gustavo Penades, ni nadie, que cometa delitos graves, es un monstruo. Sigue siendo un ser humano hijo de Dios, hermano nuestro, según nuestra fe en el Dios de Jesús.

SEMILLAS

Entendemos el pecado, el delito, los horrores, como pequeñas semillas que hay dentro nuestro. Unos recibimos unas y otros recibimos otras, genéticamente, familiarmente, culturalmente. 

NOMBRARLAS 

Esas semillas que son capaces de llevarnos a realizar cosas malas hacia los demás, hacia la casa común y hacia nosotros mismos, es bueno identificarlas dentro nuestro. Poder ponerle nombre a los males, en nosotros y en la sociedad, es el primer paso para poder controlar, podar o erradicar. 

NOS HACEMOS CON OTROS

Somos seres relacionales, necesitados unos de otros. Los que cometen delitos graves, han encontrado un ambiente relacional y han dado lugar al desarrollo de esa mala semilla dentro de sí. 

Por ejemplo: el abuso de poder sobre otros, a veces sobre los más frágiles, se permite en ambientes familiares, sociales y religiosos. Esa permisividad comunitaria, si se junta con el gusto al poder de alguien, desarrolla el egocentrismo, que es capaz de justificar cualquier mal para su satisfacción personal.

HAY OTROS... 

Nadie es un monstruo, venido de otro planeta. Los delincuentes que cometen delitos graves, son hijos de un ambiente y tienen muchos compañer@s de camino en el desarrollo y la practica de su maldad. Hay compinches, y silencios que también son responsables. 

MIRARNOS

Ante un caso de delito grave, TOD@S las personas e instituciones deberíamos hacer una revisión de nuestra vida. Nadie esta inmune a todos los males. Y el mal se viste de manera diferente, siempre acusando a otros y justificando el propio.

SU PRESENCIA

Antes de Jesús, existía la creencia que Dios estaba de parte del vencedor... o del pueblo elegido. Jesús nos presenta un Dios Padre de todos. Con una predilección clara: los más pequeños, los más despoderados. Lo que le hacemos a alguien más pequeño, o más empobrecido que nosotros, se lo hacemos a Dios mismo. 

AYUDARNOS

Es muy necesario el encuentro con personas y grupos diferentes. Ahí nos reconocemos con valores y faltas. Es muy necesario la posibilidad de "reconocer el mal y volver a comenzar". Lo que no quita la actuación de la justicia y las penas sociales.  

AMOR   

Jesús vino para éso, para recordarnos que tenemos un mismo Padre, que todos necesitamos perdón, y que el Amor de Dios es capaz de recuperarnos de cualquier pecado e incluso resucitarnos de la muerte.

CRISTIANO

Quien realmente se encontró con el Amor del Dios de Jesús, se reconoce necesitado de perdón e impulsado a perdonar. Para que haya perdón debe haber reconocimiento de la falta, disposición a reparar en lo posible y deseo sincero de no volver a caer en esa falta.

HUMANOS

Nadie puede solo. Tampoco podemos cambiar a nadie que realmente no quiera mejorar. Necesitamos de ayuda apropiada de otros, de Dios. Necesitamos reconocer nuestras faltas y dejarnos ayudar.